BÚSCAME en una de las cuatro esquinas de tu pantalla. Ahí estoy yo, solo, inadvertido, mirando jugar a los demás, como en el patio de mi colegio el primer día de clase. Cada año sucedía de ese modo. No feliz, pero tampoco desdichado. Es igual desde entonces. Ya no hay colegio, pero nada ha cambiado. Con grandes expectativas y con grandes esperanzas. Pero diciendo, hoy como ayer, "no puedes quedarte aquí, en un rincón; al final alguien se dará cuenta, y será peor".
Y eso hago ahora: calibrar el momento de meterme en el corro con disimulo: ni tan notorio, que le echen a uno de él, ni tan flojo, que no entre.
Ya está dicho.
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| Cortesía de Jaime García Máiquez |
―¿Qué hay debajo del Universo? ―desde sus cinco años la pregunta le salió a Miguel de los ojos sobre todo.
RépondreSupprimer"(...) Nathanaël, nuestra desgracia proviene de que siempre somos nosotros los que miramos y subordinamos a nosotros mismos lo que vemos. Cada cosa es importante por sí misma y no por nosotros. Que tu ojo sea la cosa contemplada." (A. Gide, 'Los Alimentos Terrenales').
RépondreSupprimerLa vida misma, muy sencillo y muy dificil de contar tan bien
RépondreSupprimerBien dicho, gracias. Al margen feliz y desdichado, legión somos no del todo estéril, qué demonios.
RépondreSupprimer"Mis instrumentos de trabajo son la humillación y la angustia", dice un verso de Borges.
Supprimer!Que buena portada para un diario!
RépondreSupprimerY que evidente la huella de la infancia en nuestra vida. Empieza septiembre y nuestro ánimo se contamina de la sensación de primer día.
¡Que sea para bien! Victoria
Incluso para estar en las esquinas, hay que laborarlas, hay que merecerlas.
RépondreSupprimerMe he quedado sin palabras!
RépondreSupprimerPoesía al final de todo...
Notoriedad es un palabro , no es fácil delimitar el significado que conlleva , abarca muchas connotaciones . Atacar la notoriedad de alguien reconocido podría ser injurioso , si quien lo hace tiene audiencia podría ser un delito , los futbolistas lo que más valoran es su propia notoriedad y suelen llorar cuando reciben un premio o consiguen un éxito que engorde su currículo , llorar por satisfacción personal parece un triunfo inalcanzable y da la nota .
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