17 septembre 2018

Los huesos del caudillo

SE habló mucho de esto en el verano. Los lectores de esta página acaso conozcan el interés de su autor por  los temas relacionados con la guerra civil y la memoria. Aun así jamás he querido visitar el Valle de los Caídos mientras Franco estuviera allí enterrado. Y me hubiera gustado, créanme, por razones de índole diversa (fui amigo de Herminia Allanegui y de su marido, el arquitecto don José Muguruza, hermano del que proyectó esa faraónica necrópolis), pero no lo hizo uno  porque entendía que cualquier visita a Cuelgamuros llevaba implícito el homenaje a uno de los enemigos más encarnizados de los principios de la Ilustración, que combatió con saña, sembrando el dolor y el cerrilismo allí donde puso su bota y sus decretos leyes.

Tengo amigos muy razonables que han defendido para ese lugar diferentes soluciones, incluso opuestas: quién, cree que habría que dejarlo caer; quién, que el dictador debería seguir enterrado allí, precisamente para recordar sus crímenes, y quiénes, en fin (yo mismo, en esta misma página, varias veces a lo largo de veinte años), que piensan que deberían sacarse de allí los huesos de marras y dedicar el lugar a centro de estudio y reconciliación, con el respeto debido a las miles de víctimas de ambos bandos enterradas en él. No es este el momento de dilucidar las dificultades que entrañan esas tres soluciones, sino de recordar que el gobierno, llevando el asunto por la vía del decreto ley, ha hurtado a los españoles y al Parlamento un debate en profundidad y abierto una casuística de locos (¿Cuántas nuevas exhumaciones vendrán después de esta? ¿No es razonable que los herederos de una víctima se nieguen a ver cómo los restos de esta han de reposar eternamente junto a los de su verdugo? ¿Permitirá la iglesia que la colosal cruz recuerde, si allí se hace un cementerio laico, según la última ocurrencia el presidente del gobierno impulsor de la exhumación, la salvaje represión de la que fue cómplice? ¿Se le puede imponer la cruz a los ateos y agnósticos allí enterrados?  ¿Permitirán los partidos de izquierda de hoy, herederos de los de ayer, que se recuerde su siniestro papel en la salvaje represión de retaguardia?, etc.). 

España tiene mil asuntos más acuciantes. ¿Por qué, entonces, tantas prisas? Como un buen populista, el presidente Sánchez conoce el valor de la publicidad, y necesita no la exhumación sino la resurrección de Franco. Franco no va a resucitar, claro, pero a Sánchez le vale su momia, como Evita a López Rega, el Brujo.  Y como éste, va a necesitar muchos trucos, porque los problemas del Valle de los Caídos no acaban aquí. Sólo han empezado.

    “Publicado en el Magazine de La Vanguardia el 16 de septiembre de 2018]

33 commentaires:

  1. "España tiene mil asuntos más acuciantes. ¿Por qué, entonces, tantas prisas?", nos dice el articulista. Y pienso como él: si ya lo extemporáneo es casi siempre difícil de justificar, más en este caso, en que ni existe urgencia ni otro clamor que el que los papanatas regalan devotamente a sus voceros.
    Pero el articulista parece no recordar que el reciente cambio de nombre a muchas calles de Madrid también ha resultado escandalosamente extemporáneo y también se antoja innecesario y hasta provechosamente populista. Quizá el gobierno tenga ya preparada otra andanada de medidas imprescindibles en la España actual, carente de problemas: aumentar el presupuesto para localizar de una vez por todas los restos de Lorca, declarar la guerra abierta a la iglesia pederasta y lindezas de este tipo que como el humo nublarán la escasa inteligencia de la plebe. Que el populacho hace bien la ola y no menos bien el eco lo sabe perfectamente esta izquierda socialdemócrata casposa que cincuenta años atrás tenía al capital por enemigo acérrimo y hoy coquetea descaradamente con él, haciendo muchas veces difícil distinguir sus modos y maneras de los característicos de cualquier ciudadano de derechas. hipócrita de religión pero menos de actitudes y principios.

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    1. Efectivamente, asuntos acuciantes no faltan. Sin embargo, me permitiría recordar que éste en concreto lleva aplazándose más de cuarenta años, con lo que es legítimo preguntarse si el ocultar ese hecho al proponer aplazarlo una vez más no disimula el deseo de que no se aborde nunca.
      Y también puede recordarse que estamos ante un mausoleo erigido a la mayor gloria de un "criminal de guerra y dictador sanguinario", palabras que desde Amnistía Internacional hasta muchos otros organismos, y personas de prestigio, internacionales, han explicado definen a Franco; a quien Paul Preston, en 2015, recordaba como "dictador sangriento y cruel".
      ¿Es natural que exista un monumento como ése a una persona así? ¿Y que después de 40 años siga siendo un asunto que no corre ninguna prisa? Yo creo que la respuesta a ambas preguntas es NO, y no puede ser otra.
      Respecto a lo que dice Pedro Álvarez, ese calificativo suyo de "populacho" lo retrata bien (a él, no al tal "populacho", sólo existente en su imaginación), y me temo que no muy favorablemente.

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    2. Por qué no confirmar inmediatamente si la cifra de los civiles apiolados salvajemente en Madrid en el verano del 36 es de unos ocho mil o ascendió realmente a diez mil? Tengo enorme interés en que se abra esa investigación porque mi bisabuelo fue una de las víctimas debido a su horripilante condición de diputsdo cedista.
      Y por qué no hacer lo mismo para saber definitivamente la magnitud de la carnicería de Yagüe en Badajoz? Y por qué guardan silencio ahora ante la venta de bombas a Arabia los antibelicistas que años atrás sufrían lo indecible con la inhumana e ilegal guerra de Irak? Porque la manipulación a la que voluntariamente se somete una parte del pueblo español los degrada y los descalifica

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  2. Algunas dificultades de esta vida no tienen solución y es importante darse cuenta de ello si se quiere ahorrar tiempo, esfuerzos y disgustos.

    Estoy convencido de que el Valle de los Caídos es una de esas dificultades que no tienen solución, quiero decir solución o salida que no resulte ofensiva e intolerable para una parte considerable de la población. Se le dé al Valle el destino que se le dé, para muchísimos va a ser un error y un insulto. Esto es así por el particular estancamiento emocional que se ha producido en España, tan distinto de lo sucedido en otros países, y que yo no estoy en condiciones de explicar. En Alemania, cuando se habla de Hitler, se produce un silencio incómodo, los alemanes miran al suelo, o a otro lado, y esperan que la mención pase y circule como una ráfaga apestosa que les avergüenza. Aquí no hay nada de esto, y la porfía sigue con toda la rabia del mundo, entre justificadores de la rebelión y horrorizados por la misma. Y puesto que cualquier toque al Valle va a ofender, opino que no se le debería dar ningún toque, y me explico: trasladar todos los restos humanos, respetuosamente, dignamente, al lugar decidido por los deudos. Y luego desatender y abandonar el monumento a la inclemencia de los meteoros y de la intemperie, hasta que vayan limándolo, resquebrajándolo, disolviéndolo y arrasándolo como sólo el tiempo y el olvido saben derruir las obras humanas.

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  3. A la 'incivil' guerra entre españoles, los que, de alguna forma, se sienten aún ideológicamente involucrados siguen sin querer verla a esta distancia histórica como lo que resultó ser, una guerra sectaria, sañosa y sanguinaria, que dió a luz un monstruo político, una dictadura que se prolongó hasta 1975 y sembró ‘el dolor y el cerrilismo allí donde puso su bota y sus decretos leyes’. Pero desde 1978, los españoles estamos bajo el amparo de una Constitución democrática y un Estado de Derecho, y, como país, integrados en la OTAN, la UE y otros organismos internacionales. Son muchas las cuestiones sobre las que tenemos que reflexionar los españoles que nacimos bajo el régimen franquista y aquellos otros que nacieron en tiempos más benignos. El artículo apunta a algunas de ellas, pero pocas serán resueltas si algunos españoles se empecinan (tras haber sido derrotados los regímenes totalitarios en la II Guerra Mundial y desmoronados los del este europeo) en encerrarse en ese laberinto. No podemos salvar a la II República de sus demonios, ni podemos evitar el golpe militar, ni ganar la guerra a los totalitarismos que se fajaron en ella, llevándose por delante a muchos españoles lúcidos y demócratas (a tantos inocentes), ni tampoco, en fin, evitar que el dictador muriese en la cama. Es necesario desprenderse de todas esas anteojeras y no utilizar nuestro pasado para condicionar ideológica y políticamente el presente y el futuro, sino para conocerlo en profundidad y poder restituir su dignidad a los muertos de todos. No se lo juega Sánchez, nos lo jugamos todos.

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    1. Añado: ¿Va el sr. Sánchez a remover también los restos de José Antonio Primo de Rivera? También están allí. Creo que nos van a faltar palas para dejar el país como un paisaje lunar en el mejor de los casos, porque siempre habrá gente que piense que activar los volcanes da juego.

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    2. En este enlace (https://es.wikipedia.org/wiki/Desaparecidos_del_franquismo) tiene usted una descripción del asunto, y cómo España es el país, gracias precisamente a Franco, con más desaparecidos del mundo tras Camboya. Si no faltaron balas para matarlos, seguramente tampoco faltarán palas para cumplir con una obligación que se les debe, a ellos y a sus familiares. Le recuerdo que esos desaparecidos no son criminales, sino víctimas. Tristes víctimas. Y demasiadas.

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    3. Responde usted con ligereza porque no ha leido detenidamente lo que escribí y porque no ha entendido la ironía del añadido. Al margen de sus exageraciones wikipédicas, los muertos, fuesen cuántos y quiénes fuesen, son de todos porque la guerra 'incivil' fue de todos en mayor o menor medida. Cada cual tendrá su cuota y el sufrimiento de mi familia fue ocasionado por los sublevados. La propaganda de la dictadura no me ha hecho vulnerable a la de políticos arribistas, sectarios con retrovisor y extremistas enfermos de melancolía.

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    4. Nada de exageraciones, y mucho menos wikipedicas, puede usted creerme si le digo que no hay mucha gente mejor conocedora que yo de lo sucedido durante la guerra civil. Y lo he hecho buscando la objetividad, que hoy en día se puede conseguir gracias a los últimos historiadores ingleses y a la apertura reciente de los archivos moscovitas. Lo que no se puede hacer, amigo mío, es comprarse un libro de Santos Julia y otro de Fusi y ni corto ni perezoso asomarse un rato a un blog a meter la pata y ademas con pedantería.
      Le repito que la cifra admitida sobre los civiles asesinados en Madrid que he aludido, oscila entre ocho y diez mil. De igual modo, la carnicería de Yagüe en Badajoz, con todo lo inasumible que resulta, no sobrepaso los ochocientos apiolados, en contra de los dos mil que un frívolo y sensacionalista Jay Allen hizo creer a quienes estaban deseando creerle. Debemos,creo yo, rebelarnos ante la idea de que la historia pase de ser escrita por los vencedores a ser escrita por los vencidos.

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    5. Supone usted que hago un cóctel (mal hecho, por supuesto) de cualquier libro de Santos Juliá y el que sea de Fusi, me riñe por meter la pata y me califica además de pedante. Si éso lo sosiega, me alegro. Pero no sabe usted si he leído a ambos o a ninguno, bien pudise ser que hubiese leído a otros que no menciona o a ninguno de ellos tampoco, o a todos. Que yo sepa lo que se escribe en los comentarios de este blog no son ponencias soportadas por exhaustivas bibliografías y datos cernidos en archivos por un permanente congreso de historiadores, sino opiniones de seguidores del blog. Aquí, es mi opinión, no se hace historia, sr. Álvarez. No me despreocupan las cifras, pero tampoco me obsesionan. No soy historiador. Cuando digo que el sufrimiento de mi familia fue ocasionado por los sublevados, no hago más que afirmar la verdad. Doy por hecho que otros muchos españoles hayan sufrido más porque la tragedia de sus familias (de unos o de otros) haya sido aún mayor. Tanto como que la dictadura la sufrimos la inmensa mayoría. Terminaba escribiendo que ‘La propaganda de la dictadura no me ha hecho vulnerable a la de políticos arribistas, sectarios con retrovisor y extremistas enfermos de melancolía.’ Justamente, para que la historia la escriban quienes investigan los hechos con rigor y sin alineamientos políticos o ideológicos, peor aún con intenciones e intereses que no sean los de aproximarse a la verdad de lo sucedido. Dice usted que puedo creerle ‘si le digo que no hay mucha gente mejor conocedora que yo de lo sucedido durante la guerra civil’. Si es cuestión de creencias no se preocupe, aunque no sepa quién es usted. En cambio si se quiénes son Santos Juliá y Fusi. Un saludo cordial.

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  4. Tremendo el comentario despectivo del señor Álvarez, leyéndolo me pareció retroceder a no sé qué cloacas de la historia, quizás Fernando VII y por ahí. Ignoro la definición de "populacho" que aplica este sujeto, pero apuesto a que es una que a él le deja fuera del concepto.

    Hay asuntos apremiantes, acuciantes, cierto. Pero no van a ser retrasados por atender a la afrenta histórica que supone la celebración del dictador. Son cosas independientes y separadas. Se puede atender a la segunda sin menoscabo de las primeras.

    Además: se maneja una idea de lo acuciante muy a ras de suelo, muy roma. Claro que sacar de ahí al dictador, o borrar de las calles a sus cómplices, no va a aumentar el PIB, ni a disminuir el colesterol de nadie, ni a permitir que coman los hambrientos. Tendrá pocos efectos prácticos, tal vez. Pero a lo mejor permite que un buen ciudadano pasee por la ciudad sin que se le revuelvan las tripas viendo homenajeado en las placas al asesino o al torturador de su abuelo o de su tío. ¿Acaso es esto menos acuciante? Seguro que para el hipotético ciudadano va a ser incluso bastante práctico.

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  5. Creo que usted y el señor anonimo descontextualizan mis palabras. No obstante, no tengo inconveniente en aclarar que populacho, nos guste o no, es la masa que se pliega a la voluntad de los embaucadores. Y si tampoco le satisface la matización, retiro la denominacion de populacho y seguimos un poco menos hostiles.

    En cuanto a los asesinos con placa en las calles, los que mataron a mi bisabuelo no me importa que tengan placas o no, lo indigerible es que su acción haya quedado impune y los victimarios se hayan convertido en muchos casos en víctimas heroicas. Me entiende ahora un poco mejor?

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  6. ¡Con lo sin resentimiento que fue nuestra tradición picaresca para enfrentarse a las necesidades de la vida! -piensesé en El Lazarillo o en los personajes de Cervantes o en Pepe Isbert- y, sin embargo, qué insistencia guerracivilista y qué empeño en conservarle a la hoja de la navaja trilera la herrumbre. El populacho es la picaresca resentida del reaccionario carlista con trabuco, por descontado, y la de las ilustradas que tricotan en la plaza también. Que la Ilustracion tampoco se vaya de rositas. Para mí, también populacho, que la mala hostia que tenemos acumulada es inconmensurable y que es lo que nos pierde, A unos más que a otros, eso sí, porque todos los animales de la granja somos iguales, pero unos no tan idénticos como lo son otros. Es la diferencia de las picarescas, creo.

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    1. A mi, en vez de insuflarme durante la niñez "mala hostia" y odio hacia los asesinos de mi bisabuelo, me educaron para que aprendiera a asumirlo sin rencor. Por eso me cuesta tanto entender ahora que las víctimas de Franco y sus descendientes reaccionen de forma diametralmente opuesta, infectando la herida.El maniqueísmo es torpe y envenena.

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    2. Esa educación generosa, para mí, se evidencia en su escritura, don Pedro. Saludos.

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  7. Las guerras son todas crueles, todas, una guerra como poco enfrenta a dos ideas distintas, al sometimento del invadido sobre el invasor y muchas cosas mas, pero sobre todo las ansias de poder, creo que se pueden decir mas cosas, pero todos lo entendamos perfectamente.
    Nuestra desgracia, no solo, que también, fue padecer esa desgracia entre hermanos, vencedores y derrotados y, como todo el mundo sabe a estas alturas nadie gano, esto dicho asi, como para regalar a algunos el oido.
    Claro que los vencedores vivieron mejor, no mucho mejor, por lo menos no fueron perseguidos, castigados, etc.
    Entonces eso, la guerra fue lo que fue, nada o mucho que decir, ¿pero los cuarenta años de dictadura? no se si hay un caso similar, si ya se que los listos de la clase diran la URSS o Cuba, si, ya lo se, en cualquier caso, ninguna tiene un pase y, si no tiene un pase, que no puede tenerlo los cincuenta años de ETA, tampoco los años de la dictadura, que por cierto, coincidieron en el tiempo y de no haber existido una, quizas no habria surgido la otra.
    Todo el mundo sabe lo que esta bien y lo que esta mal, sobre todo la buena gente que lucho en cada bando, hablo de la buena gente, los canallas son atemporales y tienen el don de la ubicuedad, que no el de la hebriedad.
    Digo, que a la buena gente, les toco vivir en un época y en un lugar donde poco se podia hacer, más que obedecer y morir incluso por causas agenas.
    Si estamos en esto de acuerdo, hoy y ahora, hagase la justicia debida y dejese de homenajear al causante del problema.
    Yo si visite hace muchos años este lugar, entonces sabia muy poco, escasmente como y por quienes fue construido en régimen de esclavitud, esto nadie lo negará, asi, en mi humilde opinión deberia ser desmontado y como tantas otras cosas de hoy en dia, reciclar aquellos monumentos artísticos, que los hay, en otros lugares.
    Que cosas, ahora, mientras esto escribo, comienza una pelicula en la 2  que se titula "Los que no hicimos la guerra" digo yo que ya es hora de hacer justicia para conseguir la PAZ, nos quedan escasmente veinte años para haber vivido la generación de nuestros padres, la nuestra y alguna más los cien años de "soledad" ignominia y retraso intelectual.

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  8. “Cervantes no ha perdido nunca la complacencia en la realidad, pero sabe lo que después, siglos después, dirá Antonio Machado:
    “de toda la memoria solo vale/
    el don preclaro de evocar los sueños./“
    [...]
    Y se despide [Cervantes] -del lector, de la vida- con estas aladas, entrañables palabras, que no pueden leerse sin sentir que aprisionan, en solo dos líneas, el “quién” que fue Cervantes: “Adiós, gracias; adiós, donaires; adiós, regocijados amigos; que yo me voy muriendo, y deseando veros presto contentos en la otra vida.”” (J.M.)

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  9. Según la RAE el populacho es la "clase ínfima de la plebe", la cual a su vez se define como la clase social más baja o, en el pasado, la clase social común. Tal como van las cosas, el populacho quizás sea hoy día la mayoría social democrática. Pero Pedro Álvarez tiene su peculiar diccionario (¿émulo de aquella vieja gloria, la Enciclopedia Álvarez?) según el cual el populacho es la masa que se pliega a la voluntad de los embaucadores. O sea, lo que antes se llamaban cándidos, pánfilos, panolis, almas de cántaro. Solo que, dada la cantidad actual de embaucadores en ejercicio, y la masa ingente de panolis embaucados, el populacho-Álvarez corre peligro de abarcar al total de la población.

    Dios, qué antiguo y vergonzante queda hoy todo este lenguaje de la plebe y el populacho. Han cambiado mucho las mentalidades y también la propia ciudadanía, quizás decantándose hacia aquello que era la plebe, pero desacomplejada y autosatisfecha.

    Sin llegar precisamente a la aristocracia o a la nobleza, antes se hablaba mucho de "personas de calidad", sin que hiciera falta precisar que se trataba de "buena" calidad. En el Quijote aparece unas cuantas veces la expresión. Había también los prohombres, los notables, los próceres, las fuerzas vivas. Que no siempre eran ejemplares o modélicos, aunque solían caracterizarse por cuentas corrientes más que saneadas. Evoluciona la sociedad y evoluciona el lenguaje que la describe. Se poda la lengua, pero se incrementa la justicia y el trato digno exigido. Nadie quiere ser plebe, y aquello de "proletarios" suena hoy más a arqueología que a siglo XIX. Al final el tiempo, gran demócrata, nos iguala a todos y nos deja como a los pobladores del Valle de marras: calvos y mondos.

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    1. Tan antiguo y vergonzante mencionar al populacho como el término Negro, del que una oenege ha solicitado a la RAE una urgente redifinicion para evitar anacronicos agravios. Estamos en época guay, poniendo palos a las ruedas, traspasando las líneas rojas y practicando el laismo a tutiplen con orgullo. Por eso no se entiende que a un intelectual como usted se le escape el vocablo Dios inconscientemente. Ha tenido una educación de derechas y ahora sufre lamentables contradicciones.Vaya por Dios.

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  10. No nos queremos enterar, don Pedro Álvarez. "Asumirlo sin rencor" es una cosa y asumirlo sin justicia es otra. Asumirlo sin rencor es la única manera de sobrellevarlo si no se quiere tener una vida desquiciada y amargada. Y a estas alturas yo creo que todo el mundo, o casi, lo ha asumido sin rencor, qué remedio. Pero ¿eso que tiene que ver con la ausencia de reparaciones, con la ausencia de rehabilitaciones de personas condenadas en juicios-farsa, con la devolución a las familias de los restos? El bando franquista ha estado juzgando adversarios, castigándolos, honrando a los suyos en los muros de todas las iglesias ("presente!!") ¡¡desde 1939!!. Mira que se ha explicado hasta la saciedad. ¿De verdad, don Pedro, que no lo entiende?

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    1. Lo que no entiende usted ni mucha gente es que si los vencidos hubieran ganado la guerra habrían obrado con la misma impunidad y arbitrariedad que Franco e incluso peor. Si se es capaz de reconocer esta verdad concluiremos juntos que el asunto del Valle se está manejando espuriamente en busca de rentas electorales por quienes no tienen nada mejor que ofrecer a los españoles.

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    2. Lo que hubiera ocurrido caso de haber vencido la República es imposible de saber, sólo puede suponerse con más o menos fundamento; y esa "verdad" que usted pretende es sólo su interesada suposición.
      Sin embargo, le recuerdo unos hechos ocurridos durante la guerra, y que sirven para dar una idea de los planteamientos de uno y otro bando.
      En 1936, Franco concede una entrevista al periodista norteamericano Jay Allen (aquí puede verla: https://www.letraslibres.com/mexico-espana/jay-allen-entrevista-francisco-franco-en-julio-1936). Como verá en el texto, en cierto momento Allen, ante un comentario del propio Franco, le comenta a su vez: "Tendrá que fusilar a media España", a lo que Franco responde: "He dicho cueste lo que cueste".
      En 1938, Azaña pronuncia un célebre discurso, en el Ayuntamiento de Barcelona, que aquí puede ver resumido (https://es.wikipedia.org/wiki/Paz,_piedad_y_perd%C3%B3n), y en el que dice textualmente entre otras cosas que «Combatimos por la libertad de todos, incluso la de nuestros adversarios», y habla (el lema es célebre) de "Paz, piedad, perdón". (En el mismo enlace puede ver cómo, cito, "Los historiadores remarcan que estas llamadas al cese de la guerra y la negociación no se realizaron con la República ya perdida, «sino cuando estaba caliente y bien mediada»" la guerra.
      Como puede ver, son actitudes radicalmente distintas; de hecho, opuestas.
      Y esto que cuento sí es "verdad", no como sus muy arbitrarias suposiciones.

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    3. Supongo que se da cuenta de que esto no es un argumento. Las condenas morales deben ser iguales para todos. Si los vencidos se hubiesen comportado con la misma injusticia que han mostrado los vencedores, en tal hipotético caso tendríamos que haberles exigido lo mismo que exigimos a estos: justicia, reparación, rehabilitación, revisión y recalificación de cientos o miles de litigios y abusos.

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    4. Esa exigencia a la que usted alude debe ser la que estos días se aplica caprichosamente a los diferentes implicados en los másteres y tesis, pero unos ofrecen credibidad absoluta porque me apetece y otros serán siempre mis enemigos. Cuando el gobierno sortea a la oposición utilizando engaños y trileros, su actitud despierta risas y admiración. Cuando ocurre lo contrario se invoca la palabra mentira y se exige penitencia.
      Han pasado ya ochenta años y nada ha cambiado sustancialmente, por eso nos respetan tanto en Europa.

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    5. Esa exigencia a la que usted alude debe ser la que estos días se aplica caprichosamente a los diferentes implicados en los másteres y tesis, pero unos ofrecen credibidad absoluta porque me apetece y otros serán siempre mis enemigos. Cuando el gobierno sortea a la oposición utilizando engaños y trileros, su actitud despierta risas y admiración. Cuando ocurre lo contrario se invoca la palabra mentira y se exige penitencia.
      Han pasado ya ochenta años y nada ha cambiado sustancialmente, por eso nos respetan tanto en Europa.

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    6. Señor Anónimo, se empeña usted en ilustrarse en Wk y ofrece una imagen muy pobre a la hora de debatir. Otros autodidactas leen mucho mientras viajan en metro y alcanzan un culturista de anécdotas de portera.
      Mire, Jay Allen fue un mercenario que como otros muchos corresponsales vinieron a España a cubrir la guerra en busca de notoriedad y prestigio, por no decir plata fácil. Por eso está desacreditado, igual que en ese aspecto Hemingway fue un perfecto farsante que se alojaba en el lujoso hotel Florida, atiborrado de caviar y vodka por la embajada rusa, mientras los compañeros y compañeras se dejaban la vida en el frente. Él acudía a esa primera linea, a eso de las once de la mañana, medio resuelta ya la resaca. Lo situaban a centenares de metros del riesgo, le entregaban un fusil y el muy simplón disparaba a los perros fascistas. Luego regresaba muy inflamado al hotel.
      En cuanto al asunto de Badajoz, puede asegurarse ya que Allen describió pormenorizadamente los horrores ocurridos desde su cómodo alojamiento en Portugal. Vio el filón y escarbó con éxito.
      Le recomiendo que abandone sus practicas incultas y recurra a fuentes más divertidas, como por ejemplo leer "Idealistas bajo las balas", de P. Preston. Aunque a lo mejor escribe usted en Google qué pasó en la guerra española y en media horita se entera. Otros vieron la película Daragon Rapide y ya no les hace falta más.

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    7. Yo no tengo ninguna duda (cómo voy a tenerla) de la superior calidad no sólo de su información (porque, como usted comprenderá, uno ha nacido de una espora, y no tiene ni familiares ni conocidos que hayan padecido en sus carnes la guerra del 36, privilegio éste reservado exclusivamente a seres excepcionales como usted), ni de la de su inteligencia.
      Por lo demás, es sabido que quienes carecen de argumentos lo primerito que hacen es descalificar personalmente a quienes tienen la osadía de contradecirles, que naturalmente (según ellos) nada saben, y sólo alcanzan "un culturista" (sic, imagino que se trate en realidad de 'una culturita') "de anécdotas de portera".
      Cosa natural, si atendemos a que la entrevista de Jay Allen a que me refería aparece reproducida en medios como "Letras libres", de cuyo Consejo Editorial en España forman parte mediocridades intelectuales, nutridas de "anécdotas de portera", tan características como Félix de Azúa, Jorge Edwards, Fernando Savater, Mario Vargas Llosa, Enrique Vila-Matas o Juan Villoro. (Vaya lujo de "porteras"; me gustaría vivir en su edificio).
      También puede usted encontrarlo en la página del Centro Virtual Cervantes (sede en internet del Instituto Cervantes, otro nido de porteras). De ahí tomo el texto que le enlazo ahora (https://cvc.cervantes.es/actcult/corresponsales/sta_cecilia.htm), relativo precisamente a los corresponsales extranjeros en la guerra civil; ahí habla como verá (si quiere), y no poco, de Jay Allen.
      Prácticas incultas, una vez más; que Vargas Llosa y los demás que citaba, o el Instituto Cervantes, comparados con su Superior Sabiduría, no son más que desinformados espectadores de la película "Daragon (sic, de nuevo) Rapide". Que inteligente e informado, sólo usted, oiga.
      Otro enlace, y termino: en este mismo blog puede usted ver una interesante entrada, de Abril de 2012, donde entre otras cosas se incluye, como verá, una fotografía con las banderas nazis que aguardaban la llegada de los restos de José Antonio, en 1939. El enlace: http://hemeroflexia.blogspot.com/2012/04/entre-miedo-y-asco.html
      También puedo recordarle al respecto el papel decisivo cumplido, por ejemplo, en la liberación de París por "la Nueve", con tantos republicanos españoles en sus filas.
      Pero en fin, nada de eso, una vez más, importa nada, y las banderas nazis son perfectamente equivalentes a la liberación de París. Y quien no lo vea así, lo mejor que puede hacer es abandonar sus prácticas incultas y porteriles, callarse, y escucharle a usted, Única Fuente de la Verdad y el Culturismo.
      Si yo lo entiendo.

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    8. Por cinfunfir confunde usted ya cultura con culturismo.
      En fin....

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    9. Mi buen amigo, la confusión es suya, no mía; yo me limito a recordársela. Repase su propia nota, y no se "cinfunda" una vez más.
      De nada.

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    10. Su corrección es tan pobre como el cacumen de los adoradores de Wk. Ande, metase en la cama y rece a los angelitos para que no suele usted con el culto Schwarzenegger

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    11. Irracional y faltón hasta el fin: el pobre PA es así, qué le vamos a hacer. En fin, ahí quedan, para quien quiera verlas y compararlas, mis notas y las suyas. Hablan por sí solas.

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  11. "Habrían obrado". ????

    Aquí ya cae usted en la política-ficción. No se lo tome a mal, pero me gusta más Isaac Asimov.

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    1. Qué capacidad tienen algunos para contarse un cuento muy bonito al acostarse. Cuando uno se topa con los demócratas pierde ante su superioridad moral.

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