AYER mantuvimos una conversación Madoz y yo en el estudio de Castro Prieto, ante un público curioso y atento. Horas antes había visto uno este vídeo en youtube, que resume bien en qué consiste su trabajo. Supongo que Castro Prieto pensó en uno como esparrin de Madoz porque las fotografías de este son de naturaleza poética. En general las buenas fotografías son silenciosas. Las de Madoz son la excepción, quiero decir que son muy buenas y llevan dentro una música especial, como un tic tac de corazón o reloj, según. Se habló de greguerías y de haikús. La greguería es un haikú con humor; el haikú, cuando es bueno, es un big-bang. Lo de Madoz es mezcla de las dos cosas, como si a cada uno de nosotros se nos diera la posibilidad de tener dos voces al mismo tiempo y pudiéramos hacernos el dúo a nosotros mismos. No tendría que ser excepcional, en realidad es como si nuestra voz tuviese una sombra propia. Y así los objetos de sus fotos parecen ser siempre otra cosa, sin dejar de ser lo que eran. A eso se le llama poesía.
Chema Madoz y AT en el estudio de Castro Prieto, 28 de mayo de 2013 (Foto: Rafael Trapiello) |
Tanto Chema M. como A.T. han rehabilitado la figura de Ramón Gomez de la Serna , un acierto reunirles . El libro " nuevas greguerias " de Ramon con fotos de Madoz es una simpática obra de arte muy bien presentada ( no se me hizo caro ) .
RépondreSupprimerAT. y Madoz: dos sublimes gregueristas (y más). Las X de AT. como trípode de la cámara de Madoz. En las X de AT. algún lector se reconoce: ¡qué cruz! Y, para más inri, ¡la de San Andrés!
RépondreSupprimerPara mi, Madoz no es fotógrafo, como dice en su última oración, es un poeta visual.
RépondreSupprimer¿Brossa?
RépondreSupprimerSi Joan Brossa viviera reconocería a Chema Madoz como maestro. Ambos tratan los objetos dotándolos de enigmática poesía. Inspirándonos para pensar en las diversas capas que tiene la realidad, no solo las que nos muestran nuestros sentidos naturales.
RépondreSupprimerY más aún cabe invocar la potencia de Álvarez-Bravo, de sombra poética tan alargada como los cipreses ateos de Gironella.
SupprimerGracias porque mi ignorancia es un Océano y tengo pendientes tantas islas... que inmediatamente dirigiré mi rumbo a la isla Álvarez Bravo.
SupprimerMadoz ? Un escultor que fotografía su obra , un artista de primera . Muy buena la foto del post , demostrativa del " win- win " del acto .
RépondreSupprimerSaludos .
Acabo de ver el estimulante vídeo de MADOZ; gracias por el enlace. Hermoso ese árbol- nube, tan libre, y la nube- pájaro flotando en el aire, prisionera. Sí, la poesía está en la mirada; por eso puede haber poesía ágrafa, pero nunca ciega ni dormida.
RépondreSupprimerSi le ponemos un mango a la luna ya tenemos la "instalación" lista para ser fotografiada. Juguetona imagen contenida en el haiku de SOOKAN:
TSUKI / ni / e / wo
Sashitaraba / yoki
Uchiwa / kana
SI a la luna
se hincase un mango
¡qué buen abanico!
Y A. Machado recrea la imagen en estos versos:
A una japonesa
le dijo Sokán:
con la blanca luna
te abanicarás,
con la blanca luna,
a orillas del mar.
A un balón de fútbol le hincaron una peineta, pero también buscaban perlas en las castañuelas.
SupprimerMe pregunto si podré entrar aquí o si todavía soy un robot. Cabe también que sin dejar de serlo pueda entrar, acaso porque parezca otra cosa. Veremos.
RépondreSupprimerEn el video, precioso y estimulante, Madoz se declara "fotógrafo" y eso es lo que es un gran fotógrafo.
RépondreSupprimerSin ser conceptual, la foto que aporta A.T. a su mensaje en esta página parece una obra menor de Chema porque los corazones de los dos están alineados a dos copas que todavía están vacías.
RépondreSupprimerLos cabellos de Chema parecen haber llegado a la playa mientras que los de Andrés convierten en algo muy bello un temporal de ideas. Chema ya ha llegado a la playa de Andrés y Andrés se aproxima a la de Chema con múltiples oleadas de preguntas.
Ambos dos acabarán en la playa de nuestro recuerdo y serán para nosotros un descanso en este duro mundo no un placebo, no. Serán dos maneras de ver la realidad y transformarla en ganas de seguir viviendo.
Hace gracia que Chema mantenga lejos el bolígrafo mientras Andrés lo mantiene alerta en su mano. Es posible que eso manifieste la diferente manera en la que cada uno de ellos se nos dirige a nosotros: Cada uno con su arte, uno fotógrafo - aunque sospecho que también escribe cosas buenas - y el otro escritor.
Gracias a los dos y a tantos otros que a través de vosotros hemos ido conociendo.