UNA obra de arte sin defectos es a la vida lo que el agua destilada al agua.
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APAGABA su sed con agua destilada y respiraba oxígeno de botella. Le hicieron académico.
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HAY títulos en cinemascope: A todo el mundo no le gusta el amarillo de César González Ruano, por ejemplo.
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EL oficio más triste de todos es el de viajante de sí mismo, la
agitprop del yo.
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Los aforismos son como mandoblazos .
RépondreSupprimerNo están sujetos a las reglas del arte pero son eficaces
Saludos
Y a veces las palabras, en su degeneración, hasta cambian de género, como transformistas: tienda > tienducho; barriga > barrigón.
RépondreSupprimeren Tele5 consiguen el milagro de Canaán, pues convierten a diario el folleteo en folletón
RépondreSupprimersaludos
Variante 1ª): El milagro de Camahán. (No imprescindible).
Supprimeres el milagro de Caná. La tierra de Canaán es otra cosa
SupprimerA fuerza de beber agua destilada, de respirar oxígeno puro, de evitar todo contacto con la imperfecta materia contaminada, compleja, amalgamada, su propio cuerpo comenzó a ser transparente.
RépondreSupprimerAl principio notó como en el trabajo, con sus amigos, incluso en su propia familia, los demás empezaban a reparar menos en él. Debía hacer un esfuerzo y caer en imperfecciones para que notaran su presencia. Por ejemplo, debía hablar imperfectamente, en voz alta, casi a gritos, o soltar algún vocablo inadecuado, incluso algún taco, para que los otros repararan en él. Perdona, le decían, no te había visto.
Pero su ansia de perfección y pureza era más importante que todos estos contratiempos así que siguió con su régimen estricto de agua destilada, perfección, oxígeno de botella y pureza, hasta que finalmente le importó muy poco que los demás no repararan en él, como si no existiera. Aún anda por ahí, un espíritu puro que ya no es de este mundo.
El extremado placer que sentimos al hablar de nosotros mismos debería hacernos temer que éste no es el caso de quienes nos escuchan.
RépondreSupprimerEs más fácil conocer al hombre en general que conocer a un hombre en particular.
La calma o la agitación de nuestro estado de ánimo dependen menos de las cosas importantes que nos suceden en la vida, que de una combinación cómoda o desagradable de pequeñeces que suceden todos los días.
Nada impide tanto el ser natural como el deseo de parecerlo.
Lo que los hombres llaman amistad no es más que un pacto, un respeto recíproco de intereses y un intercambio de favores; en resumidas cuentas, una relación en la que el amor propio siempre se propone ganar algo.
El mal que hacemos no nos trae tanta persecución y tanto odio como nuestras buenas cualidades.
A veces somos tan diferentes de nosotros mismos como de los demás.
Por lo común se elogia para ser elogiado.
La inocencia encuentra mucha menos protección que el crimen.
El mundo recompensa más a menudo las apariencias de mérito que el mérito mismo.
( FRANÇOIS DE LA ROCHEFOUCAULD. Máximas )
Por si llegado el caso, tuviera usted que fardar / "frimer”.
SupprimerLo que los hombres llaman amistad… "Ce que les hommes ont nommé amitié n’est qu’une société, qu’un ménagement réciproque d’intérêts, et qu’un échange de bons offices ; ce ne’est enfin qu’un commerce où l’amour-propre se propose toujours quelque chose à gagner".
“Hélas”, qué le vamos a hacer, nuestras virtudes, casi siempre, no son sino vicios disimulados. “Nos vertus ne sont, le plus souvent, que des vices déguisés”(FDLR).
Salud, "salut!".
Los aforismos están bien pero no es una fuente de conocimiento sino un entretenimiento y como los refranes suelen tener su envés , los mejores pensamientos ajenos son aquellos que puedes hacer propios como los extraibles de grandes poemas , novelones , cine ....
RépondreSupprimerLos grandes escritores no son academicistas , seria una hediondez . Veo a los académicos como barrigas agradecidas que actúan con una indolencia impropia que roza la ganduleria , no aportan nada y siempre van a cola del pelotón incapaces de coger el paso . Dice la A. que en España se escribe de forma zarrapastrosa pero creo que ellos no aman el castellano y serian incapaces de generar aficcion como hace un escritor que se precie de tal ( muy pocos ) y tampoco les veo preparados para escribir un post y enfrentarse a criticas y mucho menos responder a un aficionado frontalmente por miedo a hacer el ridiculo , ( por eso odian internet , un trabajo que no genera euros , que exige dar lo mejor y estar al día .
Si tal mal dicen que escriben los jovenes no seria mejor cerrar los rimbombantes Cervantes donde se colocan los amigos y dar clase de escritura en vez de religión ( el caso es que están con la curia ) . sobre la crisis " mutis por el foro " . En fin , nada espero de este Sanedrín
Chao
Tarde de domingo sin crucigrama, chafo su trabajo. Lo siento, amigo.
RépondreSupprimer* Paso subterráneo. Me desconcerté tanto que en lugar de correr para ningún lado me paré tan de golpe que una mujer que venía detrás chocó conmigo. “Perdón, señora”. Me miró bien.
* Agua buena a criados y taxistas; planchas y motores, destilada.
* ¿También en Cinemascope (ant. Cinemascaro) “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, de Oliver Sacks?
* “Solo un ideal fuerte, como el comunismo, podrá salvarnos”. ¿Con unos pocos años más, no será tan descabellado el neo-neo “agitprop” que reclama Gianni Vattimo a todos los pronombres personales?
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/12/05/actualidad/1354735501_778104.html
* (¿Puede valer aunque no sea sufijo?) ―Comprende, papá, que si no policía hubiera tenido que ser polizón.
¿Demasiados aforismos? Para quien quiera peinarlos, algunos más. De Stanislaw Jerzy Lec, “Pensamientos despeinados”. Península (“Nuestros contemporáneos”), Barcelona 1997.
RépondreSupprimerEstán los que nunca han tenido esperanza, y los que la pierden sin cesar.
Es facilísimo transformar marionetas en ahorcados. Las cuerdas ya están.
Las cárceles son un difícil punto de partida.
Muchos ocultan en su currículo su inexistencia.
A la Verdad la guardan bajo llave como el más valioso de los tesoros quienes menos la aprecian.
Cierto sabio se inclinaba siempre ante el monarca de manera que al mismo tiempo pudiera enseñarles el culo a los lacayos.
Más de un bumerán no vuelve. Elige la libertad.
Algunos gastrónomos querrían que los peces chapotearan contentos en el aceite en el que los fríen.
“¡No molestar al león!”. “¿Por qué?”, le pregunté al guarda. “Porque se caga”, respondió.
El reconocimiento de que el mundo es bello me lo suelen exigir los que han hecho que me dé asco.
Si un caníbal usa tenedor y cuchillo para comer, ¿es un progreso?
El progreso: nuestros antepasados se cubrían con pieles de animales; nosotros ya nos sentimos incómodos con la humana.
Somos todavía una sociedad estamental: en la que predomina el estado ebrio.
¡Rápido! ¡Rápido! Toda una vida se puede vivir en un día. ¿Pero qué hacer con el resto del tiempo?
Nos deforman las fórmulas.
Las hogueras no iluminan las tinieblas.
También yo tengo momentos de meditación filosófica. Me planto en el puente sobre el Vístula, de vez en cuando escupo en sus aguas y entonces pienso: “Panta rhei”.
He concedido asilo a ciertos pensamientos en mi cabeza, no puedo extraditarlos.
La irreflexión mata. A los otros.
A menudo tener un techo bajo el que cobijarse no le permite a la gente crecer.
Para llegar a la fuente, hay que nadar contracorriente.
¿En qué creo? En Dios, si existe.
El tiempo hace su trabajo. ¿Y tú, hombre?
Ese tipo me recuerda a un piojo sobre una calva. En torno a él todo brilla; y, sin embargo, es un piojo.
El hombre es de acero. Por eso a veces no siente las esposas como un cuerpo extraño.
Ecce Homo! Homini lupus est.
Pobre hombre el que no ve las estrellas si no media un puñetazo.
¡Recordadlo, el hombre no tiene elección, tiene que ser hombre!
A Dios lo que es de Dios, al César lo que es del César. ¿Y a los hombres, qué?
[―A los hombres que les den ―dijo Ricardito, el amanerado peluquero de mi madre.]
Hay dos salidas en el paso subterráneo, la de la derecha está a solo 50 metros y la de la izquierda a 125 metros, todo depende de qué lado venga el peligro.
RépondreSupprimeraltos a la derecha, bajitos a la izquierda, talla mediana indecisión.
SupprimerEra tan perfecto que acabó por ser un Don Nadie.
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