EN alguna de las libretas de hule negro andan un montón de nombres reales que no los superaría ninguna ficción, ni siquiera de Galdós, encabezados por Plácido Domingo (cantante de ópera y amante de la zarzuela), Máximo Cuervo (Director General de Prisiones en los primeros años del franquismo), y Armando Guerra (aquel publicista que escribió un tratado político al que tituló De re bellum). No los encuentro.
La biografía reciente de Carrillo de Paul Preston nos recordaba otro gran nombre, el del camarada Amaro Rosal (en realidad Amaro del Rosal), y ayer en la Feria de libros viejos, se tropezó uno con un libro de este Heleno Saña, aún más significativo por figurar al frente de ese tratado. Porque es cierto que el título de un libro o el nombre de una persona y aun el de una bestia (qué bien puesto aquel Platero) no son nada, pero cuántas veces el nombre parece condicionarnos si no la vida, sí nuestra novela, esa que arrastramos con nosotros por dondequiera vamos.
"Escóndete, Carillo,
RépondreSupprimery mira con tu haz a las montañas,
y no quieras decillo;
mas mira las compañas
de la que va por ínsulas extrañas."
Desde su ínsula extraña, la cara de don Santiago ya no puede mirar nada.
En la contraportada de EL PAÍS del sábado 25 de noviembre de 2000, MIGUEL ÁNGEL ORDÓÑEZ firmó desde Santo Domingo un reportaje titulado “Encantados de ser diferentes” sobre los pintorescos nombres de pila históricamente escogidos por muchos dominicanos. Nombres que una filóloga sevillana, María José Rincón, tras recalar como funcionaria en el registro del consulado español en Santo Domingo, recopilaba para su tesis doctoral sobre el tema.
RépondreSupprimer«… En vísperas de la II Guerra Mundial, pronto se multiplicaron los Mussolini (López), Hirohito (Reyes), Winston (Ramírez) o Roosevelt (Camilo), y se retomaron nombres de héroes decimonónicos como en el caso de Odónel (Gómez) y Garibaldi (García).
"El dominicano está alucinado por un afán de destacarse de los demás, y llevar un nombre no tradicional encamina hacia esa conquista", opina la escritora dominicana Aída Bonelly para explicar la profusión de nombres curiosos como Expreso (Valdés), Meningitis (Rodríguez), Válvula (Sánchez), Monitor (Pérez), Etcétera (Vásquez), Gerssi Suéter (García) o Albania Urss (Díaz).
(…) [Religiosos raros] Nuestra Señora (Rodríguez), Virgen (Gómez), Santa Inés (Peguero), Beata (Sánchez)... - o combinaciones con resultados poco "ortodoxos": Santa Warquidia, Santa Iluminada, Santa Bileysi, Santa Perla, Bellanire Virgen, Pura Inmaculada, Virgen Liselot, Virgen Librada o Pura Virgen. (…) Epifanía de Jesús, Corpa y Corporina (por el Corpus Christi) e incluso un Nolaborable (Pérez).
Entre los toponímicos más usuales, María José Rincón ha identificado algunos llamativos: Hiroshima Malvina, Amauris Hirlanda, Betty Bolivia, Lucy Thania, Numancia Alsacia Antioquía, Nayrobis, Somalia Migdalina, Bilmania Edelmira, Katiuska Hanoi (Medina).
En ese gusto por la singularidad cabe citar también que el dictador Trujillo puso a sus hijos nombres de personajes de la ópera "Aída": Ramfís y Radamés.
[Políticos] Hochimín (Castillo), Chernichevski Ulianov (Reyes), Martcila Luidmilova, Wanda Soviesky (Paredes), Lucienne Marlenin (Rodríguez), Vladimir Ivannof (De los Santos de Jesús), Katiuska Mercedes (León), Stalin (Pérez) o Lenin (Santos).
[EE UU…] Usamade -mujer, por lo de made in USA-, Usmail -porque el niño fue recibido como tan buena noticia como los paquetes o dinero que enviaba un familiar por el correo americano, "US Mail"-, Nasa Yvelisse, Daily, Meyvi Esperanza, Girling, Disneya, Monitor (Pérez), Pelusa María -por el Pelusa Maradona, Gary Cooper (González), Nakin Col (Severino), Michael Jordan (Ramírez), Emmy Geraldine, Rubby Kristal, Minellys -por Liza Minnelli-, Leidi Laura, Gilda Cristina, Scarlet (Infante), Heidi (Tolentino), Masiel (Almonte), Karina (López)… »
Eco curioso, carta al director pocos días después:
« ENCANTADOS DE SER DIFERENTES
He disfrutado mucho con la lectura del artículo “Encantados de ser diferentes”, aparecido en la edición de EL PAÍS del 25 de noviembre. Ella me ha recordado un suceso análogo narrado a mí por un sobrino del protagonista. El padre de su tío era un amante de la cultura griega y por ello nombra a su hijo Aristóteles Epaminondas. Abrumado por el peso de sus nombres, cuando llega a la edad legal el tío decide cambiar oficialmente su nombre, decisión aplaudida por sus sobrinos. »
Al regresar del Registro Civil le preguntan por su nombre nuevo, a lo que el tío responde con orgullo: "Sobrinos, de hoy y hasta que me muera me llamo Plutarco Margarito".— José Miguel García-Castro. San Juan de Puerto Rico. »
Con los seres humanos, imposible aburrirse.
¿De Aristóteles Epaminondas a Plutarco Margarito? Sublimes ambos. Bueno, al pasar de insigne filósofo a historiador con motivo floral, algo de aligeramiento hubo... pero sin salirse nunca del mundo clásico. Admirable respeto filial.
SupprimerOxímoron en franca reciprocidad son el nombre y apellido del filósofo Heleno Saña; pero no así en relación a su obra, tan crítica como ejemplar. Porque “Heleno” se conjuga bien con su referencia constante a las raíces clásicas como algo necesario, y “Saña”, la que demuestra hacia todos los cinismos habidos y por haber.
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DE la entrevista realizada por Txema Bofill a Heleno Saña. Publicada en el núm. 135 de la revista Catalunya-Papers.
CON la (alienante) educación oficial existente y débil educación alternativa, ¿crees que se puede producir una revolución o cambio de sistema?
Evidentemente, no. Los griegos asignaban a la "Paideia" dos funciones básicas: la adquisición de conocimientos y la educación humana y moral. Esta segunda dimensión –la más importante- ha sido eliminada desde hace tiempo de la pedagogía, sometida al dictado de los grandes grupos de presión y de los politicastros de turno. De ahí que la educación esté enteramente al servicio de la razón burguesa o "razón instrumental", como la llamaba Max Horkheime.
¿CUÁLES son los valores humanos más importantes que podrían sacarnos de la crisis y promover cambios substanciales?
Imprescindible para lograr este objetivo es liberarse de la ideología del éxito hoy imperante y comprender que el hedonismo, el materialismo y el imperialismo del yo fomentados por la sociedad de consumo no conducen más que a la alienación personal y colectiva.
Me ha interesado conocer a Heleno Seña , un filosofo de verdad con unas ideas certeras , el que haya escrito 20 libros en alemán y sea el español que mejor los conoce puede servirnos de referencia . Una pena que los grandes pensadores españoles sean tan mayores y tan poco reconocidos . Se agradece este sitio, donde regularmente aparecen los que laten en olvido ; el recibo de novedades siempre es interesante y provechoso .
RépondreSupprimerSaludos
Respecto al tema de los nombres peculiares, una historia de cosecha propia. Una prima mía, enfermera hace un tiempo en el hospital "Meixoeiro" de Vigo, hubo de atender a una joven hispanoamericana (desconozco la nacionalidad exacta) que había ido allí por un problema de su pequeña hija. Al pedirle los datos, dijo que la niña se llamaba Iloveny. Como alguien comentara que nunca había oído ese nombre, ella explicó que procedía de una camiseta de su propiedad que le gustaba ponerse, y donde se leía exactamente eso: I LOVE NY. (Y juro que no me lo invento).
RépondreSupprimerEs muy dificil elegir bien el nombre para tu hijo.. ya que es por que se te va a identificar para toda la vida..
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