TENIENDO en cuenta que Anubis era el dios de los muertos en el antiguo Egipto y patrono, por tanto, del cuerpo de embalsamadores, este reclamo, tropezado hace unos días en una peluquería y "centro de estética" de un pueblo de la España profunda, le deja a uno feliz y confiado en el progreso humano: ningún surrealista llegó tan lejos en el uso de las transgresiones.
Yo no me fiaría ni de la oferta de ingles y axilas a final de mes, no me vaya a pasar como a aquel pobre niño que se fue a operar de amígdalas y le hicieron la fimosis, recordando tal vez el cirujano la famosa Deep Throat.
RépondreSupprimerDel profundo (o alto) Internet una página “answers.yahoo” con anuncios de rostro femenino “antes” y después” y estas leyendas: “¡Los dermatólogos la detestan! Una mamá de 57 años parece ahora de 35 gracias a un antiguo truco insólito… Revela un tratamiento antiarrugas ingenioso por 4 € que desata el furor de los vendedores de Botox. << Seguir leyendo”. Les sonará.
RépondreSupprimerTras la “mejor respuesta” (3 votos), esta otra (2 votos) más amplia de “Silvia_Uruguay” hace 5 años:
“La tanatología es la ciencia que estudia la muerte con todos sus fenómenos acompañantes. Es realmente interesante.
La gente simplifica diciendo que a los muertos se los comen los gusanos, en verdad todo muerto (no exclusivamente humano) es alimento de otro, asi como nosotros comemos cadáveres de vacunos, ovinos, porcinos, aves, peces, suinos [?], moluscos, etc, etc, etc, nosotros también somos alimento de otros (incluso estando vivos).
Habrás oido decir que nada se crea, nada se destruye, todo se transforma, no? Pues la materia que forma nuestro cuerpo antes perteneciò a otros, y después de nosotros pertenecerá a otros seres vivos, solo momentaneamente nos pertenece. Y pasaremos a ser ingeridos por carnívoros (que comen carne) o por saprobios (que comen materia orgánica en descomposición). Pasamos a ser alimento en su mayoría de las bacterias que están dentro de nuestro cuerpo. Para que aparezcan gusanos (larvas de insectos), antes algunos insectos debieron depositar sus huevos en el cadáver, y precisamente para atraer insectos es que se ponen flores en los velorios. Depende donde esté el cadáver luego lo que pueda ocurrir, cuando son preservados con formol no les queda nada vivo, cuando son puestos en tierra otros bichitos pueden comerse a los gusanos, si van a panteón o nicho los gusanos terminarán muriendo salvo que encuentren una salida y vayan al exterior a continuar su vida.
Espero no te impresiones, lo más dificil es aceptar que nuestro cuerpo es la suma de muchas vidas previas, y formará parte de otros después, la vida es recicladora de materia, y el ser humano no es más importante que cualquier otro animal, planta, hongo o microbio de este planeta, somos simplemente eslabones, momentáneamente dueños de esta materia que forma nuestro cuerpo.
Saludos”
Siempre nadie, nunca nada: Silvia y el Señor de los Vendajes. (¿Comer cadáveres de “suinos”? Hoy qué torpe amanecí).
Del portugués a Uruguay y alrededores:
SupprimerSUÍNO, nombre masculino: ‘cerdo’
SUÍNO -A, adjetivo: ‘porcino -a’
Esto es mucho mas que surrealismo. Es puro realismo.
RépondreSupprimerAquí en el pueblo tenemos un centro veterinario que se llama igual: Anubis.
RépondreSupprimerLa verdad que ves cada una por ahí que son autenticas obras de arte andantes , claro que esto conlleva cierta tonteria . Ser sexy se relaciona con ser feliz y conseguir dinero , alguna/os lo logran ( por eso nacen multinacionales como Anubis , con sus clínicas y centros en decenas de países ) .
RépondreSupprimerComo referencia cinematográfica se me ocurre " behind The candelabra " , donde Michael Douglas está genial en el papel de Liberace ( un pianista gay muy estrafalario y adicto al Botox y la cirugía estetica ) , un presumido .
Lo mejor es un trasplante de cara, o mejor de cuerpo entero (ponga su cerebro en un cuerpo biónico de carne artificial -no sintética, ¿eh?, sino a base de células madre-). Esta opción pronto estará disponible. Me pido la Michelle Pfeiffer, pues tampoco quiero ir de jovencita-yogur. Con su cuerpazo y mi cerebrazo arrasaríamos (es un decir). Ay qué risa, Basilisa.
RépondreSupprimerSandra Suárez