HACE unas semanas se hablaba aquí de los millonarios que pedían pagar más impuestos y, concretamente de un empresario español que acababa de donar a Cáritas Española la cantidad de 20 millones de euros. Bien por la proximidad entonces de la Navidad y sus efluvios pastoriles pasados por el visor de Frank Capra, bien por no estar familiarizado con la regla de tres, el caso es que recibió uno con reservas, pero respetuosamente, la segunda de esas noticias. La primera, la de los ricos tipo Warren Buffet, que sigue exigiendo a su amigo Obama que los que tienen más tributen más y no menos, como suele ser habitual, la primera de estas noticias, decía, la recibió uno, en cambio, con una admiración que sigue incólume. La segunda, la del empresario español, no está uno tan seguro de que la recibiera del mismo modo después de conocer hace unos días que ese hombre ha incrementado su fortuna el último año en 22 mil millones de euros, que se suman a los 35 mil millones que ya tenía.
¿Por qué este cambio de actitud? ¿Sus 20 millones de donativo no siguen siendo 20 millones? Sí y no. Y claro, sin entrar en los arcanos que hacen posible que el dinero en la bolsa multiplique su valor sin que se multipliquen los bienes tangibles que lo respaldan. Pero no son estas las cuentas que le han pasmado a uno como a ese pobre hombre al que unos sisleros acaban de hacer un hábil juego de manos en medio de la calle. Veamos. Ese célebre empresario ha obtenido de beneficios el pasado año, es decir, después de haber pagado impuestos, salarios, costes y demás, 22 mil millones de euros. Donando 20 millones, ha donado un 0,09% de sus beneficios. Si los 20 millones los ponemos en relación con los 57 mil millones del total de su fortuna, el porcentaje baja al 0,03. Imaginemos ahora a alguien que haya logrado ahorrar mil euros al mes. No hay muchos de estos, pero sin duda los hay. Supongamos que esta persona quiere donar también un 0,09% de sus ahorros y convoca una rueda de prensa para hacer público su gesto rumboso con la manifiesta esperanza de que su ejemplo cunda en otros pequeños ahorradores. Señor*s periodistas, les diría, les anuncio que acabo de donar diez euros a Cáritas Española (cuatro, si hablamos del 0,03%). A usted o a mí, que vivimos al día, la cosa nos saldría mucho más arreglada, y por uno o dos euros creo que podríamos incluso mejorar los récords de munificencia. No sé, si no fuese por la maldita regla de tres, tal vez siguiera reinando entre nosotros el espíritu navideño. Recordábamos hace unas semanas lo difícil que lo tienen los camellos para pasar por el ojo de una aguja. Hoy recordamos el más distinguido de los preceptos, aquel según el cual nuestra mano derecha ha de ignorar lo que hace la izquierda, y no tanto porque la ostentación es plebeya como para no escandalizar a los cándidos que, como yo, somos presa fácil del márketing y de la publicidad. Así que se pregunta uno, con no menor simpleza: ¿Qué hacemos con los ricos?, pero sobre todo ¿qué hacemos con ricos a los que les sale más barato dar limosna que pagar unos impuestos justos? No es fácil hallar la solución. Porque mandarlos con Gerard Depardieu a hacer compañía a Putin nos parece un castigo excesivo.
[Publicado en el Magazine de La Vanguardia, 27 de enero de 2013]
Vazquez Figueroa declaró hace días " hasta que no ahorquemos a 20 politicos y 20 banqueros ( añado 20 millonarios ) este Pais no tiene solución . Por supuesto estas ejecuciones deberían ser públicas y emitidas por internet , eso sí sin cobrar a los asistentes . Para delitos de menos enjundia una pena de cárcel hasta que aparezca el dinero . Si esto se llevará a las urnas seria del gusto de la mayoría y el sacrificio de unos oligarcas y corruptos seria un bien para la humanidad .
RépondreSupprimerSaludos
Tengo entendido (pero no la seguridad absoluta) que desde el punto de vista técnico no se hizo una estricta "donación", sino que se firmó un "convenio" con Cáritas. Fiscalmente hay una cierta diferencia entre uno y otro planteamiento. Además, el dinero no procedía del sr. Ortega, sino de su Fundación, matiz que tampoco es irrelevante. En cuanto a la publicidad de su benefactora acción,casi más provechoso puede haber sido su efecto para Cáritas, pues Ortega demuestra su confianza plena en ella, lo cual es un ejemplo potencialmente imitable por otros empresarios. Por último, aunque sea como simple anécdota, anteriormente esa misma fundación ya habían entregado otros 25 millones a una organización humanitaria gallega(22+25=47 millones de euros).
RépondreSupprimerHe hecho estas puntualizaciones porque la crítica del sr. Trapiello me recuerda a ciertas columnas de J. Marías también dominicales y también llevadas a cabo con argumentación superficial para contentar a los lectores que esperan una sesión de circo y fieras, dicho sea con cierto cabreo por la admiración que reiteradamente manifiesto en este blog hacia su figura literaria.
Y, puestos a hacer reglas de tres,con o sin rueda de prensa por medio, si cada uno de los aproximadamente 23 millones de españoles que integran la población activa "firmaran un convenio" con Cáritas por medio del cual le entregasen esos 10 euros, magnífica noticia sería para todo el mundo que esta organización contara cada año con 230 millones de euros para ampliar su labor social, o sea, con la cantidad de Ortega multiplicada por 10.
No voy a ser yo el que admire la figura de un empresario ni pretenda bendecir sus "arrebatos altruistas", se trate de quien se trate, pero tampoco sería mala noticia que los muchísimos adinerados de la izquierda que se pasan la vida rasgándose las vestiduras ante el podrido capitalismo de la derechona imitaran el gesto de Ortega. Podríamos escribir aquí, ahora mismo, el nombre de al menos cincuenta de esos ricos fiscales de las conciencias ajenas, para hacer escarnio de su hipocresía cuando desde los escenarios o tras las cámaras se solidarizan con los compañeros y compañeras. Tal vez el gran cineasta se equivocó de destino cuando confió sus dineros a L. Brothers. Si hubiera acertado, siendo consecuente con su pensar humanitario, cuántos de sus conciudadanos podrías estar comiendo ahora en los locales de Cáritas, por ejemplo. Otras "almas sensibles" pierden los cuartos en negocios de bodegas. A lo mejor habían invertido en vino para repartir los beneficios con los desfavorecidos. No lo sabremos nunca.
A veces, como en esta trágica época de hambre de mendrugo y sed de medio vaso de agua, es más importante lo cuantitativo que lo cualitativo, por demagógicos que sean estos espasmos humanitarios de los ricachones como Ortega. Ojalá y (como dicen los mejicanos)siga él empeñado en lavar su mala conciencia cada año y otros muchos lo imiten.
¿Donde factura sus ventas Inditex?
SupprimerSi lo hiciera en España seguramente Cáritas no tendría tanto trabajo.
Un saludo
Reconozco que desconocía la "vía irlandesa". Tal vez este reproche ético hacia Ortega debería haber sido incluido en su columna de ayer para ilustrar mejor la crítica.
SupprimerEn cualquier caso sigo pensando que en estos momentos la ayuda, sea limpia o no tanto, debe ser bien recibida.
Me gustaría que no haya encontrado exceso en mis respuestas.
Un saludo... y un abrazo.
CARTAS AL DIRECTOR
RépondreSupprimerCOCINANDO PIEDRAS
Elena Figueras - Madrid.
EL PAÍS | Opinión - 04-08-2003
Ayer, charlando con unos amigos, Thomas, un chico de Ghana, contó cómo se las ingenian las mujeres africanas para lidiar con el hambre de sus hijos y sus consecuencias psicológicas.
Nos explicó que a veces, cuando los niños no se duermen porque están angustiados e intranquilos esperando comer, ansiosos y nerviosos esperando comida y única y exclusivamente sintiendo la desesperación de esperar la comida que no llega, las madres cogen una cazuela, meten unas piedras en agua delante de ellos y fingen que cocinan. De esta manera tranquilizan a los niños y consiguen desangustiarles. Los niños, al sentir esperanza y creer que esa noche van a comer, se relajan y pueden dormir sin comer nada.
En Europa, si los niños ven el biberón preparado, suelen ponerse rabiosos si se les hace esperar unos segundos porque lo quieren "ya" y no pueden esperar sin tener una pataleta. En Europa no se consideran héroes a estas mujeres africanas que cocinan piedras delante de sus hijos para que se tranquilicen -los medios de comunicación ya se encargan sólo de mostrarnos lugares comunes y tópicos de sus vidas-, y a los jóvenes que vienen en patera se les clasifica en estereotipos, de tal manera que es difícil componer una imagen de ellos que se corresponda con la realidad: son personas normales que deciden arriesgar su vida y atravesar en patera 13 kilómetros para comer, trabajar y conseguir dinero para enviar a sus madres y a sus hermanos; para que cocinen arroz y mandioca en vez de piedras.
Al margen de lo que haga o deje de hacer el Gobierno de Aznar, los españoles debemos ser compasivos y ayudar a los inmigrantes africanos que llegan a España. Cada uno como pueda. Toda ayuda, por insignificante que parezca, es ayuda y es buena para ellos. Aunque nos intenten convencer de lo contrario, lo natural y lo lógico es tan simple como compartir con ellos la comida, darles hospitalidad, darles dinero, tratarles de tú a tú y, desde luego, olvidarnos de esa categoría nueva que nos han metido en el inconsciente colectivo, los "sin papeles", concepto absolutamente monstruoso y discriminatorio.
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RICOS Y POBRES
Emilio Iglesias Delgado - Sevilla
EL PAÍS - Opinión - 10-12-2005
El Instituto Nacional de Estadística ha enterrado la profecía de Carlos Marx de que habría cada vez más pobres más pobres y menos ricos más ricos. El estudio realizado confirma que hace 10 años había un 20% de pobres en España y hoy, en 2005, el porcentaje es igual. No ha levantado mucho revuelo saber que vivimos en un país empobrecido. Claro que muchos relativizan estas cifras dándoles la vuelta: que si la gente vive de la economía sumergida, que si el paro, que si el PER, etcétera. Pero algo no me cuadra: en 1995 había 40 millones de españoles, en 2005 somos 45 millones; me sale un millón de pobres más. Crueles matemáticas que hablan de porcenajes, no de cifras totales. Y todo lo anterior se ha producido en el mayor período de bonanza (económica) vivido por España en su historia reciente. ¿Qué pasará cuando vuelva una crisis como la de 1993?
La clave podría ser que a la gente que tiene mucho dinero le salga rentable económicamente, o sea le traiga mucha cuenta, invertir ese dinero en crear actividad económica y puestos de trabajo en nuestro país.
RépondreSupprimerrico, ca. (Del gót. “reiks”).
RépondreSupprimerpobre. (Del lat. “pauper, -ēris”).
“My tailor is rich”. Asimílalo, Rubén.
No estaría mal que el tiempo de lamentos y de inculpaciones constantes a los causantes directos e indirectos de la crisis desembocara en una reacción humana verdaderamente solidaria. Ya que los malos siguen siendo malos somos los buenos quienes deberemos asumir la responsabilidad de evitar el hundimiento. Vuelvo otra vez a mi ejemplo: si cada uno de los 23 millones de españoles que afortunadamente trabajan fuéramos capaces de desprendernos todos los meses de unos miserables 10 euros, al cabo de un año el "fondo de generosidad" acumulado alcanzaría la saludable cifra de 270 millones de euros. Pero, ¿estamos dispuestos? Si no lo estamos dejemos, al menos, de practicar el fariseísmo señalando con el dedo a los perversos tacaños.
RépondreSupprimerAndrés me desilusiona mucho tu columna.
RépondreSupprimerPrimero porque demuestra desconocimiento básico de contabilidad.
El hecho que la empresa de Amancio Ortega haya doblado su valor en bolsa no significa que le haya entrado caja por ese valor. Sino que vale mas, igual que su piso cuando suben los pisos y no por ello tiene que venderlo.
Amancio Ortega fundó una empresa que en los primeros 9 meses del año ha contribuido mediante impuestos 544 millones de euros. Igual que usted con sus libros ayuda a mantener al Estado que es quien se encarga de distribuir, el paga en función de sus ventas.
El hecho de que haya donado 20 millones es admirable, porque por mucho que el dinero sea relativo hay algo objetivo en ello y es la donación.
A lo mejor usted dona mil euros todas las navidades, que para su posición es una miseria, igual que para la de Amancio 20 millones.
Pero el hecho es hacerlo. Y estoy seguro que mucha gente que come todos los días de Caritas y no del Gobierno le agradecen de sobremanera el hecho de Amancio.
Ojala existiese mas gente en España como Amancio Ortega y como Caritas.
Por último lo de comentar a Buffet en contraposición a Ortega como si Ortega hubiese pedido menos impuestos, es una asociación envenenada que no merece la pena ni comentarla.
Señor Trapiello,
RépondreSupprimerSoy un devoto lector suyo, tengo una docena de sus libros en la estantería de mi casa, me considero un "trapiello-dependiente", pero la 'estrellita unisex' a la que recurre últimamente, aparte de ser una idea bien tonta, me hace daño a la vista. Si insiste en su uso, tendrá un lector menos. Y lo lamentaré mucho.
Seguro que si es por tan poco, no será tan devot*. Al fin y al cabo ¿qué son doce libros de nada?. Por mí que no quede. Saludos.
SupprimerLectores como tú sobran pero mentir es fácil , no creo que el señor AT tenga ideas tontas pero leer 12 libros y decir esa tonteria no me cuadra quien eres tu ¿ Un devoto ? Que mal suena , nadie quiere devotos chic*
SupprimerSaludos
A propósito de la cuestión que nos ocupa.
SupprimerDE LA JUSTICIA. Tras la preferencia de los hombres por las virtudes exactas, como la justicia, y el desdén por las inexactas, como la compasión, hay una forma radical de la crueldad. El origen de esa crueldad hay que buscarlo en el componente matemático y geométrico de la razón pitagórica y platónica. Cuentan que los pitagóricos se escandalizaron y se consternaron al tener que reconocer la inconmensurabilidad entre la circunferencia y el radio; apenas podían aceptar que la palabra “longitud” tuviese dos significados o dos metros absolutamente irreductibles entre sí según se aplicase a lo curvo o a lo recto, que es tanto como decir fisis o nomos. Tan sólo el genio de Aristóteles, al querer reducir la cruel rigidez del concepto de “justicia” mediante el de "equidad", propuso para ésta aquella deslumbrante figura de “La regla de plomo de los arquitectos de Lesbos”, una regla dúctil capaz de amoldarse a lo curvo. Pero ya era tarde, porque la equidad venía sólo a añadirse como enmienda a la originaria razón constitucional,; ya se había puesto por delante la justicia de Procusto, que odiaba el más y el menos, tal como el ángel del Apocalipsis vomita de su boca a lo que no es ni frío ni caliente.
R.S. FERLOSIO, LA HIJA DE LA GUERRA Y LA MADRE DE LA PATRIA.
SIMONE WEIL, en su libro ECHAR RAÍCES.
RépondreSupprimer“Un ser humano tiene una raíz en virtud de su participación real, activa y natural en la existencia de una colectividad que conserva vivos ciertos tesoros del pasado y ciertos presentimientos del futuro.(…) El ser humano tiene necesidad de echar múltiples raíces, de recibir la totalidad de su vida moral, intelectual y espiritual de los medios de que forma parte naturalmente.
LA IGUALDAD
La igualdad es una necesidad vital del alma humana. Consiste en el reconocimiento público, general y efectivo, expresado por las instituciones y las costumbres, de que a todo ser humano se le debe la misma cantidad de respeto y de consideración, porque el respeto se le debe al ser humano como tal, y en esto no hay gradaciones.
Por lo tanto, las inevitables diferencias entre los hombres jamás deben implicar un diferente grado de respeto. Para que no se vivan con esta significación es necesario que haya cierto equilibrio entre igualdad y desigualdad.
(…) para quien se halle en una situación inferior y sufra por ello, saber que tal situación se debe a su incapacidad y que todos lo saben no constituye un consuelo sino que redobla su amargura, según los caracteres, unos pueden deprimirse y otros verse llevados al crimen.
Al hacer del dinero el estímulo único o casi único de todos los actos, la medida única o casi única de todas las cosas, el veneno de la desigualdad se ha diseminado por todas partes. Cierto que se trata de una desigualdad móvil, no vinculada a las personas, pues el dinero se gana y se pierde; pero no por ello la desigualdad es menos real.(…)”
Estas reflexiones podrían chirriar en la situación un tanto ramplona en que nos encontramos, socialmente hablando, pero no se trata, a nuestro modo de ver de un idealismo ético, sino de unos principios básicos y realistas que se pierden de vista fácilmente o no se consideran por incompatibles con la “funcionalidad” y marcha del sistema.
No parece remedio, sino miserable parche, el dudoso altruismo de los más ricos. Son las políticas fiscales las que tendrían que dar la solución… pero ¿qué habría que cambiar?, y ¿de qué forma?
La tela de araña de nuestro sistema social, a nivel planetario, parece estar diseñada para ser refractaria a las más lógicas y humanas soluciones de convivencia.
Así están las cosas, y con esta base, todo lo que se haga será poner parches... "humanitarios".
T.S.ELLIOT a propósito del libro de Simone Weil : “ Este libro pertenece a esa categoría de los prolegómenos de una política que los políticos raramente leen, y que muchos de ellos difícilmente podrían comprender ni sabrían cómo aplicar.”
INMOVILISMO. Dicen que hay que adaptarse a “el mundo en que vivimos”, como si lo que así designan fuese un producto exógeno y no la consecuencia de otras adaptaciones anteriores y como si sus pretenciosos, o más bien pretendidos, cambios no fuesen tanto causa como efecto de tan perseverante afán de adaptación. El mundo humano se habría ido volviendo tan endógeno que ya no engendra causas que osen enfrentarse a causas sino tan sólo causas que se ciñen a acomodarse a los efectos de esas mismas causas con las que se rehúye la confrontación. Sería difícil aceptar que pueda haber sido así desde el principio; más bien lo que se diría que ha pasado (es una mera hipótesis, casi una alegoría) es que, a causa de la creciente subsunción de las antiguas causas “exteriores”, eso que tan temerariamente se complacen en llamar “realidad” podría haberse enroscado de tal forma que hasta la propia relación causa—efecto habría sido apresada en una órbita de tan perversa circularidad que aun el principio mismo no sería ya más que un juego de ilusión. El inmemorial principio de causalidad, presupuesto primario de toda acción humana dirigida conforme a consecuencia de sentido, se estaría convirtiendo—o revelando--, así pues, como un encantamiento que podría designarse como “espejismo del tiovivo”: el caballito blanco persigue eternamente al caballito negro, que eternamente persigue al caballito blanco. La eterna fuga del negro parece efecto de la persecución del blanco y a la vez causa de la fuga de éste, que a su vez… etcétera.
SupprimerR.S. FERLOSIO, LA HIJA DE LA GUERRA Y LA MADRE DE LA PATRIA.
¡Ah, el principio de “realidad”, que confuso está! .
“Porque sueño, no estoy loco…”, decía el niño lector y soñador de la película LÉOLO.
Pobreza y riqueza. “Guerra y paz, justicia y crimen” (Jorge Guillén). Las bien humanas rimas. La Historia según Simone Weil: la historia de la fuerza. El dinero o el futuro o la muerte. La fuerza de la gravedad: el mal, pura Física y Química. “¡Qué fuerte!”, que tanto repetía una alumna lejana para quien el mundo se dividía en “¡Qué fuerte!” o “¡Qué guay!”, nada más.
SupprimerEl trabajo. La guerra. Cada día mueren de extrema pobreza 50.000 personas, 18 millones al año: el montón de cadáveres de una medianita guerra mundial. Qué fuerte. No es demasiado complicado entender que Simone Weil medio se suicidara lúcidamente, y que al final de su vida Borges se animara y animara al personal a entrar en la muerte como quien entra en una fiesta.
No podemos depender de la generosidad o ruindad de unos para la supervivencia de los otros. En este barco vamos todos. Que cada cual tribute en función de su riqueza es un principio elemental que cada vez se aplica menos y que algunos pretenden eliminar. Volvemos a épocas pasadas cuando el pueblo miserable se regocijaba porque el gran señor repartía las migajas de su festín.
RépondreSupprimerUno, con la edad, se va haciendo escéptico sobre los grandes principios morales e ideales que se proclaman. Uno tiende a pensar que el mundo, hoy como ayer, se rige por la fuerza y que quien tiene esta impone su moral y sus leyes.
Así que deberemos decidir en última instancia si a la fuerza y al poder opondremos fuerza y poder o si tan sólo nos dedicaremos a proclamar grandes principios morales, pacifistas, legales, mientras nos hundimos cada día más en la miseria.
Es hora de luchar, de ser valientes, sabiendo que se puede perder, que se puede incluso morir, pero que de no hacerlo no podremos reclamar nuestra dignidad de hombres y que mereceremos vivir como esclavos.
RépondreSupprimerINTERVENCIÓN DE TRASÍMACO EN SU POLÉMICA CON SÓCRATES ACERCA DE LA NATURALEZA DE LA JUSTICIA.
RépondreSupprimer(…)Los ladrones comunes, cuando son cogidos in fraganti son castigados con el último suplicio y se les denuesta con las calificaciones más odiosas. Según la naturaleza de la injusticia que han cometido, se los llama sacrílegos, bandidos, pícaros, salteadores; pero si se trata de un tirano que se ha hecho dueño de los bienes y de las personas de sus conciudadanos, en lugar de darle estos epítetos detestables, se le mira como el hombre más feliz, lo mismo por los que él ha reducido a la esclavitud, que por los que tienen conocimiento de su crimen; porque si se habla mal de la injusticia, no es porque se tema cometerla, sino porque se teme ser víctima de ella. Tan cierto es, Sócrates, que la injusticia, cuando se la lleva hasta cierto punto, es más fuerte, más libre, más poderosa que la justicia, y que, como dije al principio, la justicia es el interés del más fuerte, y la injusticia es por sí misma útil y provechosa.
PLATÓN, LA REPÚBLICA O EL ESTADO.
(...) De las muchas palabras sublimes que el "Libro de los Muertos" pone en boca del justo después de la muerte, las más conmovedoras quizás sean estas: "Nunca me hice el sordo a las palabras justas y verdaderas". Sin embargo, en el plano internacional, todo el mundo considera un deber sagrado hacerse el sordo a las palabras justas y verdaderas si son contrarias al interés de Francia. O se admite que las palabras contrarias al interés de Francia no pueden ser justas ni verdaderas, lo que vendría a ser lo mismo.(...)
RépondreSupprimerSIMONE WEIL, EL DESARRAIGO, ECHAR RAÍCES. Inacabado al morir la autora en 1943.
Amancio Ortega es uno de los hombres mas ricos de este pais, su aportación a Cáritas puede que sea pequeña comparada con su fortuna, pero parece que paga sus impuestos, no los evade, y parece también que es honrado. En los tiempos que corren no se puede pedir mas a una persona como el empresario de Inditec. ¿O si?
RépondreSupprimerNo se pretende personalizar, creo yo. No se trata de que este de limosna y aquél no. Uno puede cumplir con la ley y no obstante estar obedeciendo a una ley injusta. Por eso decía AT que veía con mejores ojos al rico que proponía a los políticos que cambiaran la ley fiscal que al rico que cumplía con una ley, que para muchos es considerada injusta, y que luego da una limosna.
SupprimerEn cuanto a Inditex, pues qué quiere que le diga. Este señor empezó en Galicia dejando trabajo en casas particulares a bordadoras particulares que ni figuran en nómina ni estaban aseguradas, según testimonios de gente que vio a sus madres dedicarse a tal menester. Algo parecido y tan extendido como la economía sumergida tan extendida en el calzado por zonas de levante.
Hoy mismo sale la noticia de que Inditex fabricaba prendas en dos fábricas de Bangladesh que se han quemado originando siete muertos. Uno piensa que si se han ido tan lejos a fabricar ropa será por algo y que tendrá mucho que ver las condiciones laborales en que trabaja aquella gente.
Que tu mano izquierda no conozca lo que hace la derecha.
El discurso de que la solidaridad es el camino va en detrimento de la democracia , que pasa con el estado de bienestar ? No debemos dejarnos engañar por soflamas fascistas . Los españoles no somos solidarios ¿ Que van a decir las ONG ? : gracias , sois muy generosos .
RépondreSupprimerUn joven no puede ver la vida pasar sin dinero y no volverse loco , sin trabajo están abocados a fracasar en todo y difícilmente podrán crear una familia , el caso es que están alelados ( no todos ) y parecen faltos de valentía y sobrados de optimismo , la cultura de " aparenta como puedas " que se ha inculcado trae estas consecuencias .
Chao