22 septembre 2014

Más con menos


AUNQUE sólo sea como hipótesis, demos por bueno que la crisis económica ha tocado fondo en España. No se ven en absoluto brotes verdes, ni mucho menos lo que aseguran desde el gobierno: raíces profundas, “montañas lejanas, banderas al aire”. Como don Quijote, la mayor parte de nosotros repetimos con desánimo cada día: “hasta ahora no sé qué conquisto a fuerza de mis trabajos”. Pero, en fin, concedamos lo que nos cuentan los telediarios: la crisis ha tocado fondo, frase que les gusta a los políticos tanto como la del “marco incomparable”. Aceptemos, pues, que nos hallamos de nuevo en el marco incomparable de la recuperación económica. Esta, además, traerá de la mano, dicen, la regeneración democrática. Ya hemos dejado atrás los años de austeridad, atrás queda la amarga memoria del austericidio. Vuelven las vacas gordas, tras siete años de vacas flacas, y podemos de nuevo empezar a llenar de trigo nuestros silos. Es hora, sí, de preguntarse:  y de esta crisis, ¿qué hemos aprendido?

Pensemos por un momento que volvemos a tener el dinero que teníamos hace diez años, que los créditos fluyen, que los que emigraron regresan porque en España hay trabajo para ellos y para todos los que no lo tenían, que los padres ya no han que ayudar a sus hijos, sino más bien al contrario, que son estos quienes contribuyen con sus cotizaciones a las pensiones, y que los jóvenes han esponjado de nuevo sus pechos, esperanzados. Durante la crisis aprendimos a vivir con menos. Acaso descubrimos las virtudes cuáqueras de la moderación y la solidaridad. Los vínculos familiares se estrecharon y retomamos esa actividad humana tan saludable de pensar y debatir  los asuntos importantes entre todos, afirmando nuestra condición de ciudadanos. Descubrimos cosas muy buenas que antes despreciábamos sólo porque las teníamos a mano o eran baratas, como quedarse en casa leyendo un libro o llevar tres años la misma ropa. 

Mira uno  el futuro con desaliento. Volveremos a las andadas, a aquel irracional modo de vida, a este “consumo igual a crecimiento, igual a desarrollo, igual a bienestar” que tiene a este planeta al borde del colapso? Dedicó Stendhal La Cartuja de Parma “a los pocos felices”. Había en esta dedicatoria, claro, un vago sarcasmo, pero no en lo que subyace en ella: sólo llegarán a ser felices quienes aprendan a vivir más con menos.
   [Publicado en el Magazine de La Vanguardia el 21 de septiembre de 2014]

19 commentaires:

  1. Es posible que la crisis haya tocado fondo, pero en el fondo se ha quedado. Miro a mi alrededor y nada ha mejorado; empeorar, es difícil. Sólo me hace falta ver a algún compañero de carrera ofrecer un riñón por dinero.

    Algo bueno sí se ha sacado de la crisis: han salido a la luz muchos corruptos.

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  2. Yo creo que el desaliento es una impresión generalizada porque es evidente que volveremos a las andadas, como las oscuras golondrinas. Al pueblo le enseñaron muchas cosas estos años atrás, entre ellas que las matemáticas dicen que + x -- = -- , ecuación desaconsejable, y que el objetivo vital es aumentar la capacidad de consumo. Y listo y lúcido como lo demuestra constantemente, nuestro pueblo no renunciará a volver a aplicar tan bien aprendidas asignaturas.

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  3. Todavía no nos hemos dado cuenta de que esto no es una crisis económica, es una crisis política, profundamente política. Comenzó un cambio de era del capitalismo mercantil y financiero a un modelo de economía mundial del cual no es previsible preveer los resultados, por ahora son devastadores. Si en algún momento prevalece la razón y el sentido común seguramente será, como casi siempre, demasiado tarde.

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    1. ¿Preveer o prever? Prever de previsión (pre-visión)
      ¿Proveer o prover? Proveer de provisión. Es muy fácil.
      Con lo relamido que es usted debería cuidar más su ortografía. ¿No cree?, o ¿no cre?

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    2. Además PREVISIBLE PREVEER es una construcción literaria bastante nefasta. Me recuerda a las tan comunes en Latinoamérica, traducidas aberrantemente del inglés, como:
      PLAYING GAMES.....JUGANDO JUEGOS.
      Deshaga usted el lazo al paquete envuelto en celofán, extraiga el sirope empachoso y sea un poco más natural, hombre de Dios, que empalaga.

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    3. Tiene ud. razón es un error y lo lamento, espero ser cuidadoso en otros comentarios y corregir antes de publicar. Sinceramente agradecido por su apreciación.

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  4. "En la vida no hay soluciones. Hay fuerzas en marcha: hay que crearlas, y las soluciones vienen a continuación." (Antoine de Saint-Exupéry)

    Esa fuerza interior que nos ayude a instalarnos fuera del área de nuestro propio ombligo, a un nivel más cósmico, menos tópico, ¿dónde encontrarla?

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  5. Sepa vuesa merced, mi señor Andrés Trapìello, que no ha de darse confluencia de los astros tal, ni trapacería nigromante, ni encantamiento de brujos malandrines capaz de tonar los usos de vida que nos venimos dando, de unos lustros a esta parte, a aquella época de faltriquera proveída y mollera enajenada. No, todo apunta a que hemos transitado por un camino sin retorno, que las máquinas y artefactos que abastecían con asaz munificencia los mercados de los pueblos y las despensas de los nobles y de los eclesiásticos, hemos de verlos enroñecer y atorarse a medio plazo, pues tal va a ser la flojedad de la demanda que veremos como inútiles y anacrónicos vestigios de épocas pasadas. Eso tendrán que agradecer los mares exhaustos, los ríos enturbiados, los aires mefíticos de nuestras Babilonias. Pero pudiera ser -y Dios nuestro Señor no lo quiera- que a los tres Jinetes más mortíferos del Apocalipsis les estén ya aparejando para la batalla que se avecina.
    Pudiera darse el caso de que el Fin de los Tiempos (viejos) se avecinara. Oremos.

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    1. Tuvo gracia el otro día.....pero hasta el caviar del Guadalquivir llegó a aburrir el paladar de Triana.

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    2. ¿Por qué no dejar que cada cual se exprese como quiera? El caso es disparar contra todo el que intenta un estilo, mejor o peor. Hay quien va de relamido, otro pretende ser un gongorilla, otro un superferolítico... y ¿qué más da, si en esos ejercicios más o menos escolares encuentran su satisfacción? Un blog donde todos escribiéramos (y pensáramos) de forma parecida sería verdaderamente aburrido y pobre.

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    3. En el foro de un prestigioso escritor lo mínimo que debe esperarse es la ausencia total de faltas de ortografía, evitar redundancias agotadoras y cuidar un poco el estilo literario. De resultar un esfuerzo ímprobo esta respetuosa sugerencia, lo mejor es intervenir en otro de los miles de foros donde la gente es muchísimo más espontánea, es decir, bastante ignorante y no poco impertinente, como corresponde al ejercicio supremo (y chabacano) de la libertad entendida como una cuchara que entra en el puchero de todos.

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    4. De este Anónimo de paladar estragadillo (por cierto: le agradecería que me indicara cuál es su marca preferida de caviar de mujol del Guadalquivir) quisiera servidor leer algo más que despechadas (¿envidiosas?) "sugerencias" sobre lo que es o no es oportuno escribir. Debe de ser uno de tantos intransigentes como vengo detectando en este, por otra parte, magnífico blog. Intransigencia y malos modos tan comunes en Hispanistán: no hay más que ver la bilis que destilan algunos al hablar del "caso" catalán...
      Sepa este señor que para urdir squetchs en "cervantino" como el de arriba se necesita un conocimiento de la lengua que él no tiene acreditado, por lo menos ante mí.
      Un tipo de mala leche, como decimos los del barrio.
      Puede seguir pelando el pollo de Cataluña.

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    5. Ninguna mala leche hay en sugerirle que no sea reiterativo, sobre todo porque valoro sinceramente su esfuerzo cervantino. Y sí, envidioso muchísimo y amargo como la hiel cuando no puedo contener mi complejo de inferioridad. Pero no se enfade, ya le repito que usted ha visto mala leche donde solo hay ironía de primera comunión. ¿Son tan suspicaces todos los del barrio? Pase página, amigo del Sol.

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    6. No sabe cuanto me agrada (aunque por otro lado lo lamente) haberme equivocado respecto a usted, amigo. Me contesta con una moderación insólita, acostumbrado como estoy a las salidas destempladas (y no soy inocente en eso): un agradable after brekfast que agradezco.
      Mi -quizá macarrónico- "cervantino" es un guiño que le hago a Trapiello, en el que va implícita mi admiración por el suyo, sin duda más acorde con el hablar del Siglo de Oro, que él ha utilizado en su "Al morir don Quijote" y que supongo retomará en su nueva novela, hoy en galeradas.
      En fin, amigo (póngase un nombre, porfa): un pueril divertimento de parte mía. Que pese a su amistoso consejo, repetiré cuando el cuerpo me lo pida, a riesgo de estragar el paladar de los sensibles más que el consumo reiterado del acreditado caviar del Guadaluivir. O del Moldava, que hace un par de semanas veía yo pasar en formación unos lustrosos esturiones desde lo alto del puente de Carlos IV.
      Un saludo muy cordial, amigo.

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    7. Muchas gracias por su educada y condescendiente respuesta.

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  6. totalmente de acuerdo, se esta usted volviendo un monje zen. Enhorabuena.

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  8. Buena respuesta S-P, todos cometemos errores y tampoco has matado a nadie, seriamos unos genios si siempre lo hiciéramos bien, hay quien critica a Sandra, y es una escritora original y con potencial, se agradece haya sabia nueva, lo importante es que los lectores no se aburran y no equivocar a las personas por sus escritos políticos, sobre Cataluña yo he defendido el sí el no y posturas alternativas, escribir no siempre es decir la verdad, ayudar a discernirla es mejor que presumir se posee.

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  9. Luis Lopez Barandica23 septembre 2014 à 22:23

    Que empalagosos y falsarios resultan estos anónimos de media noche. En época de crisis se ve que cierta gente quiere asistencia sanitaria gratis, es de recibo pero no siempre es posible, todo se acaba menos los anónimos, Santo Job no les abandones. Amen

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