SE presentó ayer a la opinión pública este manifiesto de los LIBRESEIGUALES.
No es verdad que el manifiesto sea contrario al diálogo como se ha empezado a circular con el propósito de sabotearlo incluso antes de darse a conocer. Tampoco que sus firmantes sean nacionalistas españoles. Únicamente se advierte en él contra los apaños y la tentación de tejemanejes del Psoe-Psc-Pp-Ciu que han metido a Cataluña y al resto de los españoles en este atolladero de los nacionalismos y las asimetrías desde hace 30 años de asimetrías, nacionalismos y privilegios fiscales, forales, culturales, políticos y civiles. Basta ya de asimetrías y federalismos asimétricos: libres e iguales. Si gana una vez más la asimetría, malo para la igualdad, base de la ciudadanía. Si gana la simetría, mejor para todos. La asimetría nos ha traído hasta aquí, la asimetría sólo creará más asimetría. Así lo ve uno, así de sencillo. Este manifiesto no hará más secesionistas, como también hemos oído ayer: la libertad no crea nacionalistas, los nacionalismos crecen precisamente donde no existe libertad de opinión ni posibilidad de circularla, es decir, en el reino del mito.
MANIFIESTO DE LOS LIBRESEIGUALES
España vive un momento crítico.
El secesionismo catalán pretende romper la convivencia entre los españoles y destruir su más valioso patrimonio: la condición de ciudadanos libres e iguales.
El nacionalismo antepone la identidad a la ciudadanía, los derechos míticos de un territorio a los derechos fundamentales de las personas, el egoísmo a la solidaridad. Desprecia el pluralismo social y político, y cuando trata de establecer fronteras interiores arrincona como extranjeros en su propio país a un abrumador número de ciudadanos.
El secesionismo catalán se hermana con el populismo antieuropeo y promueve la derrota de la democracia española.
Evitar esa derrota es responsabilidad de todos y la primera obligación de los partidos políticos.
Hasta ahora el desafío secesionista no ha recibido la respuesta que merece. España es hoy una nación adormecida en cuyas élites prevalecen el tacticismo y la resignación. No existe un auténtico debate pœblico sobre el fondo gravemente reaccionario del nacionalismo ni sobre las consecuencias de su proyecto para la libertad, la igualdad y la seguridad de los ciudadanos. En cambio proliferan maniobras opacas para ofrecer nuevos privilegios al nacionalismo a costa de la soberanía de los españoles.
En estas circunstancias, los abajofirmantes, ciudadanos radicalmente comprometidos con los principios constitucionales de la libertad y la igualdad, entendemos que es imprescindible abrir un debate público que informe y comprometa al conjunto de los españoles. Nosotros asumimos la responsabilidad y pasamos a la acción.
Reclamamos al Estado que aplique toda la ley y advierta con claridad de las consecuencias de violarla. Ninguna infracción legal puede quedar impune y ninguna sentencia puede ser desacatada.
Pedimos a los partidos políticos que se identifican con los principios de libertad, igualdad, justicia y solidaridad que demuestren su compromiso con hechos. El Partido Popular, el Partido Socialista, Unión Progreso y Democracia, Ciudadanos, y cuantas formaciones quieran preservar las bases de nuestra convivencia democrática, deben:
1. Reivindicar la Constitución como consigna de ciudadanía y convivencia, sin renunciar a las reformas cíclicas que permitan que España sea una nación cada vez más integradora y de mayor calidad democrática.
2. Rechazar cualquier negociación que con el pretexto de evitar el conflicto que plantea el secesionismo catalán limite la soberanía del conjunto de los ciudadanos y el ejercicio de sus derechos.
3. Alcanzar un pacto público, solemne y conciso que establezca un compromiso transversal de unidad de acción frente al secesionismo y garantice la decisión de someter al referendo común cualquier alteración de las bases constitucionales.
Finalmente, nos dirigimos a todos los ciudadanos españoles.
Les pedimos que trabajen organizadamente por la deslegitimación intelectual y política del nacionalismo y que se movilicen con nosotros en defensa de la comunidad de libres e iguales que es responsable de la época más justa y fértil
de la historia de España.
Algunos de los firmantes del manifiesto Libres e Iguales frente a las Cortes. 15 de Julio de 2014 |
A algunos nos gustaría que España, si ha de desaparecer, lo haga por elevación, o sea, por diluirse en otra unidad política superior: un Estado Europeo. Es muy triste que España se descomponga y fragmente en porciones territoriales inferiores. Esto no sería un españicidio, sino un europicidio, pues la unidad europea se haría inviable con 50 miniestados. Al señor Mas le cabrá, tal vez, el triste honor de echar la historia para atrás, de dar al traste con la unidad europea.
RépondreSupprimerSuscribo el manifiesto porque creo abiertamente en el concepto España y me encuentro con la responsabilidad de defenderlo. Sin embargo, me llama la atención que un alegato con cierta soflama patriotera lo firmen algunos que se han pasado media vida abjurando precisamente de la patria y hasta del estado, igual que bandera e himno les han producido desprecio y repulsión (un trapo, un papel), y las fronteras, dicen más o menos, son simples huellas en la arena que la brisa puede llevarse cuando quiera. Hemos jugado tantos años a la ambigüedad, al puzzle del federalismo guay, a confundir con escandalosa frivolidad lo que otros países tienen claro, a reclamar modificaciones caprichosas de la Constitución, que algo de asombro produce este impulso de abanderar la causa de la unidad nacional. (¿Pero existe de pronto nación, país, patria, estado?)
RépondreSupprimerY ya estará preparándose en la cocina de la retórica barateira la "pinza" habitual: demócratas contra tiranos fascistas, tolerantes contra inflexibles, progresistas frente a retrógrados. Dice el refrán que dos no se pelean si uno no quiere. Y se le podría añadir: "Difícil es unirse cuando, con monarquía o república, izquierda o derecha, el ansia de mantenerse separado supera cualquier ambición". Somos ridículos y acomplejados. No hay más que observar cómo la crisis, más que exigirnos unión de fuerzas, es una coartada constante para denigrar al oponente y encaramarse al poder. Y mientras nos partimos la cara como niños enrabietados llegan las avispas y nos acribillan. El único consuelo es que en esta ocasión la marcha verde no cabe ni en la imaginación.
Artículo 1
RépondreSupprimer1. Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural.
2. Para el logro de sus fines, todos los pueblos pueden disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales, sin perjuicio de las obligaciones que derivan de la cooperación económica internacional basada en el principio del beneficio recíproco, así como del derecho internacional. En ningún caso podrá privarse a un pueblo de sus propios medios de subsistencia.
3. Los Estados Partes en el presente Pacto, incluso los que tienen la responsabilidad de administrar territorios no autónomos y territorios en fideicomiso, promoverán el ejercicio del derecho de libre determinación, y respetarán este derecho de conformidad con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas
Por cierto, hablando de la (supuesta) escasa calidad de la democracia en España, a la que cierto irredentismo independentista califica de "africana" (yo lo he visto cientos de veces), siendo ellos los únicos "europeos" en todo esto, cito unos datos, tomados de un artículo que ahora mismo puede verse en la edición digital de El País: según el índice de Calidad Democrática elaborado por The Economist, España figura en su ránking por delante (por ejemplo) de Francia. Y en el índice de Desarrollo Humano de la ONU (que atiende a variables como sanidad, educación, igualdad de la mujer y otras), España consta por delante, por ejemplo, del Reino Unido. Claro que ésa es la España real, que nada tiene que ver con el espantajo infantil que dicho irredentismo gusta de agitar ante sus fieles para enardecer a la parroquia. La España en la que piensan (epítome de todo lo malo) es tan completamente irreal como la Cataluña a la que se imaginan (epítome, a su vez, de todo lo bueno). En el mundo real, ése del que ellos no quieren saber nada, ambos, España y Cataluña, son lugares igualmente reales, con virtudes y defectos (como suele ocurrir en el mundo real), y en todo caso -y me remito a mis ejemplos anteriores- mucho más de lo primero, o sea virtudes, que de lo segundo. Sólo que decir esto, para algunos, es ser "anticatalán"; porque para no serlo hay que repetir servilmente: "España maaaaaala, Cataluña (independiente) bueeeeeeeena". Y todo lo que no sea eso es inaceptable, oiga.
SupprimerMe parece muy bien el manifiesto: ahora, que lo tenga que leer una representante del PP me parece un acto poco inteligente. El PP lleva camino de convertirse en una fuerza marginal en Cataluña, y se lo han ganado a pulso. Mientras que en el resto de España se ha dedicado a hacer el don Tancredo con el tema catalán. Así nos va.
RépondreSupprimer¿Tan disparatado es que los ciudadanos de Cataluña, con derecho a sufragio, se pronuncien en una consulta sobre la independencia, aunque no sea vinculante el resultado hasta una reforma de la Constitución?
RépondreSupprimerNo, no es tan disparatado. Votando de vez en cuando con "vinculancia”, por lo visto y sufrido tampoco se garantizan suficientemente “las dignidades” en trabajo, educación (cultivo, cultura) o sanidad (enfermedad, vejez y muerte). ¿Y si nos consintiéramos votar “sin vinculancia” algunas cosillas? Al fin y al cabo la Constitución y otros Derechos son muchas veces aspiración y falta de derechos más que otra cosa: tanta corrupción de dónde va a salir si no. La cuestión catalana está haciendo pensar: ¿por qué no alargar el debate, en ella y otras cuestiones, hasta su lógico final: la votación? Lo asambleario necesario se redimiría así de calles, redes o platós para integrarse en la experiencia política, de la que el ciudadano ordinario está muy distante hoy. A la inaplazable garantía de dignidades para más personas en Tegucigalpa, España, Cataluña y resto del extranjero, el ser humano, paradójico hasta la esquizofrenia, ¿no podría empezar a vincularse mucho más efectivamente sin tanta “vinculancia”?
SupprimerHabría que discutir el concepto "unidad"; para la actual Constitución se trata de comunidades autónomas y sus respectivas nacionalidades (que no naciones); para los federalistas de Estados (lo que podría satisfacer a los nacionalistas pero incidir en un reparto competencial que no sé si salvaguardaría la libertad y la igualdad visto lo visto); por ejemplo: la sanidad y la educación no se tocan, serían centralizadas, no como ahora; y aquí chocaríamos con las políticas culturales de las regiones o nacionalidades, que tienen en la educación un arma irrenunciable. La clave no está en las palabras sino en el reparto competencial: sólo un Tribunal Supremo, sólo una sanidad pública intocable, etc ¿ en qué aspectos se cedería a las particularidades y en cuáles no? que lo ideal es que sólo hubiera una Administración no significa dar la espalda a las particularidades y la descentralización en determinados aspectos, que obligan a un entramado que hay que rediseñar. Por el contrario un centralismo de Madrid puede ser pernicioso para la igualdad, pues podría en su trato discriminar a unas regiones frente a otras, acaparar para sí lo mejor del pastel, como hacen ciertas capitales de las regiones. El independentismo sirve como denuncia de las disfunciones (en las que todo el mundo coincide) pero no como solución de las mismas por su insolidaridad (en lo que todos los que se oponen a él coinciden en denunciar, sean federalistas o no). El verdadero enemigo es Europa, por su centralismo que absorbe nuestra soberanía, la unidad por tanto es más necesaria que nunca, sea cual sea su forma para defender al conjunto, lo que podría ampliarse a Portugal, Francia, Italia, Grecia. ¿en estos momentos de crisis necesitamos un proceso reconstituyente?
RépondreSupprimerLo lamentable es que esta clase de iniciativas para alentar el debate de la ciudadanía parece tema tabú en la izquierda española. Como mucho se habla de federalismo sin entrar en el problema de fondo. Cuantos hay que en privado defienden los postulados de este manifiesto, pero cuando tienen que dar un paso y comprometerse, miran hacia otro lado. Esto ha sido una irresponsabilidad porque hasta que ha surgido Libres e iguales, el relato ha estado en manos del secesionismo.
RépondreSupprimerAnte todo sentí gran alegría al ver bien a Suarez Illana , por otro lado que mi escritor vivo favorito , don Mario Vargas , estuviera allí me resulto emocionante , son unos valientes .
RépondreSupprimer¿ Donde está el bacanal cine español ? Les va bien jugar con las dos cartas , el artista que no se pronuncia al respecto es un cobarde y los periodistas deben preguntar a todos y no parecer unos lacayos .
Al final será más gorda que la de Ramales , igual era bueno empezar a movilizar joven, bajaríamos la tasa del paro y siempre se ha dicho que la mili espabila , nunca se debió abolir ya que actuaba de forma disuasiva . Igual los jueces tenían que actuar , que suerte tuvo Jenaro ( ya hubo otro celebre Genaro , el de los 14, que dilapidó una fortuna propia ) que un juez español se adelantara a los americanos ( allí cumpliría cadena perpetua junto a
sus cómplices ) , bendigo el espionaje americano , dudo que sin ellos podamos sobrevivir a tanto ladrón que aún anda suelto ¿ No hay ladrones y corruptos en Cataluña ? ¿ Porqué no reclaman la Cataluña francesa ? .
Mientras millones de niños se mueren de hambre y heridas de guerra ¿ Que es eso de derecho a sufragio ? . cuando salen de España los jóvenes más preparados y nos llega lo que nos llega .
Si Estados Unidos admite referéndum en California o Florida , adelante con los faroles , no hay que tener miedo y eso hay que demostrarlo . Yo aplaudo como casi todos la acción ucraniana contra los independentistas , ya se verá a que está dispuesto cada uno , lo importante es ser testigo de los hechos y que ustedes también lo sean .
Quien se pronuncie a favor del referéndum catalán es un traidor , he leído que los pro españoles sufren discriminación , hay que detener a los ilegales y golpear primero , sin Cataluña : ni ellos ,ni nosotros podremos pagar las pensiones .
Si alguien me odia , yo le odio a él , es lo natural , no nos vamos a dejar hacer la de Caín y luego hacer el Boabdil , hay que avisar de que esto puede no ser pacifico , para que no nos llamen traidores los peseteros .
La más marchosa, los más guapos, los más importantes, siempre delante y en el centro. Como en las fotos de clase o excursiones de los padres jesuitas, teresianas o hermanos de La Salle. “Qué buenos son…” ¿Libreseiguales? Y pocofraternos. A Desigual, a la moda, al “marketing”, a la importancia, a la competiti-titividad… “ad litem” casi todos condenados casi siempre. “De cañones enemigos estaremos hechos siempre”, con triste sonrisa cómplice a su bola los leones. (Irrelevante apunte antropológico de un “perdedor”).
RépondreSupprimerA favor del manifiesto completamente, sí, más vale tarde que nunca pero hemos dejado crecer al enemigo treinta años, han inoculado veneno en los cerebros de las nuevas generaciones y no sé si habrá remedio. Y me ha gustado sobremanera la respuesta del anónimo de las 13.08 del día de ayer.
RépondreSupprimerTotalmente a favor del manifiesto
RépondreSupprimerYo de los políticos, la crisis, y España,independientemente de las Comunidades autónomas, me parecen los Parlamentos, parlamentarios... el mayor circo del mundo, soy apolítico, pero entre el PP, y PSOE, educación, sanidad, políticas sociales, nos hunden
Podemos viene fuerte, Izquierdas, y España debe y PODEMOS....cambiarla. No he visto gente mas corrupta. En España no hay pan para tanto txorizo. Agur.
Saludos.