15 juillet 2012

El hombre del guante

A la salida de la sala de los italianos, la misma en la que se aglomeran cada día miles de visitantes ante La Gioconda, detrás de una mampara, está El hombre del guante, uno de los retratos más hermosos y elegantes de la historia de la pintura. Ni siquiera carece de misterio: no sabemos quién es y eso le añade, sí, más belleza si cabe.
Tiziano lo pintó cien años antes que Velázquez pintase los suyos (Velázquez acaso pensó en ese joven cuando retrató al infante don Carlos), confirmando de ese modo que todo eso de las generaciones, el "arte de su tiempo" y demás pamplinas apenas significan gran cosa. Si estuviera en nuestra mano y, claro, si supiéramos, si pudiéramos, si no hubiésemos olvidado cómo se hace, querríamos escribir como Homero, Cervantes o Shakespeare (algunos nos conformaríamos con hacerlo como Stendhal, Dickens, Leopardi, o Tolstoi), pintaríamos como Tiziano, Velázquez o Rembrandt, compondríamos como Mozart o Beethoven, esculpiríamos como Miguel Ángel, por lo mismo que este quería esculpir como Fidias... Y pues el arte está fuera del tiempo, es de todo tiempo o de todas lunas, como se dice de aquellos árboles, como los limoneros, que dan fruto todo el año.
Si ha venido hoy aquí ese misterioso personaje es por habérselo encontrado uno en los cuadernos de Misería y compañía, próximo volumen del SPP, que se está poniendo en limpio para su publicación. 
La postal está editada no por el Louvre, su casa, sino por el Museo del Prado, adonde vino de visita hace siete u ocho años.
Y sólo puedo decir que cuando se está en su compañía un cierto tiempo, ese joven melancólico que parece tener la mirada perdida, vuelve sus ojos hacia nosotros sin mover su cabeza, y sonríe, deshaciendo de un golpe su leyenda, pero no su misterio, quiero decir, la vida de la que rebosa.


Tiziano, El hombre del guante, h. 1523. Museo del Louvre

6 commentaires:

  1. Para mi, el misterio es el que encierra ese objeto o animal oculto que pudiera estar señalando el personaje, ya que parece no indicar ninguno de sus miembros. Desde luego ha sido lo primero que ha llamado mi atención: seguir con la mirada la línea que indica el índice de esa mano desenguantada. Saludos de un berciano

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  2. Es curioso que durante tantos siglos los retratos siempre escogieran una imagen grave del personaje, como si un gesto más cercano o complaciente no pudiera representar con fidelidad la personalidad del retratado o disminuyera su importancia.
    Como segunda curiosidad se me ocurre recordar que, para muchos, los genios de la música son Beethoven, Bach y Bozart (las tres bes).
    Y como tercera, advertir que no parece encontrar Andrés arte en la arquitectura.

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  3. Ese dedo quizá no señala nada. Estirándolo, lo que el guapo muchacho tal vez pretenda es que en su retrato se vea bien el anillo; lo cual también explica que se quite uno y no los dos guantes cuando lo lógico sería eso: los dos o ninguno. ¿Para que se vean bien sus joyas? No parece. El misterio se dobla con la hipótesis siguiente.

    Con ese anillo el joven está mandando a alguien un mensaje, que al llegar hasta nosotros no puede dejar de afectarnos. El tiempo, la existencia, esas cosas. Si ni siquiera sabemos quién es el joven, imaginar la persona destinataria de ese mensaje tan poco electrónico nos hunde metafísicamente en la miseria. Interpretación probablemente descabellada. (http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/96/Tizian_079.jpg?uselang=es)

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    1. No había pensado en el anillo; pero sí, parece coherente esa teoría. Lanzar un mensaje en clave a alguien o mostrar ese anillazo. Algo parecido me ha ocurrido a mí con El Greco, sus figuras principales suelen aparecer con los dedos corazón y anular de la mano derecha unidos y muy separados delresto. Tuve la palpitación de escribir algo sobre ese misterio pero no me salio nada. Un saludo.
      http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Christ_Carrying_the_Cross_1580.jpg?uselang=es
      http://commons.wikimedia.org/wiki/File:El_caballero_de_la_mano_en_el_pecho,_by_El_Greco,_from_Prado_in_Google_Earth.jpg?uselang=es
      http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Detalle_san_Andres_y_san_Francisco_El_Greco.jpg?uselang=es

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  4. No es la típica cara antigua pero los dedos de la mano parecen demasiados largos . Un arte que nadie ha podido reproducir aunque se han gastado millones en ello ha sido el andamio que ideó Miguel Angel para la Sixtina.
    La arquitectura es un arte pero solo uno de cada mil arquitectos plasmará una obra monumental
    Chao

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  5. Eso de la intemporalidad del arte, no me lo creo. Miguel Angel quería ser Fidias, y en su empeño cayó en el ridículo.

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