HACE un par de días le pidieron a uno de elCultural.es algo sobre los Talleres islados que montaron hace tres años en Menorca Mariona Fernández e Isabel Ollesti. Aunque no eran muchas, mis palabras quedaron tan destiladas que quizá no esté de más traerlas aquí tal como se escribieron, sobre todo porque se habla en ellas de personas que nos importan mucho, tanto las citadas por sus nombres como las que están bajo la palabra "oyentes".
"Creo que fui el segundo escritor de los Talleres. Aquello estaba poniéndose en marcha, yo no conocía a las que los montaban (Mariona e Isabel) y me pidieron una gran dosis de entusiasmo, que no suelo tener con nada, menos aún con nada mío. Pero resultó toda una experiencia. El lugar, Binissaida, con una casa del XVIII, una vieja casa de labranza, estaba en medio del campo, con el mar a la vista. Era maravilloso, y los responsables se habían ocupado de los menores detalles, no sólo de las comidas, refinadísimas, sino todo, las flores que se encargaban de renovar cada día en los jarrones, los refrescos, los paseos por la isla, al final de la jornada. Yo, que suelo ser partidario de la misantropía y no mezclarme mucho con la gente de letras, y menos con desconocidos, salí de allí con hartas dudas sobre esa inclinación mía.
Jamás había dado un taller de escritura, porque creo que la literatura, que se puede aprender, no se puede enseñar, y desde luego no con personas como yo, con ninguna dote pedagógica. Me di cuenta, no obstante, de que los "alumnos", con algunos de los cuales sigo manteniendo una relación de amistad, habían ido a "oírme", no a aprender. Me gustó que fueran oyentes, pero mucho más, en cuanto se soltaron un poco, que acabaran siendo dicientes. Para alguien como yo, que tiene poco que decir, es impagable el poder escuchar a los que cuentan su vida, porque no hay vida mala, sólo hay que saber contarla. De eso trataban aquellas "clases", de aprender entre todos a decir lo que cada cual sabe sentir para sí mismo".
Binissaida, Menorca, septiembre de 2010. |
Unos días inolvidables. Un fuerte abrazo a todos.
RépondreSupprimerSer lectores y a veces oyentes es una buena forma de aprender y enseñar, como acepción de mostrar.
RépondreSupprimerUnos días que aún palpitan en ese porche. Un beso a dicientes, oyentes y escribientes.
RépondreSupprimerComo dice Ximo, unos días inolvidables.
RépondreSupprimerUn abrazo grande a todos los oyentes y dicentes islados.
Marian.
Al respecto uno solo puede decir hoy que en época juvenil conoció a una menorquina que también se llamaba Mariona, se apellidaba Fernández y era hija de padre asturiano. El segundo apellido lo debo omitir...
RépondreSupprimerPara los oyentes menos escribientes, para los curiosos y voyeurs del conocimiento, también aqullos gueron días inolvidables que han dejado huella en el corazón y en la memoria.
RépondreSupprimerÀngels desde Menorca, esperando las 17h para empezar un nuevo taller, una nueva avemtura (existencial) de la mano de Román Gubern.
"Suele vivir el hombre crucificado sobre su propia vanidad, literalmente asado sobre las ascuas de su negra honrilla. Es condición humana este cruel suplicio – añadía Juan de Mairena – y no es justo que pierda totalmente nuestra simpatía quien lo padece. Pero también es condición del hombre el afán de mejorar esta condición, y aun la posibilidad de mejorarla, quiero decir, en este caso, de libertarse un poco de la cruz y las ascuas supradichas. Y nuestra mayor estimación irá hacia aquellos hombres que lo intentan, aunque no siempre lo consigan, a saber, hacia los hombres de espíritu filosófico que suelen pensar, más por amor a la verdad que por amor al hombrecillo que todos y cada uno de nosotros llevamos a cuestas".
RépondreSupprimerA. Machado, texto del "Juan de Mairena II", publicado en el número 19 de Hora de España con el título de "Sigue hablando Mairena a sus alumnos".
Número (Barcelona, Julio, 1938) que con VIÑETAS DE RAMÓN GAYA; TRABAJOS DE ANTONIO MACHADO, MIGUEL DE UNAMUNO, ANTONIO PORRAS, CONCHA MÉNDEZ, JUAN GIL-ALBERT, MANUEL VALLDEPERES, CONCHA ZARDOYA, ERNESTINA DE CHAMPOURCÍN, BELTRÁN LOGROÑO, D. GUEST, E. FERNANDEZ, Y JUAN G. DEL VALLE; Y TEATRO DE MAX AUB
Supprimerpuede leerse en:
http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=web&cd=1&ved=0CDEQFjAA&url=http%3A%2F%2Fhemerotecadigital.bne.es%2Fpdf.raw%3Fquery%3Dparent%253A0004521906%2Btype%253Apress%252Fpage%26name%3DHora%2Bde%2BEspa%25C3%25B1a%2B(Valencia).%2B7-1938&ei=2WAqUvq1NPCp7AaX64DYAQ&usg=AFQjCNHLa7dYF-WXy_kTXbwXgxK1RPPY6Q&sig2=YyevdPjA72aLcuII-9NTJw
La modestia pedagógica que profesa Andrés Trapiello, incluso cierto nihilismo pedagógico suyo a lo Oscar Wilde (que también dijo que nada de lo que vale la pena aprender se puede enseñar), son quizás claves fundamentales de su magnífico magisterio, imborrable para los que compartimos el taller de Binissaida.
RépondreSupprimerhttp://cultura.elpais.com/cultura/2013/08/28/actualidad/1377703495_081357.html
RépondreSupprimer“ISLARIOS / 4. La isla del Paraíso / Llegaron a una playa de arenas coralinas, en la que los indígenas exhibían sus gloriosos cuerpos / El islote de la Estrella”.
Feliz humorada de Carme Riera para islados o aislados felices o infelices. Adiós, verano.