15 septembre 2012

Cual estival vilano

ESTÁBAMOS en otras cosas, y nos llegó esta fotografía encontrada por G., vete a saber dónde, con estas únicas palabras suyas: "... y sin embargo, tan ligera".
Y esa palabra nos recordó los versos de JRJ: "tan leve, van voluble, tan ligera / cual estival vilano...". Y comprendimos que el alma de la Victoria de Samotracia flota en el aire, alada, como la alegría, como estos vilanos que son la póstuma sonrisa del verano y que nosotros le enviamos de vuelta con este soplo.



6 commentaires:

  1. Me cuesta trabajo aceptar que el alma de la Victoria flotase en el aire con alegría. Por lo menos en los años sesenta, mientras docenas de aspirantes a ingresar en Arquitectura sufríamos de lo lindo para "mancharla" utilizando carboncillos, difuminos,plomadas,miras, trapos y heterodoxos utensilios caseros. La recuerdo con tanto odio como antipatía porque "el movimiento" de su equilibrio inestable nos confundía inevitablemente, propiciando que la maldita Niké se cayera la mayoría de las veces desde el papel.
    Si se me permite, recordaré que los traumas adolescentes son los culpables de que uno, en plena madurez (y casi a punto de caer, también, incurra en asociaciones inmediatas que para otros resultan sorprendentes

    RépondreSupprimer
  2. Vuelo en vilano. Juan Ramón en el metro otra mañana.

    LA NEGRA Y LA ROSA

    La negra va dormida, con una rosa blanca en la mano. —La rosa y el sueño apartan, en una superposición mágica, todo el triste atavío de la muchacha: las medias rosas caladas, la blusa verde y transparente, el sombrero de paja de oro con amapolas moradas.— Indefensa con el sueño, se sonríe, la rosa blanca en la mano negra.

    ¡Cómo la lleva! Parece que va soñando con llevarla bien. Inconsciente, la cuida —con la seguridad de una sonámbula— y es su delicadeza como si esta mañana la hubiera dado ella a luz, como si ella se sintiera, en sueños, madre del alma de una rosa blanca. —A veces, se le rinde sobre el pecho, o sobre un hombro, la pobre cabeza de humo rizado, que irisa el sol cual si fuese de oro, pero la mano en que tiene la rosa mantiene su honor, abanderada de la primavera—.

    Una realidad invisible anda por todo el subterráneo, cuyo estrepitoso negror rechinante, sucio y cálido, apenas se siente. Todos han dejado sus periódicos, sus gomas y sus gritos; están absortos, como en una pesadilla de cansancio y de tristeza, en esta rosa blanca que la negra exalta y que es como la conciencia del subterráneo. Y la rosa emana, en el silencio atento, una delicada esencia y eleva como una bella presencia inmaterial que se va adueñando de todo, hasta que el hierro, el carbón, los periódicos, todo, huele un punto a rosa blanca, a primavera mejor, a eternidad…

    [Tomado de «El amor en el mar» en "Diario de un poeta recién casado", 1916. (cvc.cervantes.es)]

    RépondreSupprimer
  3. Parece que los hombres hubiesen atrapado un ser mitológico en pleno vuelo. Me ha recordado un cuento de García-Márquez sobre un ángel viejo que cierto día aparece en una aldea, casi desplumado, y que pasa los días exhibido en el sucio gallinero de un corral. Creo recordar que finalmente remontó el vuelo.

    RépondreSupprimer
  4. Gran metáfora , recuerdo que de niños éramos aficionados a soplar el vilano para saber si nuestros deseos se cumplirían .
    Chao

    RépondreSupprimer