AYER nos envió Sergio Campos estas hojas de Mauricio Ámster, padre de la tipografía moderna española, publicadas en la revista Babel, que él dirigió en su exilio chileno. Contienen algunos lugares comunes sobre Gutiérrez-Solana, cierto, pero también otras informaciones de primera mano, de los meses de la guerra. Las acompaña una foto muy poco conocida del propio Ámster, insólita por ser en color, pero no por todo lo que en esa imagen parece llegarnos de la naturaleza sobria y de la elegancia natural del retratado, cuyos libros parecen más que alineados en sus lejas, maquetados, tal es el orden en el que están. La foto la encontró JMBonet en no recuerdo qué orbitaciones suyas por internet.
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Páginas de la revista chilena Babel, que dirigió Mauricio Ámster
Mauricio Ámster en Chile |
Cazurro no era , era pasiego hijo de un indiano , una etnia muy singular que mantiene tradiciones únicas . Entre ellos con un apretón de manos cierran negocios de miles de euros y siempre cumplen ( aunque negocian en pesetas )son gente muy campechana , como muy de pueblo pero casi imposible de engañar y con mucha gracia .
RépondreSupprimerSaludos
Aunque no he leído nada de Solana tengo entendido que además de ser magnífico pintor practicaba una prosa notable.
RépondreSupprimerQue fue un hábil nadador que supo sobrevivir a las dos marejadas como quien guarda en el ropero la chaqueta de invierno cuando llegan los calores, lo dijo aproximadamente Baroja. Lo que no sabía yo era que Ámster le dedicaba parecido desprecio.
Ausencia de ética y genialidad fueron compatibles en muchos personajes que, pese a experimentar "Los mejores años de nuestra vida", continúan llegando a nuestros días envueltos en túnicas respetables.
Hoy en La Voz de Galicia, suplemento Culturas, entrevista a AT y crítica (buena) de la novela. ¿Alguien que tenga acceso digital a ello podría colgarlo aquí? Gracias.
RépondreSupprimerÉste y otros textos de Ámster pueden leerse aquí: http://www.memoriachilena.cl/
RépondreSupprimerHay uno sobre los renegados comunistas que no tiene desperdicio alguno.
Un retrato sabio, porque viendo sus libros se ve a la persona. Saludos
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