BUSCANDO ayer la ilustración que acompañaba la entrada correspondiente (el Sancho alambrado), se tropezó uno con esta tarjeta de visita.
Las búsquedas en la propia casa tienen algo también del Rastro, se diría que acaban pareciéndose mucho a él, con sus sorpresas, modestas pero no menos sorprendentes, y a su modo encantadoras, encantatorias.
Qué duda cabe que este trozo de papel, con su luto, le llamó a uno la atención hace muchos años, cuando lo encontré en el Rastro. Ya lo había olvidado, hasta ayer. Venía con su pequeña novela galdosiana. Galdosiano es en esa tarjeta todo, el nombre, el oficio, la calle modesta donde tenía su taller ese hombre y el piso, ese piso tercero, al que subiría una clientela no precisamente distinguida. Y, claro, el luto. ¿Cómo no recordar a aquel infeliz José Ido del Sagrario, lutero, que aparece en Fortuna y Jacinta?
De modo que, sí, ha venido el sastre Andrés Marzo al encuentro de este otro Andrés, y se han despedido los dos con un fuerte apretón de manos y las consabidas condolencias, porque no hay nadie que no sea merecedor de alguna.
¡Levántate, Andrés Marzo!
RépondreSupprimerLa palabra ampara pero no resucita.
Nunca es el luto lo bastante ancho.
Tanta pena..., pero también tanta emoción de vivir, en los inesperados hallazgos y en las pequeñas cosas. Con su inconfundible perspicacia, decía el Sócrates del Norte que el único amor libre de toda duda es el amor a los difuntos. Y hoy aquí, inopinadamente, queremos a dos de ellos que ni hemos conocido.
RépondreSupprimerAndrés Marzo visita a AT para entregarle una factura por un traje de hechura ,sorprendido AT le dice que debe ser una equivocación pues el jamás ha tenido trajes semejantes, siempre de confección. Contrariado el sastre, pide disculpas y se marcha, dándole antes una tarjeta de visita. Mientras baja las escaleeas murmura algo incomprensible. AT sintiendo curiosidad decide pasarse al día siguiente por la calle Amparo nº 13...
RépondreSupprimer¿Alguien sabe si ha salido alguna crónica de la presentación del libro en Madrid?
RépondreSupprimerPeor para los que se lo perdieron. Los que estuvimos allí disfrutamos y aprendimos más y eso es lo que importa...
SupprimerSaludos,