LA destitución de Juan Manuel Bonet, director del Instituto Cervantes, es la prueba del carácter sectario de cierta izquierda cultural española y desde luego de este Partido Socialista, que ha llegado al poder de la forma que conocemos y después de mentir sobre la convocatoria de elecciones generales. Nadie, absolutamente nadie, ha podido negar estos dos hechos: Bonet ha sido un gran director del Cervantes, acaso uno de los mejores, y su gestión, lo mismo que al frente del Ivam, del Reina Sofía o del Cervantes de París, ha sido un modelo de solvente pluralismo y tolerancia. Y se comprende que los entrantes no hayan querido ni siquiera agradecerle públicamente los servicios prestados para no tener que reconocer su incuestionable competencia y la altura a la que ha dejado el listón. ¿Por qué le han cesado, pues? Porque la izquierda narcisista ha tendido a creerse culturalmente superior, haciendo gala de su supremacismo sin el menor fundamento, tal y como sucedió durante tantos años al imponer la posverdad (avant la lettre) de que, durante la guerra civil, los mejores escritores se sumaron al Frente Popular.
No quieren intelectuales libres, independientes y ecuánimes. Los quieren de partido, obedientes, disciplinados (el primer cometido del actual Cervantes será llevar a cabo lo que Sánchez anunció cuarentaiocho horas antes de la renovación del Instituto: poner el catalán y el eusquera al mismo nivel que el castellano, tal y como probablemente le habrán exigido sus nuevos socios de gobierno, bildutarras y bildutorras).
Ni siquiera han tenido el decoro o el cinismo de velar sus propósitos, y se ha sabido que la vicepresidenta Carmen Calvo estaba detrás de esa destitución. ¿Qué razones ha dado? Bonet podía haber seguido al frente del Cervantes tal y como han hecho los directores del Reina o del Prado en los sucesivos cambios de gobierno, siguiendo la llamada política de buenas prácticas. El actual ministro de Cultura, siguió al frente del Reina Sofia cuatro años, con el gobierno Aznar, y lo hizo sin que le temblaran ni su conciencia política ni la vergüenza torera (no es un buen ejemplo, porque este ministro aborrece lo taurino). De modo que todo se asemeja, una vez más, al penoso "quítate tú para ponerme yo" y a la vuelta a las malas prácticas.
A Bonet apenas le han dejado tiempo para desarrollar su programa. En apenas un año había cambiado los aires de una institución anquilosada y montado unas cuantas exposiciones modélicas, como suyas, entre ellas las de Aub, Barea y Leopoldo de Luis. Eran expresión de su talante, el suyo sí de hombre moderado, dialogante e integrador, que jamás ha tenido en cuenta, ni en sus proyectos personales ni en los públicos, si los creadores, escritores o artistas fueron o no de izquierdas o de derechas, ni cuáles fueron sus ideas políticas. Raramente se ha visto nada parecido cuando la izquierda ha llegado al poder, al menos en cultura; su sectarismo se lo estorba.
De momento este cambio innecesario (innecesario porque Bonet era un gran director y la institución funcionaba como nunca) prescinde de una persona de la que hoy sólo cabe repetir algunos de los elogios que llenan las redes sociales. Un sabio, un gestor inteligente y trabajador infatigable, "el mejor cartógrafo de la cultura contemporánea", generoso y desinteresado, y un hombre bueno en el sentido machadiano de la palabra. ¿Por qué Carmen Calvo ha prescindido de él? Dicen que la cara es el espejo del alma, pero debiera darnos, además, las otras, las verdaderas razones por las que lo ha cesado, si se atreve.
En España no hay política. Sólo hay politiquería.
RépondreSupprimerHechos como éste lo muestran y demuestran.
Ya han programado los nuevos cervanteros su primera exposición: "De cómo Alberti y Maria Teresa nos libraron del capitalismo". En el palacio de Heredia Spinola, próximamente.
RépondreSupprimerCualquiera que entienda mínimamente de estas cosas sabe que nombrar a Bonet fue un acierto, y echarle, un desacierto. Pero tampoco parece que se debiera esperar otra cosa de estos nuevos gobernantes, en general, y de Carmen Calvo, la de "pixie y dixie", en particular. ¿Cómo no va a despreciar ella a una persona tan en las antípodas suyas, en cuanto a cultura y pluralidad, como Bonet?
RépondreSupprimerPor lo demás, se entiende que AT no quiera entrar -por elegancia, y por no desviar el foco de lo principal, que es el agravio hecho a Bonet- en la identidad del sucesor, un sectario de manual, un propagandista del comunismo del que poco bueno cabe esperar.
David Fdez.
La ministra es una persona muy pendiente del lóbulo de su oreja.
RépondreSupprimerQue el Cervantes deje de quitarles clientes a las academias de español (y de adular -gastando- a los votantes hablantes de español de España).
RépondreSupprimerMuchas gracias, don Andrés. Coherente. Lo esperaba. Los once de la selección nunca escurren el bulto. Les vaya bien o les vaya personalmente mal, siempre dan la cara. Le adjunto este artículo -de uno de los pocos socialistas patrios decentes que nos quedan; a los mejores los asesinaron los terroristas de eta- que reafirma con razones de base este ajustado análisis que usted nos hace de los recientes cambios en la dirección del Instituto Cervantes. El que más hizo en la izquierda, en el Kursaal de San Sebastián, por dar la mano amigablemente a Mayor Oreja, acción mediante de Savater, y por acortar distancias con la derecha, dejando de verlos como enemigos guerracivilistas, justo al contrario de que hacen todos los socialistas que tiene poder ahora.
RépondreSupprimerhttp://www.elmundo.es/opinion/2018/07/20/5b50a5b8ca4741502b8b45e7.html
Sin estar plenamente de acuerdo en todo lo que dice ahí el socialista Redondo, me parece un artículo pertinente y muy bueno. Sobre todo por dos cosas: porque un socialista explicita que el socialismo realmente existente ahora en España deja fuera al centro social de la ciudadanía y, además, porque manifiesta que el psoe ahora está legitimando a los antisistema y a los oportunistas sin escrúpulo de uno u otro pelaje. Y estas verdades son muy, pero que muy de agradecer dichas por un socialista.
Tenía hambre hinternez y se desayuno mi comentario. Solo decía que el paso del tiempo nos hará saber si García Montero ha sido un fiasco o mereció la pena el cambio. Si consigue ser tan buen gestor como poeta será una magnífica noticia.
RépondreSupprimer¿Si ya había uno bueno para que se le cambia?
SupprimerPor que si yo entro tengo que poner a los míos y quitar a los tuyos?
¿Esto es socialismo, una nueva forma de hacer las cosas teniendo en cuenta a las personas, a su calidad profesional o humana?
Esto es lo mismo que lo anterior solo varian los amigos que se ponen y lo demás no importa, igual que el corrupto pp, y encima con amigos muy poco recomendables , pero bueno segun las encuestas esto es lo que quiere la gente un partido el Psoe que se alia con comunistas proetarras, una ignominia, y con separatistas racistas que buscan su beneficio particular haciéndose mas ricos ellos y haciendo más pobres al resto de españoles la verdad nosotros aquí en Eusksdi siempre tenemos premio ya que al que odia a España se le favorece y es que parece que los gobernantes tienen vergüenza de ser españoles o algo así y hay que hacerse perdonar.
Pues vosotros vereis españoles pero el que vota a esos partidos tiene manchadas las manos de sangre de razismo y de oportunismo.
Si la cosa se lía la culpa será vuestra y lo pagaremos todos.