ES el 24 de diciembre a nuestros sueños lo que el sábado al día de fiesta, tal y como lo vio Leopardi:
Gracioso muchachillo,
Esta tu edad lozana
Es como un día lleno de alegría,
Día claro, sereno,
Que precede a la fiesta de tu vida.
Goza, muchacho mío; dulce estado,
Bellos tiempos son éstos.
Nada quiero añadir; mas que tu fiesta
Tarde aún en llegar y no te pese.
(Traducción de Eloy Sánchez Rosillo)
Andrés, haré un bis de felicitación afectuosa a tu familia aunque no he escuchado el eco y también a esta tripulación tan heterogénea que bien podría incorporarse a la nave del olvido a nada que se proponga evitar los agudos chillones y matizar los pianos, cual afinado coro búlgaro.
RépondreSupprimerFeliz Navidad, Andrés y familia.
RépondreSupprimerUn abrazo para todos de los ballesteres.
RépondreSupprimerLo mismo os deseo a todos vosotros. Feliz Navidad.
RépondreSupprimerPara la familia Trapiello Moreno y la compañía, desearos lo mejor en este año que comenzará en breves días. Feliz Navidad a todos.
RépondreSupprimerFeliz Navidad a toda su familia y a tod*s l*s que gustáis (gustamos) de seguir perdiéndonos en el salón de palacio de muros viejos cubiertos de hiedra, a salvo del ruido de los móviles, exabruptos y otras impertinencias. Un abrazo.
RépondreSupprimerIgualmente a ustedes y feliz Navidad a todos.
RépondreSupprimerAndrés y familia, amigos
RépondreSupprimerFeliz Navidad
Javier
EL PRIMER REGALO DE Nochebuena:ese poema de Leopardi , la fotografía de Las Viñas y buenos deseos de parte de todos los concurrentes.Feliz Navidad.
RépondreSupprimer―Sacrifiquen (sacrifiquen, sí, pero de verdad) la conga final. Solo con eso podrán remediar cada año un Afganistán, un Irak… o un Congo. Se ahorrarán fiestas o guerras de mil tipos con sus gastos, muertos y resacas correspondientes. Bienaventurados entonces los europeos y demás americanos, rusos o chinos, porque todos ellos tendrán ya para siempre, los lunes como los sábados, ojos claros y serenos.
RépondreSupprimerPara AT y los suyos y para los lectores de esta página "Hemoroflexia".
RépondreSupprimerNAVIDAD
CXVI
¡La candela en el campo!... Es tarde de Nochebuena, y un sol opaco y débil clarea apenas en el cielo crudo, sin nubes, todo gris en vez de todo azul, con un indefinible amarillor en el horizonte de Poniente... De pronto, salta un estridente crujido de ramas verdes que empiezan a arder; luego, el humo, apretado, blanco como armiño, y la llama, al fin, que limpia el humo y puebla el aire de puras lenguas momentáneas, que parecen lamerlo.
¡Oh llama en el viento! Espíritus rosados, amarillos, malvas, azules, se pierden no sé donde, taladrando en secreto el cielo bajo; ¡Y dejan un olor de ascua en el frío! ¡Campo, tibio ahora, de diciembre! ¡Invierno con cariño! ¡Nochebuena de los felices!
Las jaras vecinas se derriten. El paisaje, a través del aire caliente, tiembla y se purifica como si fuese de cristal errante. Y los niños del casero, que no tienen Nacimiento, se vienen alrededor de la candela, pobres y tristes, a calentarse las manos arrecidas, y echan en las brasas bellotas y castañas, que revientan, en un tiro.
Y se alegran luego, y saltan sobre el fuego que ya la noche va enrojeciendo, y cantan:
...Camina María.
camina José...
Yo les traigo a Platero, y se lo doy, para que jueguen con él.
Revisa ese pie de foto, Andrés.
RépondreSupprimer¡Felices fiestas!
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