Ayer, en El País, hizo uno un chat, del que extracto algunas respuestas. Debiera tener en esta página, al margen del blog, un lugar donde se pudiesen ver estas cosas, noticias, entrevistas, reseñas linkadas. Para eso en principio es una página web, pero mis habilidades técnicas son limitadísimas. Tal y como uno lo entiende, un blog, como casi todo, debiera ser, más o menos, el lugar en el que uno habla de todo el mundo menos de sí. No puede uno andar por la vida de hombre-anuncio de sí mismo. Hubo ciento veinte preguntas, de las que le dio tiempo a uno a responder una veintena, por orden de llegada. Pedí que me enviaran el resto a mi correo, para responderlas tranquilamente en casa, pero la persona que moderaba el asunto vio, como lo vi yo, cómo desaparecían en el ciberespacio, sin posibilidad de recuperación. O sea, que quien más quien menos tiene también sus limitaciones. Las respuestas completas se ven en http://www.elpais.com/edigitales/entrevista.html?id=7962. Aquí van algunas, con mínimas correcciones.
Hace un par de semanas compré Apenas sensitivo en el Rastro por diez euros. En mi lugar, ¿hubieras tenido tan pocos escrúpulos? (Moltisanti)
Creo que yo también vi ese ejemplar, que estaba sin sobrecubierta y deteriorado. O sea, que pagó mucho por él, desde mi punto de vista. Por eso se lo agradezco más.
¿Cuál es el origen del titulo Apenas sensitivo? (Darío Jaramillo)
El poema de Rubén Darío "Lo fatal" ("Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, / y más la piedra dura porque ella ya no siente..."). El título, provisional, como tantos, vino a confirmarse en una visita a La Villa delle Ginestre en Torre del Greco, donde Leopardi trató de mejorar su salud. En aquella casa había un reloj de sol, cuya leyenda latina decía Sine sole sileo (Sin sol me silencio, o Sin sol me callo, o En silencio sin sol). A la palabra sileo se le había caído la e, como si hubiese empezado a dar ejemplo por sí misma. Había algo irónico en esa coincidencia... fatal.Todas esas cosas, de una manera oscura,confirmaron el título. Me gustaba el tono irónico que puso en esas palabras Darío. Porque la ironía es la cortesía de la literatura, como la claridad es la cortesía del filósofo.
¿Tienes alguna opinión formada sobre el "género" del microrelato? (Mateo)
Creo que la literatura ha tenido desde la antigüedad tanto éxito porque debe de ser de los pocos sitios donde el tamaño no importa. Aunque si le soy sincero, el género de los microrelatos ese no suele gustarme mucho. No sé qué me pasa, que a la mitad de uno de esos cuentos me aburro y lo dejo, incluido el famoso de Monterroso, que jamás he podido acabar, como me ha sucedido, por cierto, con el Ulises de Joyce.
¿Has leído algún autor de la generación Nocilla? (Darío)
No.
Buenas tardes Andrés, ¿suele escribir desde el lado emocional? (Caleta)
Lo que se sabe sentir se sabe decir, es frase de Cervantes que me gusta repetir, y la literatura que no nos emociona, que no nos conmueve, ¿puede tener algún interés? Sólo lo que nos conmueve, nos hace mejores, de una u otra forma. Hay otras formas, claro, que nos mejoran sin conmovernos especialmente (la filosofía o la ciencia, por ejemplo). Pero hablábamos de poesía.
¿Para cuando otro libro de poesía? Leo y releo "Un sueño en otro". Cada mañana, un poema suyo me sirve de bálsamo. Gracias por emocionarnos. (Oñivenis)
Gracias. Y cada vez que ocurre un hecho parecido, con esos poemas o con otros, de poetas mejores o peores, grandes o pequeños, el mundo gira de otro modo. Como gira de otro modo para el niño cada vez que logra levantar en la playa una casa de arena que desaparecerá con la marea. Mientras está en pie ese montón ordenado en forma de castillo de arena, su mundo es inexpugnable. Lo paradógico es que los poetas nos ocupamos de la mareas, las altas y las bajas, y de la hermana luna, que las rige. Y comprendo que no son estas cosas para hablarlas así, en un chat, aunque de eso trata también la poesía, de dar testimonio de nuestra intimidad en un mundo que se avergüenza de la belleza o la combate.
Yo le hubiese preguntado sobre la enemistad existente entre Javier Marías usted. Quizá me meto donde no me llaman pero como son dos de mis escritores españoles preferidos y he crecido con ustedes desde la Universidad ( hace casi 20 años) me produce tristeza.
RépondreSupprimer¡Saludos!
Es hermoso lo que escribe de la poesía. Tan hermoso como me ha sabido el discurso de Matute. Hay mucho en ese chat que, por instantáneo, le añade aún más mérito. Nutritivo. Deduzco que hay tiempo de autocrítica. Sin embargo, no creo que la palabra sea 'honesto' sino tal vez humilde o perfeccionista. Y como tal, 'prácticamente lo tendrá (casi todo) por provisional'.
RépondreSupprimerLuego hay otra opción que consiste en no releerse. Hay autores que así lo manifiestan (Javier Marías es uno de ellos y rescato su figura porque me parece intrascendente el encontronazo, la verdad, creo más interesante el nexo virtual en el lector). De algún modo, quizás sea estancarse, bloquearse,... aunque claro, la poesía es otra cosa.
Siendo sincero, estoy aquí por su poesía y sus colaboraciones en prensa. Pero retomando lo que quiero transmitir...incluso en el ámbito de la poesía hay destacados que defienden su corrección. Unas veces inmediata y otras en futuras revisiones, reediciones, antologías...
En cualquier caso...comentarle que leerle es un placer. Un incentivo para seguir disfrutando. Permítame una ironía; la sensibilidad, incluso voraz, opino que no es provisional.
A propósito de Javier Marias, ayer estuve en la librería Méndez de la Calle Mayor y allí estaba firmando ejemplares de su novela Los enamorados.
RépondreSupprimerEl motivo que me llevó a la librería fue comprar tu libro Apenas Sensitivo, me lo facilitó el propio Antonio Méndez después de luchar entre toda la gente que estaba esperando a la firma de Javier Marias. Compré también el de Los enamorados, aunque no me esperé a la firma porque había mucha gente. Estaba tambien junto a Javier Marias, de pie, mientras éste firmaba, Benjamín Prado. Precisamente estoy leyendo su libro Operación Gladio que me está gustando mucho, así se lo hice saber. Le mostré los dos libros a Benjamin y le dije que a pesar de estar enfrentados Javier Marias Y Andrés Trapiello, era admirador de ambos. Otra casualidad más, antes me había pasado por la Casa del libro en la Gran Vía y allí se había agotado Apenas sensitivo, una chica preguntó por el libro de Bejamín, Mala gente que camina, el vendedor un chico joven le dijo que estaba una planta más arriba, a continuacíon le preguntó a un compañero que si lo había leido, y se lo recomendó encarecidamente diciendo que era una gran novela que le había gustado mucho. Por supuesto se lo hice saber a Bejamín. Nada más llegar a casa, dejé a un lado la novela de Benjamín y me puse a leer el último tomo de tú Salón de los pasos perdidos. Espero que se reediten pronto, como haq hecho con el Gato encerrado los cuatro siguientes que son los que me falta por leer. Saludos cordiales
Me parece que, en parte, lo que pasa es que Marías tiene sutilmente comprada mucha mas crítica y mas decisiva que Trapiello que es un campeón haciéndose enemigos. Yo creo que los necesita.
RépondreSupprimerEntre otras cosas, lo que me parece que pasa es que Marías tiene mucha mas crítica sutilmente comprada que Trapiello, que es un campeón haciéndose enemigos.
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