HABLAMOS un buen rato de la Primera Antología [Poesía española contemporánea] que acaba de aparecer en La Isla de Siltolá, de lo bien que había quedado y de lo mucho que nos habían gustado el trabajo tipográfico de Abel Feu y el prólogo de Rocío Fernández Berrocal, a la que ninguno de los dos conocemos, y de este y del otro poeta, de los más y los menos que vienen adheridos a toda antología, sea esta completa o incompleta (y Antología completa es un título que pensé hace tiempo para una mía), y dos horas después llegó su carta:
"Querido Andrés:
Hace un rato, mientras cenaba, se me ha ocurrido una precisión sobre la antología de la que hablábamos: me he dado cuenta de que tú y un servidor somos ahí (y quizá en toda la poesía española) los únicos poetas del llo. No del vulgar ego o yo primero, claro está, sino del más hondo y metafísico –llo último, asunto que sin duda le interesará a la bella filósofa que tienes en casa. No creo que nadie nos lo pueda discutir ni que se nos pueda acusar por esto de presuntuosidad; como ahora se dice, “es lo que hay”.
Un abrazo,
Eloy".
Meditando sus palabras, volví a la antología de Siltolá, no la "nuestra", sino otra de poetas anglosajones, Lengua de madera (Antología de poesía breve en inglés), que ha preparado Hilario Barrero. Se trata de poemas escogidos en razón del número de versos. En inglés la mayor parte tienen una rima muy marcada, obligada, se diría, por lo lapidario de muchos de ellos. (¿Qué quedaría en una traducción sin rima de estos versos de Machado: "La primavera ha venido / nadie sabe cómo ha sido" o de "Mis ojos en el espejo / son ojos ciegos que miran / los ojos con que los veo"?). Aquí la traducción raramente ha podido conservar esa rima, tal vez intraducible. Decía Robert Frost, autor del acaso más hermoso poema de todo el libro, que escribir poesía sin rima era como jugar al tenis sin red. Barrero nos lo compensa con creces no sólo dejando al lado la versión original, sino, más importante, buscando poemas muy hondos, como este del propio Frost: "Perdóname, oh Señor, mis pequeñas bromas a Tu costa / y yo te perdonaré la tuya inmensa a costa mía".
Que los lectores de hoy nos perdonen también esta pequeña broma a los poetas del llo, y si acaso quieren protestar, les pediríamos que lo hicieran como Langston Hugues en un poema de este libro también: "En un sobre marcado como / PERSONAL / Dios me envió una carta. / En un sobre marcado como / PERSONAL / le he dado mi respuesta".
Gracias a la bondad de JSM ambas antologías me esperan y espero llegar a disfrutar y comprender a cinencia cierta qué es eso del -llo
RépondreSupprimerdel llo in the blo then
RépondreSupprimerEn la foto no se aclara quién de los tres es Andrés ni quién es Eloy
RépondreSupprimerEn la última sílaba, Rosi-LLO, Trapie-LLO.
RépondreSupprimerEl auténtico llo.
Cierto. De izquierda a derecha: Mona o mono de Gibraltar, A.T. y E.S.R.
RépondreSupprimerHermosas ediciones don Andrés...pero esperamos con impaciencia su próximo diario.
RépondreSupprimerEste año he roto uno la costumbre de leer el último después de la edición del siguiente (esto es, cuando el último pasa a ser pen(...)y me estoy quedando sin páginas.
¿San Nicolás o, en su defecto, los Magos nos darán alguna sorpresa?
LLO es HOTRO
RépondreSupprimer:-) y :-)
RépondreSupprimer...ha roto uno...
RépondreSupprimerPara quien desconociera el nombre de los retratados, el pie de foto: E.S.Rosillo y A.Trapiello, Gibraltar, 2007 es doblemente engañoso. ¿O acaso la foto está al revés? Pero lo desmiente el cruzamiento de brazos y la apoyatura en la verja.
RépondreSupprimerSiento la mala noticia, pero os ha salido un acompañante como poeta del llo, Agustín Fernández Mallo.
RépondreSupprimerSaludos
(pensé que el de la derecha era George Lukas)
Es mono. Se llama Morillo.
RépondreSupprimer¿Poetas del -llo? Pues alomajó dan para otra antología. Veamos: Trapiello, Rosillo, Taravillo (Antonio Rodriguez), Castillo (Julia), Murillo (Enrique), Llopis (don Jorge), Cencillo (don Luis, con una interesante obra poética inédita, tal vez no sin razón), Rodríguez-Castelló (Manel), Lionello Petri, Calvo Morillo (Miguel), Castillo Suárez... y, por supuesto, Sánchez Dragó, que en lo tocante a ll(y)oes los llora todos...
RépondreSupprimerRJA