“EL manantial” de Ingres representa a una muchacha desnuda. Está de pie y sostiene un gran cántaro de barro. De la boca del cántaro, que apoya en su hombro, sale agua, que cae al suelo. Aunque todo en la escena parece sereno y frío, se respira en ella una gran sensualidad. Esa ninfa, como las venus florentinas, está de pie, sí, pero hay algo en ella que está echado, como sucede con las venus venecianas. ¿La edad de esa muchacha? Lo diremos con palabras de Cervantes. En una época en que la belleza y la salud eran frágiles y efímeras, Cervantes precisa siempre la edad de cada cual. De vuelta de Barcelona, donde acaban de derrotarle, don Quijote se tropieza a dos muchachas vestidas de pastoras. “Su edad, al parecer, ni bajaba de los quince ni pasaba de los dieciocho”. La edad de la muchacha de Ingres tampoco parece bajar de los quince ni pasar de los dieciocho, es decir, una edad de la que se habla mucho en el Código Penal. Ni que decir tiene que la muchacha de Ingres es bellísima y su cuerpo, maravilloso. Para suerte nuestra, esa muchacha está en Madrid.
Puede verse desde la calle, sin entrar siquiera a la sala donde se expone. La Fundación Mapfre ha puesto el reclamo de su figura en la fachada. Como ese cartel de cuatro metros de alto y uno de ancho está colocado perpendicularmente, todo el mundo puede verla desde lejos.
No deja de maravillarnos. La gente que camina por la acera en uno y otro sentido pasa deprisa por allí. La mayor parte, apretados por el afán diario, ni siquiera llega a reparar en ella. Ese cartel, me digo, no se hubiera podido poner ahí hace tan sólo cuarenta años. Las autoridades habrían aplicado a los responsables también el Código Penal por alteración del orden público. Lo que no habrían dado Cervantes por haber visto una pintura como esa, me digo: ahí, de pie, serena, sensual, soñadora, es la proclamación de la vida y de la belleza. ¿Permitiría esta sociedad en su vía pública un desnudo masculino equivalente, incluso el de esta muchacha si fuese fotográfico y no pictórico? Es poco probable, pero esa certidumbre no estorba su contemplación y la gratitud por su existencia. Nos recuerda también el largo y penoso camino que esa muchacha ha recorrido hasta llegar ahí. Piensa uno también en todos los países del mundo donde prohibirían ahora “El manantial”. Así que llegados a este punto, considera uno lo afortunado que es, inconsciente de ello a veces en nuestro afán diario.
[Publicado en el Magazine de La Vanguardia el 8 de marzo de 2015]
Antes escuché a una manifestante pro igualdad para la mujer : Estamos en la edad de piedra , para muchos no fue ayer el dia d
RépondreSupprimere la mujer trabajadora, sino el día de la hembra, con gran protagonismo de doña Esperanza.
La fotografía erótica hace 50 años era pornografía, hablando en términos criminales , si la foto era la cara de una diva de Hollywood llevaban su carga pecominosa.
España fue pionera del cine porno de la mano de un gran aficionado al sexo, me refiero al Rey Alfonso XXII, las veía el solo el bandido, pero ahora rulan por la red, hay que reconocer que las películas resultan un tanto irreverentes y tienen su arte,
Por estos pagos no solo desconsideramos la fortuna de haber nacido occidentales, sino que luchamos contra ella para convertirla en desgracia y culpar al vecino. Casi es más fácil pedirle a la imaginación la fotografía dantesca del apocalipsis que la de los españoles fumando la pipa de la paz.
RépondreSupprimerArcadi Espada será el número dos de Luis García Montero por Madrid. “ Siempre he creído que Arcadi era de los nuestros”, ha declarado el teórico de la Otra Sentimentalidad, Poesía de Experiencia o Poesía Moña y capo a la vez de la principal mafia literaria española. “Los mofletes de Luis me ponen casi tanto como el más famoso endecasílabo desde Boscán y Garcilaso” ha dicho el enfant terrible de la derecha “ y en su honor propongo que Ciudadanos se fusione con Izquierda Unida y se rebautice como Cofradía del Endecasílabo del Taxi”
RépondreSupprimerLa muchacha cantarera, la jeune-fille-source, la koré de Ingres inclina su cántaro, divide el caudal con la mano y derrama el agua sobre el mundo sin ser capaz de aplacar la sed que engendrado.
RépondreSupprimerLa lozanía y la luminosa belleza de la koré, mojada y húmeda de su cántaro, ofenderían sin duda a los censores católicos, que prohibirían la reproducción del cuadro si conservaran un ápice del poder que los ciudadanos ya les han retirado. En lo que al fluir se refiere, en cuanto a emanaciones y humores, el gusto católico se estancó en "el sudor de tu frente" y en la sangre intercostal de Cristo, más cruces y calaveras, tan presentes en el sórdido tenebrismo de los zurbaranes, como corresponde a una religión centrada en la Culpa, en la renuncia, en el asco del cuerpo y en la auto-negación.
Los censores católicos que cercenaron mi/nuestra adolescencia verían otra cosa al mirar el manantial que la muchacha crea. Verían quizás el tiempo que fluye y ha de que convertir a la grácil koré en una torpe matrona de senos grávidos.
Albert Rivera se desnudo contra el nacionalismo, además permite que la gente honesta del PP tenga a quien votar. ¡ Bravo Albert !
RépondreSupprimerTodo es todo y nada al mismo tiempo (F. Pessoa).
RépondreSupprimerSi alguien quiere ver superada su capacidad de sorpresa, que no deje de ver The act of Killing de Oppenheimer en You Tube
RépondreSupprimer“Tu frescor aliviaría / la oscuridad de mi corazón”. (En Sevilla, o en Agmat, Al-Mutamid a su amada).
RépondreSupprimerSomos muy afortunados cuando vemos que, no muy lejos, se destruye arte milenario....
RépondreSupprimerSaludos,