21 décembre 2012

Cornell en la calle Libertad

ES Casa Postal uno de los rincones más fascinantes de Madrid. De allí nos ha llegado hoy esta felicitación de Navidad en forma, claro, de tarjeta postal. Allí ha pasado uno muy buenos ratos, al final de la tarde, acabada la jornada, con Belén y Martín Carrasco, hablando de todo un poco, parte nosotros también de esa caja de Cornell fascinante. Allí hemos presenciado el desfile de los tenaces vagabundos de la busca que vienen a ofrecer los hallazgos arrancados a los contenedores. También allí hemos visto a la anciana que exhuma una deslustrada nadería con la ilusión de que se la tase Montezuma antes de volverse con ella a su casa como un pájaro con el ala rota. Allí, entre las cosas y criaturas orilladas de la vida, nos hemos sentido filósofos orillados, sabiendo que el camino del todo es menos lleva al único lugar en el que todo es más.

Casa Postal. Libertad, 37. Madrid





8 commentaires:

  1. Hace poco la refirieron Saber y Ganar. Creo que es ahí donde también venden fotografías aéreas de casi todos los pueblos de España.

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  2. Conozco la tienda. Fui buscando un raro tipo de postales que colecciono, las arcimboldescas o metamórficas, y además de encontrar una muy poco frecuente, me trataron de maravilla. Un cordial saludo.

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  3. "...el camino del todo es menos lleva al único lugar en el que todo es más".

    Sólo siendo menos seremos más. Hay que ser muy valiente para que estas palabras no resbalen por la epidermis de nuestro espíritu y se desvanezcan. Coraje y rigor para caminar hacia "abajo". Progresivo desasimiento de corazas e identidades. Epidermis protectora de lo accesorio, tan envolvente siempre.
    Los humanos nos instalamos en lo trivial y aparente con gran facilidad, y con esos elementos nos creamos y recreamos.

    El prejuicio hace innecesario y molesto el juicio. Para caminar hacia abajo, ligeramente, sin tensión y con cierta alegría habría que tener una buena dosis de sabiduría o estar muy desesperado. Aunque, bueno, siempre se pueden establecer grados en esta ascesis de bajada hacia lo más.

    "Dios se lo pague", nos dice el mendigo en la puerta del supermercado cuando le damos unas monedas.

    Frase intachable, inconcebible en los tramos más altos de la escalinata.

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  4. aunque en lo hondo de la noche, esas muñecas encaramadas, vestidas por la nocturnidad de azul, nos guiñan con alevosía un ojo de plástico y paspartú.
    saludos

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  5. Trece versos y medio de “Objetos y apariciones”, poema que Octavio Paz dedicó a Joseh Cornell y sus cajas, hoteles “de grillos y constelaciones":

    « (…) Pero tú construiste
    cajas donde las cosas se aligeran de sus nombres.

    (…) Fragmentos mínimos, incoherentes:
    al revés de la Historia, creadora de ruinas,
    tú hiciste con tus ruinas creaciones.

    Teatro de los espíritus:
    los objetos juegan al aro
    con las leyes de la identidad.

    (…) “Grand Hotel Couronne”: en una redoma
    el tres de tréboles y, toda ojos,
    Almendrita en los jardines de un reflejo.

    Un peine es un harpa
    pulsada por la mirada de una niña
    muda de nacimiento. (…) »

    Entero, aquí por ejemplo:

    http://www.poesi.as/op15021.htm

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  6. Qué tienda!... La Belén además es doble, o tiene una hermana gemela..., no sé. Para entrar con 1000 euros y gastárselos en 5 minutos. Tiene sillas para el cliente, para que examine a su sabor el material. Dije "a su sabor" adrede, en plan Baroja.

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  7. Grillos y constelaciones. Cunas y maracas. Matrículas y estrellas. Mujeres jazmín y mangas verdes. Abuelos y caracoles. La rueda oxidada, la gallina y el viaje de Pufbón. Mi barreño… Dios un Joseh Cornell exagerado.

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  8. No existía esta fascinante tienda cuando a punto de terminar yo la carrera se puso de moda la calle Libertad. Pero entonces, igual que debe hscerse ahora, era de afecto y cortesía felicitar la Navidad a los buenos amigos. Así que, empezando por Andrés y siguiendo por cualquiera, aquí quedan mis mejores deseos para estos días. E incluso para un año que no por terminar en trece va a resultar tan negativo como pronostican quienes tampoco tienen demasiado interés en que la tragedia termine.

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