UN contenedor de vidrio al que alguien ha pegado fuego. ¿Consecuencia de las protestas de estos días por la marcha de los asuntos económicos y laborales, acción de unos gamberros? El resultado es desolador, lo que ha quedado parece la máscara de un monstruo, el casco de un gigante extraterrestre. En todo caso, las botellas vacías recuerdan que la fiesta ha terminado.
Calle Monte Esquinza, Madrid, 18 de julio de 2012 |
El contenedor,en mi opinión, ha sido víctima de la situación incendiaria que vivimos.
RépondreSupprimerDentro de unos años tal vez consigamos la lucidez suficiente para juzgar a los verdaderamente culpables del gran incendio.
Qué pena España.
RépondreSupprimerAlguien, con una pierna llena de heridas cuya importancia había sido desconsiderada constantemente por sus médicos, ingresa en urgencias en muy grave estado. Le diagnostican gangrena y en el quirófano se la amputan. Una vez en la habitación. viéndose sin pierna y cojo para toda la vida, sus familiares agreden al cirujano.
SupprimerMetáforas se pueden crear tantas como la imaginación esté dispuesta al juego.
¿que la fiesta ha terminado? no, ese contenedor volverá a estar lleno de vidrios el próximo finde... de vidrios, o de poemas malos pa quemar
RépondreSupprimerParticularmente creo que en estos casos la mayoría de las metáforas sobra. Lo de quemar contenedores se lleva haciendo desde mucho antes de la crisis y es simplemente una hijoputada que nos perjudica a todos. Al margen de que, como con tantas otras cosas, no se entendería qué relación "lógica" habría entre protestar por algo y quemar un contenedor donde reciclamos el vidrio los que nos molestamos en esas cosas.
RépondreSupprimerDavid Fdez
Metáfora de una ciudad o de uno de tantos ciudadanos consumidos, arrasados por este fuego que avanza implacable, propagándose de persona a persona, de colectivo a colectivo, de empresa a empresa, más potente y despiadado cuanto mayores van siendo las ruinas que va dejando a su paso. Hoguera de las vanidades en que destruido el armazón, la cáscara plástica de los hombres, aparece el espíritu como un montón de botellas de alcohol consumidas, euforia artificial de hombres acostumbrados a la embriaguez de los 40º de optimismo barato con el que vivieron años atrás. Éramos como frágiles contenedores de felicidad ebria y volátil.
RépondreSupprimerAl margen de esto, quisiera dar instrucciones para hacerse con una pasta:
Se coge el contenedor de vidrio quemado y se traslada a un museo o galería renombrada, preferiblemente de arte contemporáneo. Se deja en medio de una enorme sala vacía de suelos relucientes y blancas paredes. Se le pone precio, cuánto más alto mejores posibilidades de venta y apreciación del contenedor por parte de los entendidos.
Absténganse quienes no tengan un nombre conocido
Los porteros de ese museo podrían ser los acreditados guardianes de la cultura. Me refiero a intelectuales de la talla de Bardem, Sabina o Victor Manuel, cuyas cuentas corrientes, por cierto, seguro que están mucho más saneadas que las de los compañeros con quienes se solidarizan, compartiendo su amargura.
SupprimerComo en toda fiesta unos se pusieron hasta la bola, otros cataron las raspas, otros sirvieron las copas y otros barrieron y fregaron de rodillas la pista de baile. A estos últimos sobre todo les hacen pagar ahora la factura de la bacanal. Quemar un contenedor y romper faroles a pedradas es incivismo. Y aplastar a los más débiles, y de paso difamarlos es también incivismo de la peor ralea. Y la lucha social, ese fantasma que habíamos olvidado, volverá y crecerá. Arderán cosas de más enjundia que un contenedor de botellas. Tristes días para todos.
RépondreSupprimerUnos demostraron gran sensibilidad social con el antifaz puesto y los oídos tapados.
SupprimerYo me encuentro muy cercano a Bardem en cuanto a su encendida defensa de la cultura, pero me toca fregar la pista mientras él baila. Lo malo es que hay mucho despistado que ovaciona a tantos bailarines como desmemoriados gritan hoy lo que callaron ayer.
Hay quienes destruyen e incendian mobiliario urbano para manifestar su rabia. Es absurdo, sí, pero el sistema también lo es. ¿O acaso es muy lógico que una persona de 30 años no pueda emanciparse porque no tiene acceso al trabajo ni a la vivienda ni... al futuro? Mucha gente es anti-sistema porque el sistema es anti-ellos.
RépondreSupprimerSupongo que esta metáfora irá por Holmes , el Joker de Aurora , masacrador que actuó con una mascara . Esta personalidad alienada dicen que era un buen chico , un hombre humilde , aunque está claro que tenia un excesivo afán de notoriedad y endiosamiento . Tampoco me sorprendió mucho , hay gente pa tó.
RépondreSupprimerDe donde no hay no se puede sacar , verdad verdadera .
Chao