En apenas tres semanas, has sentido que internet era un circo de tres pistas, semivacío. Trabajan, nunca mejor dicho, para todos, para ninguno. Por el placer de cabalgar. Hay un hombre maduro en la pista, a pie, sobre la arena, que lleva de las bridas dos caballos. Estos galopan en círculo a su alrededor. Sobre los caballos, los jóvenes, sin detener el galope, saltan a uno y otro lado de sus monturas respectivas, se ponen en pie sobre la silla, se sientan de golpe, vuelven a desmontar, como cosacos. El hombre maduro ni siquiera da vueltas, hace pasar las bridas por detrás de sí con el brazo en alto. Les contempla satisfecho, acaso un poco cansado, pero vagamente feliz. Los jóvenes no piensan aún en la felicidad, porque no lo necesitan. El mundo gira. Se ha hecho un gran silencio. Han desaparecido las gradas, la carpa, y se diría que todo lo que sucede, sucede dentro de cada uno de ellos, de los mismos caballos. En todos, el animal de fondo. Fuera, una noche estrellada.
Excelentes las fotos (muy buena la serie de Los Pagos) y excelentes los dibujos japoneses.
RépondreSupprimerEl texto, Andrés, un emocionante poema.
RépondreSupprimerDos chicos muy creativos, ya estuve viendo sus webs hace días.
RépondreSupprimerPor si a G. le interesa, hay un ensayo ilustrado muy sugerente en FMR sobre ilustración japonesa: "Postales de Miyatake", con textos de E. de Goncourt y E. Sturani. Es un estudio sobre los recursos gráficos de las postales que aparecían como suplemento en el periódico humorístico japonés "Kokkei Shinbun" y que dirigía este Miyatake Gaikotsu a principios del siglo XX. Las ilustraciones son poco conocidas.
"Reir en Tokyo". Postales de Miyatake.
FMR Nº22 (Nov-Dic 2007)- págs. 1-36