28 octobre 2017

Mañana, domingo 29 de octubre, manifestación en Barcelona

Convocada por Sociedad Civil Catalana, mañana, bajo el lema "Todxs somos Cataluña", en Barcelona a favor de la Constitución y contra los golpistas, bajo pabellón español y la señera.


Y a propósito de banderas. Uno de los tics progres es ese de "yo no soy de banderas" o "para mí todas las banderas son lo mismo". 
Cuando Franco, muchos progres repetían: "yo no veo la televisión", aunque lo cierto es que la veían de una manera vergonzante. Hasta que salieron de ese armario y reconocieron con naturalidad que ver la televisión no tenía por qué ser algo franquista (como tampoco lo eran Cervantes, Santa Teresa o Azorín, Galdós o Baroja, sólo porque se estudiaran en los libros de textos circulados durante el franquismo).
Yo estoy muy gusto junto a una bandera española. No es contagiosa ni me hace nacionalista. Y simboliza todo aquello que nos ha hecho ciudadanos libres e iguales.
Las banderas son como el colesterol, unas son buenas y otras malas. Algunas ni siquiera son respetables  En el París ocupado no significaba lo mismo una bandera nazi y otra francesa, no es lo mismo la confederada que la unionista y, hoy, no es igual la constitucional que la estrellada o la republicana, la bandera pirata que la blanca, etc. 
Mañana se verán en las calles de Barcelona dos banderas constitucionales que representan lo mejor de España y Cataluña. Ahora únicamente hay que esperar que los progres que dicen que “hemos dejado la bandera a la derecha”, se animen y la saquen del armario (también en el chino las dan baratas). Porque las banderas sólo son banderas cuando las da el aire.
Todo lo demás, el relato de lo que ha sucedido estos últimos días, quede para esa novela galdosiana titulada La sagrada familia, cuyo penúltimo capitulo debería llevar el título de aquella de John Kennedy Toole: La conjura de los necios. Del mayor de todos ellos, El Empecinado, se ha anuncia una arenga hoy a las 14:30 grabada en Gerona, pero con los antecedentes de estos días a saber si será a las 14:30 y desde Gerona.
(...) Ya la ha echado, leída y breve. No me ha quedado claro si ha dicho "nos rendimos" o "vamos a seguir siendo nosotros mismos".





2 commentaires:

  1. José María Bergés29 octobre 2017 à 12:32

    No representa lo mismo la bandera francesa cuando se oponía a la ocupación nazi de Francia que cuando agrupaba en torno suya a las tropas napoleónicas que invadieron España (por poner un ejemplo que se me ocurre). Igualmente, estos días bajo la bandera española lo mismo han salido en Barcelona a la calle muchos de esos catalanes cuya voz ha sido reiteradamente ignorada en todos estos años, que los que en Valencia apaleaban a los que piensan de modo distinto a ellos.
    Las banderas, si son de todos, donde les corresponde estar es en los sitios que son de todos: ayuntamientos, cuarteles, organismos oficiales… (ahora añaden “en la calle”, y me chafan un poco) , a partir de ahí, que cada uno haga lo que le venga en gana. Tampoco es tan malo “no ser muy de banderas”. En tiempos de toque de corneta, en que toca alinearse, se comienza a buscar herejes (o equidistantes) en cualquiera que se mueve un poco de la formación.
    Se pueden defender causas buenas (la democracia, la libertad, la equidad, la justicia) sin necesidad de arrimarse inmediatamente a una bandera (aunque sea difícil hacerlo sin el marco de un estado y sus correspondientes leyes), como se puede aceptar responsablemente la nacionalidad que le ha tocado a uno en gracia sin caer en el exceso de la mojigatería, la idolatría y la sacralización de los símbolos nacionales (o que aspiran a serlo), en el culto de esos símbolos enfrentados a las señas de identidad del equipo contrario.
    El problema es que los símbolos terminan siendo buenos o malos por ser el mío, de los míos, o de los otros, no por lo que simbolizan. O estás conmigo o contra mí.

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  2. Como decía El Roto en El País hace unos años: «Malas noticias para los patriotas: todas las banderas están hechas en China». ¡Bah!... un tic progre seguramente.

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