11 février 2018

El espectador comprometido (y 2)

NOS habíamos quedado en que  la gauche caviar y la izquierda revolucionaria se pusieron de acuerdo en atacar a Aron por querer este acabar con los privilegios de sus colegas, los profesores agregados universitarios, quienes montaron Mayo del 68 precisamente para conservarlos. 

¿Y qué fue Mayo del 68? “Una semana de algaradas estudiantiles. Y luego dos semanas de huelgas generales hasta que paralizaron la vida económica del país. Y después una semana de crisis política, en la que llegó a creerse que el régimen podría desmoronarse por las acometidas de Cohn-Bendit. Ese día, en esa última semana,   me hice gaullista. Al oír al general de Gaulle en la radio, el día 30 de mayo, supe que aquello se había acabado, y grité por una vez en mi vida: ¡Viva de Gaulle! Me parecía indigno que una panda de niñatos fuese a acabar con el gobierno, con el régimen y con la Francia política (...) Que estuvieran a punto de destruir la vieja Universidad, sin construir otra nueva, destruyendo de paso una economía que tanto había costado crear. Fue ridículo que las huelgas de la primera semana se trataran en Consejo de Ministros. La delicuescencia del Estado me impresionó (...) y aquel carnaval me irritaba: todos empezaron a tutearse”.

¿Cómo, de la noche la mañana, se llegó a aquella chirigota? Aron recuerda un artículo de Viansson-Ponté en Le Monde que se hizo famoso en esos días: “Francia se aburre”. O sea, por frivolidad. Estuvieron a punto de embarcar a Francia en una guerra civil por frivolidad. Le dieron, no obstante, apariencia de seriedad, y troquelaron la segunda gran parida: “La imaginación al poder”. Nada más peligroso que la imaginación. La imaginación es, como se sabe, el sueño de la razón, y Teresa de Jesús habló de ella como “de la loca de la casa”. La imaginación, como astuta ficción, ha llevado hoy a unos cuantos a Bruselas, a otros a la cárcel, a tres mil empresas fuera de Cataluña, y ha fracturado a toda una sociedad adulta, porque el sueño de la razón engendra monstruos. El centenario de la revolución de octubre de 1917 pasó inadvertido. No había nada que celebrar. Con el cincuentenario de Mayo del 68 debiera suceder igual, por aquello que brilla aún por encima de cualquier pintada parisina de entonces: “Los  experimentos con gaseosa”. Esto lo dijo un catalán, como es de sobra sabido.

      [Publicado en el Magazine de La Vanguardia el 11 de febrero de 2018]

13 commentaires:

  1. "La loca de la casa", expresión de Santa Teresa, le gustaba también utilizarla a Galdos. Ahora, para imaginación la de Puigdemont, que se cree que es el natural sucesor de Berenguer de Cruïlles (siglo XIV), obispo catalán al servicio de la Corona de España y defensor de la Inquisición, y al que los separatistas quieren convertir y canonizar como el primer President de la histórica Generalitat

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  2. Pero yo no estoy seguro de que Mai/68 fracasase radicalmente. Fracasó como revolución social o intento de toma del poder, eso está claro. Pero en la medida en que los "empoderamientos" de ciertos sectores actuales (mujeres, juventud) se dan, y probablemente no se darían sin aquel Mai/68, en esa medida, no fracasó del todo. En la medida en que las madres cuarentonas de hoy compran anticonceptivos a sus hijas adolescentes (y no lo habrían hecho sin aquel 68) en esa medida, no fracasó. Por otro lado, atribuir el Mai/68, como hace Le Monde, a aburrimiento o frivolidad, es de una superficialidad rayana con lo temerario.

    ¿Fracasó la URSS? Evidentemente, sí, en tanto que régimen político. Pero si se tiene en cuenta la enorme cantidad de mecanismos sociales, instituciones y reivindicaciones que dejó esparcidas por el mundo, (sindicatos, convenios colectivos, semanas de 40 horas, sanidad gratuita... ) en ese sentido no se puede decir que fracasara. Dejó muchas semillas, y muchas germinaron. Las explicaciones demasiado simples en asuntos sociales son siempre muy arriesgadas.

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    1. Estoy de acuerdo. Toda revolución intelectual y/o política sigue el mecanismo de la espuma: primero crece hasta casi desbordar el vaso. Y luego se reduce mucho, pero deja un remanente útil. Dos pasos adelante y uno atrás, al fin.

      Por otro lado, no creo que la imaginación sea más peligrosa que su contrapartida: el racionalismo extremo (imperante ahora, por cierto). Salvo que confundamos imaginación con fantasía, claro… Entre la tibieza de quedarse a la puerta del jardín (por cortedad de miras o por miedo) y la locura de perderse en él (por frivolidad o exceso de idealismo), está el término medio de visitarlo un rato y volver luego a la realidad con nuevas fuerzas (y una perspectiva ampliada) para aplicar en ella lo aprendido. Claro que cruzar ese umbral (aunque sea de visita) entraña el mencionado peligro de enredarse en él (como Alonso Quijano) y no cualquiera asume el riesgo.

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    2. Sí, es una lástima que no se les pueda preguntar por esas "semillas" que usted dice a los millones de personas que acabaron sus días en el gulag.

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  3. Puede que definir lo que se entiende por revolución resulte mucho más complicado de lo que parece. O que haya que conformarse con pequeñas revoluciones de fogueo.

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  4. Jose Fuentes Miranda13 février 2018 à 11:37

    Revolucion de fogueo es la de "la republica catalana independiente de su casa", que quiere implantarse, dejando al margen a una gran mayoria de catalanes, que se sienten españoles. Y las graves consecuencias economicas que ya se empiezan a sentir. Como dice Trapiello, los experimentos con gaseosa.

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    1. Claro, por eso lo he dicho. Mejor que no haya armas nunca si no van con las letras.

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  5. Una diatriba contra la imaginación escrita por un novelista no es cosa que pueda leerse todos los días.
    A La Santa, como le dicen en Ávila, le irrita la imaginación como le irrita la inteligencia, o como le irrita la sabiduría. Porque todo es vanidad. A San Agustín las matemáticas le parecían pretenciosas y arrogantes, con esa vindicación de exactitud que casi reta los poderes divinos. Y los filósofos y los físicos, qué desmesura, tratar de comprender aquello que Dios creó. Pura blasfemia. Y además, cuánto tiempo perdido, que se podría haber empleado en oración.
    Desengáñese, don Andrés, los místicos no son la mejor vía para la comprensión. Ni del mundo físico ni del mundo social.

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    1. Cómo se nota que no ha leído a Agustín de Hipona y que habla de oídas. En el Libro X de sus Confesiones habla de los grados por los que ha pasado para llegar al conocimiento de Dios y pone a las ciencias matemáticas como otro ejemplo más de conocimiento no adquirido a través de los sentidos: “Que se halla a Dios en la memoria, cuya capacidad y virtud describe hermosamente”. Y recomiendo también el Capítulo XIV del Libro VII: “Que al hombre cuerdo ninguna cosa desagrada de cuantas Dios ha creado”. Pero el demagogo todo lo demagoga.

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  6. Jose Fuentes Miranda13 février 2018 à 15:54

    Los misticos, quizas, no son la mejor via para comprender la realidad. Tampoco los fascimos y los comunismos. La mejor via es la de la democracia, aqui en España manifiestamente mejorable.

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  7. No me cabe duda de que AT es honesto al presentar los hechos de esta manera; quiero decir que estoy seguro de que el escritor está convencido de que fueron tal como los refiere. Sin embargo, es una gran responsabilidad trasladar esta visión al gran público de un modo tan sumario sin mencionar siquiera alguna de las alternativas explicativas existentes, y sin establecer relaciones entre la situación social y económica del momento con el movimiento, y también sin considerar las consecuencias del mismo en los gobiernos y en los partidos de izquierdas de años posteriores. Hay muchísima bibliografía y material analítico al respecto. Mucho de ello está fácilmente disponible en la Red. Ofrezco a la atención de AT y de los posibles lectores un par de enlaces desapasionados que pueden resultar de interés:

    http://cedetrabajo.org/wp-content/uploads/2012/08/Mayo_del_68.pdf

    https://es.scribd.com/document/355762384/254665338-Mayo-de-1968-en-Francia-pdf

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  8. Jose Fuentes Miranda17 février 2018 à 16:40



    Desde hace tiempo, ciertos medios de comunicación, periodistas o simple “voceros”, que parecían ser representantes genuinos de la moderación y coherencia, se han echado al monte, convirtiéndose en demagogos exaltados, exponentes confusos de la sinrazón política. Nos quejamos amargamente de los cada vez más exacerbados nacionalismos, de la desunión creciente de la sociedad española y del resurgimiento de viejos rencores y enfrentamientos; y nunca podíamos esperar que, desde esos medios de comunicación envenados de sectarismo, se lanzaran negras consignas contra el Estado democrático, atacando a instituciones que son símbolos y realidades asentadas de cohesión y unidad, reabriendo viejas heridas y sirviendo la mecha a los incendiarios de retratos y banderas constitucionales. Seguimos metidos en un laberinto de despropósitos, de muy difícil salida. Menos mal que, a veces, la ironía, el humor y el ingenio nos confortan, como estas palabras del maestro Andrés Trapiello, extraídas de sus magníficos diarios: “Los españoles se han pasado la vida preguntándose dónde irán a parar; a los vascos, en cambio, sólo les preocupa de dónde vienen. Los catalanes lo tienen peor, porque descendiendo de Calatayud, por no saber no saben ni quién es la Dolores”.

    José Fuentes Miranda.

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    El 15 feb. 2018 16:44, "Jose Fuentes Miranda" escribió:
    Desde hace tiempo, ciertos medios de comunicación, periodistas o simple “voceros”, que parecían ser representantes genuinos de la moderación y coherencia, se han echado al monte, convirtiéndose en demagogos exaltados, exponentes confusos de la sinrazón política. Nos quejamos amargamente de los cada vez más exacerbados nacionalismos, de la desunión creciente de la sociedad española y del resurgimiento de viejos rencores y enfrentamientos; y nunca podíamos esperar que, desde esos medios de comunicación envenados de sectarismo, se lanzaran negras consignas contra el Estado democrático, atacando a instituciones que son símbolos y realidades asentadas de cohesión y unidad, reabriendo viejas heridas y sirviendo la mecha a los incendiarios de retratos y banderas constitucionales. Seguimos metidos en un laberinto de despropósitos, de muy difícil salida. Menos mal que, a veces, la ironía, el humor y el ingenio nos confortan, como estas palabras del maestro Andrés Trapiello, extraídas de sus magníficos diarios: “Los españoles se han pasado la vida preguntándose dónde irán a parar; a los vascos, en cambio, sólo les preocupa de dónde vienen. Los catalanes lo tienen peor, porque descendiendo de Calatayud, por no saber no saben ni quién es la Dolores”.

    José Fuentes Miranda.

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  9. Desgraciadamente, en la vida, muchas veces el terreno de juego lo pone el malo (para los que creemos que en la vida, habiendo de todo, también hay malos, claro) y no caben posiciones más blandas ni buenistas si uno se quiere ajustar a la lógica histórica y a la reflexión fundada. Voy a poner un par de ejemplos muy simples y de los que aún estamos distantes, gracias a Dios, pero de los que hay que ir señalando el camino porque, en mi opinión, beben de la misma fuente que creo lo hace, por ejemplo, mi comentarista precedente. Lo que me recuerda es:
    -Lo que decía uno, "cuando violan tu casa para destripar a tu madre, tú, lejos de coger el cuchillo, o lo que tengas a mano, te conformas con marcar el número de tu abogado para seguir dando razones.
    -O que todas las guerras son evitables; todos aquellos que hasta el último momento le pedían a Churchill que fuera a decirle a Hitler que aún estaban a tiempo y que no había que reñir.

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