ESTE almanaque ha publicado sus hojas a diario (casi) durante cuatro años, más o menos. En pocos sitios he estado más a gusto, pero hoy deja uno de llevarlo como lo ha llevado hasta hoy, y ello acaso redunde en beneficio de otras cosas, incluido este blog.
O de Mundo es, que está viniendo.
Vendrán aquí cada lunes los artículos del Magazine, y aquello que le vague a uno, cuando le vague.
Los que le esperaban a diario tal vez encuentren a su autor en otras partes.
Siendo así, yo agradezco la espera, como agradecí la compañía.
Gracias, pues, a todxs.
Feliz año.
Y a propósito de lo que se decía aquí el otro día de ese burro ocioso, y para hacer de este sólo un mutis a medias; todo podría resumirse en el aforismo que acabo de encontrarme en Mundo es:
O de Mundo es, que está viniendo.
Vendrán aquí cada lunes los artículos del Magazine, y aquello que le vague a uno, cuando le vague.
Los que le esperaban a diario tal vez encuentren a su autor en otras partes.
Siendo así, yo agradezco la espera, como agradecí la compañía.
Gracias, pues, a todxs.
Feliz año.
* * *
Con trabajo y sin esfuerzo.
Ha sido casi siempre un placer leerle. Lo seguiré haciendo
RépondreSupprimerpreciosa foto, y verdadera, nada que ver con las retóricas y rebuscadas acumulaciones de la bienal de Venecia.
RépondreSupprimerLe echaremos de menos y le agradecemos todos estos años. Hace un rato el azar me hizo tocar y releer un texto suyo sobre sus recuerdos primeros y su casa natal. Gracias.
Salud y Feliz Año !
He venido aquí cada día y he disfrutado de su mirada poética, su prosa perfecta, su sensibilidad y su ironía. Gracias por su generosidad. Victoria.
RépondreSupprimerSalud y larga vida (que espero seguir en los SPP)
Toda viña que se precie es propicia a acoger una leporina encamada, y pocos entusiasmos como el de sentir -alguna mañana de invierno con tierra en los zapatos- que puede saltar la liebre.
RépondreSupprimerGracias por todo, y que siga su alegría con los suyos y con su inagotable y proteica actividad.
Felices años sucesivos.
F.C.
Parece ser que el patrón, rellenas ya sus arcas tras las incontables y generosas aportaciones recibidas de sus parroquianos, decide retirarse con su bajel a las islas Caimán. Una auténtica pena que se interrumpa este almanaque donde cada día todos leíamos con interés e incluso algunos aprendíamos a escribir. Solo queda esperar el regreso y agradecerle con sumo afecto la tenacidad de haber estado siempre al lado del timón, sin que olvidos, quehaceres o enfermedades lo hayan desviado de la ruta. Pero antes llegará la Navidad y es de cortesía felicitarla, tanto a él como al resto de la tripulación.
RépondreSupprimerGracias por lo bailado, que era mi primera lectura cada día. Que caiga este diario si es por los diarios.
RépondreSupprimerMucha leña, mucha línea tiene usted. Salud para seguir quemándolas bien.
RépondreSupprimerNos veremos en el Salón, recuperando los pasos perdidos.
RépondreSupprimerSupongo que resumo el sentir general diciendo, simplemente, que le echaremos de menos. La visita a este lugar se había convertido en una gratísima costumbre. Gracias por hacerla posible, y los mejores deseos para el futuro. (Iba a añadir un "me gusta" aquí al lado, pero el número de ellos en este momento es 1936, y no he querido cambiarlo. Aunque con mucho mejor motivo que LC, yo también digo "Recuérdalo tú, y recuérdalo a otros". Mil gracias).
RépondreSupprimerSimplemente ¡¡ gracias !!
RépondreSupprimerGracias por todo lo aquí escrito, ha sido un placer leerlo y algo he aprendido. Buenas fiestas a usted y a todos los que por aquí se acercan. Ha sido un placer que continuará, en lo que a mi respecta, por sus versos y sus diarios.
RépondreSupprimerGracias por el inmenso regalo de todos estos años...
RépondreSupprimer¡Feliz Navidad!
Cuatro años!, cortos se me han hecho, o tal vez hayan pasado mas rápidos que los de antaño. Los que seguimos este blog somos, me atrevería a decir, fieles lectores, aunque también practiquemos cierta infidelidades con otros autores, de sus escritos y libros. Y si bien la literatura no conduce a gran cosa, ni revoluciones ni cambios estelares, nos ayuda a ver pasar los días entre otras cosas, nos forma o nos deforma. En cualquier caso gracias por todas estas entradas, durante tantos días. Salud y que disfrute del calor de la leña y las Viñas.
RépondreSupprimerMuchas gracias por los buenos ratos pasados en su compañía. Disculpe usted que lo tuteara sin su permiso, uno no está muy acostumbrado a estas cosas, lo seguiré leyendo y seguro que algo quedará en nosotros. Salud y que la leña caliente a usted y a los suyos. mcs
RépondreSupprimerAqui otro agradecido lector, dándole las gracias por la compañía.
RépondreSupprimerBon Nadal.
Un buen amigo me confiesa que se siente un poco huérfano, como aquel joven para el que una vez dejó de ser costumbre el beso que cada noche le daba su madre cuando ya estaba acostado en su cuarto, el único consuelo para su tristeza. A mi amigo, según se puede ver, la ficción, o como se llame la literatura, le distrae de la vida, y en parte por ello y en parte porque leer a Andrés Trapiello se la llevaba diariamente a borbotones (la vida, quiero decir), hoy lo noto con un puntito más de su mal disimulada melancolía, algo así como el niño al que cierto poeta le oyó decir "tenho vontade de lágrimas".
RépondreSupprimerEl 2 de marzo de 2012 (“Yo es cualquiera”), un anónimo ya insertó en este almanaque la cita completa. Quizá merezca la pena copiarla de nuevo justo para alivio de penas y enfermedades.
Supprimer« LA MAYORÍA de la gente se enferma de no saber decir lo que ve o lo que piensa. Dicen que no hay nada más difícil que definir con palabras una espiral: es preciso, dicen, hacer en el aire, con la mano sin literatura, el gesto, ascendentemente enrollado en orden, con que esa figura abstracta de los muelles o de ciertas escaleras se manifiesta a los ojos. Pero, siempre que nos acordemos de que decir es renovar, definiremos sin dificultad una espiral: un círculo que sube sin conseguir cerrarse nunca. La mayoría de la gente, lo sé bien, no osaría definir así, porque supone que definir es decir lo que los demás quieren que se diga, que no lo que es preciso decir para definir. Lo diré mejor: una espiral es un círculo virtual que se desdobla subiendo sin realizarse nunca. Pero no, la definición es todavía abstracta. Buscaré lo concreto, y todo será visto: una espiral es una serpiente sin serpiente enroscada verticalmente en ninguna cosa.
Toda la literatura consiste en un esfuerzo por tornar real la vida. Como todos saben, hasta cuando hacen sin saber, la vida es absolutamente irreal en su realidad directa; los campos, las ciudades, las ideas, son cosas absolutamente ficticias, hijas de nuestra compleja sensación de nosotros mismos. Son intransmisibles todas las impresiones salvo si las convertimos en literarias. Los niños son muy literarios porque dicen como sienten y no como debe sentir quien siente según otra persona. Un niño al que una vez oí, dijo, queriendo decir que estaba al borde del llanto, no “tengo ganas de llorar”, que es lo que diría un adulto, es decir, un estúpido, sino esto: “Tengo ganas de lágrimas”. Y esta frase, absolutamente literaria, hasta el punto de que resultaría afectada en un poeta célebre, si él la pudiese decir, alude rápidamente a la presencia caliente de las lágrimas rompiendo en los párpados conscientes de la amargura líquida. “¡Tengo ganas de lágrimas!”. Aquel niño pequeño definió bien la espiral.
¡Decir! ¡Saber decir! ¡Saber existir por medio de la voz escrita y la imagen intelectual! Todo esto es cuanto la vida vale: lo demás es hombres y mujeres, amores supuestos y vanidades falsas, subterfugios de la digestión y del olvido, gentes que se agitan, como bichos cuando se levanta una piedra, bajo el gran pedrusco abstracto del cielo azul sin sentido. (27-7-1930).»
FERNANDO PESSOA, El libro del desasosiego, 472. Seix Barral, 1984
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RépondreSupprimerGracias, gracias, gracias. Ha sido un auténtico placer. Seguiremos sus pasos, perdidos.
RépondreSupprimer―Sin trabajo, con la fuerza ―coincidieron parado “long play” y guerrero “Star Wars”.
RépondreSupprimerAño nuevo, vida nueva.
RépondreSupprimerBuena fortuna, querido anfitrión, en sus nuevas (o prolongadas) singladuras.
Fue muy bueno, mientras duró. Paciente y generoso.
No olvide, dilecto polígrafo, la causa del ruiseñor, ni las de tantos otros "casos perdidos" o echados a perder por el maltrato y la incuria general.
Procuraremos, como hasta ahora, por tierra, mar o aire, seguirle la pista de cerca.
Salud, y mucha suerte.
No lo dude usted: le buscaremos y acabaremos encontrándole por esas librerías de Dios. Es lo menos que merece su talento para las metalepsis y la narratividad. Y no digamos ya para lo que no dicen: para la poesía. Buena fortuna.
RépondreSupprimerComo se dice aquí por otros, no sólo ha sido un placer sino que sus asientos servían como taller de escritura; es difícil encontrar en la red una prosa mas diáfana y aseada. Lamentaremos su ausencia y se empobrecerá el lenguaje.
RépondreSupprimerhttps://www.youtube.com/watch?v=VBGZgyl72_g
RépondreSupprimerComo no sé bien qué decir, lo digo con la música de Wes Montgomery, que tocaba -como yo,(yo mal)- la guitarra con un sólo dedo de la mano derecha, el pulgar, sin que se derrumbara el edificio musical. La música que no tiene especialidades, sólo están la buena y la menos buena.
Tiempo de sosiego.
Que esas ramas desnudas prendan tu calor y el de tus seres queridos. Mientras, seguiremos huérfanos de palabras a la espera de volver a transitar de nuevo por ese salón que desde hace tantos años cobija nuestros pasos.
RépondreSupprimerFelices tiempos.
RépondreSupprimerPor egoísmo, si el tiempo más pequeño, el de las horas, algo sobrara, yo preferiría que el blog -que lleva su tiempo- continuara: yo aprendía.
Quedamos un poco más solitarios y los pájaros cantando. Gracias por todos estos ratos.
RépondreSupprimerDecía un viejo con el décimo premiado, ante la pregunta de a dónde iba a viajar:
RépondreSupprimer-Por ahí, en un barco, a recoger mundo.
Sabio, que recorrer sin recoger, malo...
Lo que le vague, cuando le vague será siempre bienvenido, aquí o por cualquier otro medio, verbi gratia, en nuevas entregas del Salón de pasos perdidos.
RépondreSupprimerEn mi pueblo, Monroy, se sigue utilizando la expresión. "no me vaga" cuando se quiere decir que no se tiene tiempo para hacer algo.
No nos dejes solos...... (!!!)
RépondreSupprimer;-)
Proponga usted crear un foro con los restos del naufragio. Yo le ayudo con el nombre: "Cofradía de los desamparados trapiellenses" o, mejor, "Asociación de afectados por el síndrome hemerofléxico", sin olvidar el oportuno "Sin ti no podemos, Andrés"
SupprimerEso, no nos deje solos, aunque yo tengo en lectura Las Armas y las Letras. Salud !
RépondreSupprimerTe buscaremos en los libros, antes de este almanaque siempre estuviste en ellos. Saludos con afecto.
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