PUEDE no ser una gran obra, pero sí el vestigio de un amante de la pintura, a quien emocionaron el lugar y la hora. Le dio un título a lápiz en el reverso, "Temporal en el Mar Menor", que parece el de una novela pasional de los años cincuenta del siglo XX (*). Sin embargo fue pintada esa acuarela en 1893. Más importante para su autor que su nombre, que no creyó necesario declarar, fue el año, fijar en su memoria los minutos felices de un día fugaz, irrepetible y, sí, ahora lo sabemos, perdurable. Frente a nosotros el Mar Menor, pero no nos resulta difícil imaginar este lado de acá, donde alguien, minucioso, fue con la punta de un pincel escribiendo su alegría.
(*) Y qué gran título, Temporales, para, por ejemplo, un libro de aforismos.
(*) Y qué gran título, Temporales, para, por ejemplo, un libro de aforismos.
Temporal en el Mar Menor. Acuarela, 1893. |
Galerna del Cantábrico , un temporal de verdad . Nunca miro " el mar " sino miro " la mar " y pregunto ¿ Como está la mar ? . Los que somos de mar la tenemos como una madre ( es cuestión cosmogónica ) y si alguien la masculiniza sabemos que es del interior y acaba de llegar ,
RépondreSupprimerLa acuarela es bonita ," temporal en El Menor " ,
Chao
Cantábrico, la mar...me despierta usted nostalgias de mi tierra.
SupprimerLa acuarela, con todos los respetos hacia su autor, es la clásica del autodidacta que lo desconoce todo de la técnica y tampoco sabe distinguir entre profundidades de planos. Coincido, eso sí, en que es bonita y hasta tierna, como esos poemas amatorios escritos espontáneamente en las servilletas de un bar.
Si no hubiese dicho que es el Mar Menor, hubiese creido que esto era el tròpico, la Bahìa de Bata concretamente, en el siglo pasado. Asi es como perdura en mi memoria. Tan temporal como los temporales.
RépondreSupprimerBonita acuarela.
salud
txema
Ese toque de ingenuidad es realmente hermoso. Un testimonio de como era el mar Menor en 1893. Recuerda los bonitos dibujos que hacía el padre de Pío Baroja, Don Serafín Baroja, a la sazón ingeniero de minas, de los sitios por donde iba pasando su destino, Rio Tinto, Guipúzcoa, Navarra, etc. Realmente interesante.
RépondreSupprimerReconozco esa laguna salada y sus olas cortas; de pequeño buceaba allí y dejaba que los caballitos de mar se enroscaran en mis dedos, y también la he circundado navegando. Reconozco esos preciosos balnearios y embarcaderos, que perduraron hasta hace relativamente poco; mis pies descalzos han pisado esos tablones desgastados y húmedos del salitre. Reconozco los montes pelados del fondo; los he ascendido. Reconozco esas nubes sucias en el cielo y el viento de lebeche que las impulsa… son las tormentas de septiembre. Casi afirmaría que reconozco la excitación del autor ante la novedad de esa tormenta, que trae la tarde, tras un largo y caluroso verano.
RépondreSupprimeraunque por momentos más que mar parece original desierto de arenas azules, sí... en la paz de estos desiertos
RépondreSupprimersaludos
Es un sitio muy bonito pero muy frágil , se cometió una corrupción muy grande con cientos de edificios a un metro del agua , no desemboca ningún rio y son muchos vertidos los que soporta . El mar interior de Azov ( mucho más grande ) se tiñó de rojo este verano y nadie se baña en él y en Asia el de Aral se ha extinguido . Estoy seguro que esta laguna está condenada a corto plazo pero nadie hará nada .
RépondreSupprimerSaludos