LOS insectos que viajaron con las rosas desde tan lejos (dos arañas, una tijereta de coraza estampada y un átomo de seis patas), recorren la mesa como turistas, con la cabeza alta, mirando lo que los oriundos creemos saber de memoria. Ellos lo hacen un poco desconcertados, sin reconocer su destino. Una de las arañas se monta en el libro y es otra letra más, la letra vagabunda. Su compañera se ha ahorcado con su propio hilo, y la tijereta se ha desorientado y ha acabado no sabemos dónde. En cuanto al átomo de seis patas intentó atravesar el cristal para reunirse con la perrita del grabado de Solana.
No sabe uno qué hacer con estas criaturas cuando mueran las rosas.
¿Quién no traza su camino de vuelta, quién no se ha alejado demasiado, quién no busca su propia rosa?
Rosas y perrita de Solana. Madrid, 29 de mayo de 2013 |
Alerta el fotógrafo, no vaya a ser que, seducido por el espectáculo, le ocurra como al bueno de Samsa y convertido en un escarabajo ya no pueda impresionarnos con sus saltos.
RépondreSupprimerTrapiello ha escrito un cuento. Hermoso, sugerente. Debemos agradecerle su bondad con los lectores de esta bitácora. Yo por mi parte le doy las gracias y los buenos días.
RépondreSupprimerYo le aconsejo que se los coma bien fritos y con Yogur caducado(Arias Cañete).Y si los reboza ocuparan en el plato más que la salchicha y los dos huevecillos de la cena del Nadal del 2004.
RépondreSupprimerEs que estoy leyendo Miseria y compañía. Bueno, disfrutando.
Ya tuve ocasión de escribir aquí que las flores no se vistieron ni se perfumaron en honor de los hombres, sino en honor de los insectos. Sí: en honor de las mariposas, de las mariquitas, incluso de las moscas (pequeñitas, revoltosas: como escribió don Antonio).
RépondreSupprimerAhora un chiste y un microrrelato. El chiste:
Dos rosas se enamoran y una le dice a la otra:
-A menos que aparezca una abeja, nuestro amor es imposible.
Y el microrrelato, de Saiz de Marco y con título, por cierto, machadiano:
ÉRASE DE UN JARDINERO
La señora se inclinó a oler las flores que cultivaba el jardinero y, al acercarse, exclamó con aversión:
-¡Un bicho!
Ante lo cual el aludido repuso, muy dignamente:
-No soy un bicho, soy un insecto. Y sepa que estas flores no se perfumaron para usted, sino para mí. Y también para mí colorearon sus pétalos. Para atraerme, para que con mis patas transporte su polen, para que las ayude a fecundarse. Así que, por favor, tráteme con respeto.
La señora tuvo que ser sostenida por el jardinero para no desplomarse: impresiona mucho oír hablar a un invertebrado.
Aficionado a la ventriloquia, el jardinero se había propuesto no hablar con el vientre en horas de trabajo. Pero en esta ocasión la voz, más que del vientre, le salió de las vísceras.
Muy sugerente la entrada.
RépondreSupprimerEl otro día mientras doblaba una manta que había estado en el suelo, en nuestra tarde de campo, vi un instante a una hormiga que se quedó dentro al doblarla. De repente imaginé a la hormiga perdida en el maletero del coche y antes de guardar la manta la desdoblé de nuevo y la sacudí para devolver al bichito a la tierra. No suelo ser tan considerado con las hormigas pero ese día...
Para mi las rosas evocan Deseo .
RépondreSupprimer¿ El planeta del deseo ? Yo lo soñé . Acceder libremente a las riquezas , chicas , alcohol , drogas de calidad . Anhelé ser un hombre moderno pero mi destino siempre estuvo desfasado con los tiempos que me tocó vivir .
De j.M.Cano , interpretada por Alaska .
Quise cortar la flor
mas tierna del rosal
pensando que de amor
no me podía pinchar,
y mientras me pinchaba
me enseño una cosa :
que una rosa es una rosa
Saludos
Excelente, poetica surrealisata , en !930 un visionario Dali pintó los versos de sus Rosas ensangrentadas .
RépondreSupprimerEsta primavera recuerda unas estrofas de don Antonio
- No tengo rosas ; flores en mi jardin no hay ; todas han muerto .
¿ alma que has hecho de tu pobre huerto ?
Las arañas y la tijereta… ¿Qué hacer con ellas cuando mueran las rosas? Lo mismo que hace usted consigo mismo: abrirles la cabeza del tintero. De hecho ya las ha ahogado en tinta. “Que una araña se suicidó… No cuela” (el átomo de seis patas a la perrita de cuatro).
RépondreSupprimer¿Araña suicida? ¿Tijereta perdida? ¿Bichito de seis patas en busca desesperada de fantasmal compañía?
SupprimerImaginarios insectos / adictos a frescas rosas, / buscan su espacio en el sueño. / ¿Es todo esto otra cosa?
El envilecimiento al que el mundo contemporáneo somete al hombre , hace que una mañana uno se despierte convertido en un asqueroso bicho , en un híbrido que no es ni animal ni hombre . ¿ Quien nos ha llevado a esta situación ? ¿ Un poder metafísico ? ¿ Una configuración psíquica interna ? ¿ El ambiente ?¿ Alguien podría contestarlo? .
RépondreSupprimerKafka también transforma un mono en humano , una labor colosal para un simio . ¿ Cual fue primero : la culpa o el castigo ? .