Me he estremecido al ver la foto del personaje. Tengo en la deshabitada casa de mis padres, un rollo como pergamino, con los bordes deshechos, de una foto de mi bisabuelo. Casi diría que es la misma persona. La misma vestimenta: una camisa blanca abrchada hasta el último de los botones con una chaqueta negra por encima, el pelo repeinado hacia adelante, un rostro campesino, rudo y sacrificado, una mirada perdida y curiosa (también infantil), y el fondo sepia de siempre.
Este traje te queda que ni pintado. La frase debe proceder de estos viejos retratos, de los trajes pintados encima de cuerpos poco acostumbrados a la camisa blanca e impoluta con la que el fotógrafo amorosamente los vestía. Muchos tuvieron una sola fotografía de ellos mismos, pero no tuvieron ni camisa blanca ni armario donde colgarla; pero los recordaremos, o los olvidaremos, vestidos así, con su ilusión.
Es la misma foto de todas las historias. La foto de la vida anterior. Está en el Rastro como puede estar en cualquier parte.
RépondreSupprimerSaludos.
Me he estremecido al ver la foto del personaje. Tengo en la deshabitada casa de mis padres, un rollo como pergamino, con los bordes deshechos, de una foto de mi bisabuelo. Casi diría que es la misma persona. La misma vestimenta: una camisa blanca abrchada hasta el último de los botones con una chaqueta negra por encima, el pelo repeinado hacia adelante, un rostro campesino, rudo y sacrificado, una mirada perdida y curiosa (también infantil), y el fondo sepia de siempre.
RépondreSupprimerEste traje te queda que ni pintado. La frase debe proceder de estos viejos retratos, de los trajes pintados encima de cuerpos poco acostumbrados a la camisa blanca e impoluta con la que el fotógrafo amorosamente los vestía. Muchos tuvieron una sola fotografía de ellos mismos, pero no tuvieron ni camisa blanca ni armario donde colgarla; pero los recordaremos, o los olvidaremos, vestidos así, con su ilusión.
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