LA encontró el amigo José Vicente Fuster, y la subió a Fbook, pensando que tal vez le gustaría a uno, y no sabe cuánto acertó.
Porque no hay ni una sola herramienta creada por el hombre, incluso aquellas de apariencia más tosca o destinadas a los trabajos más rudos y serviles, que no lleve consigo su melodía, como lleva consigo cada uno de nosotros su novela. Y así podríamos decir que no hay caja de herramientas que no lo sea también de música, y no lo digo sólo por esta, donde todo parece escalado o en arpegio, como no podía ser de otro modo, teniendo en cuenta quién la fabricó. Incluso en la mía, aunque en este caso es más bien dodecafónica y muy Schönberg.
|
Master
craftsman Henry O. Studley (1838-1925) was an organ and piano maker, carpenter,
and mason. He is best known for building this incredible tool chest during his
tenure at the Poole Piano Company in Massachusetts, working on it over the
course of 30 years. Using ebony, mother-of-pearl, ivory, rosewood, and mahogany
– all materials used in the manufacture of pianos – he refined the chest to the
point that, even now in the 21st century, it is still in a class by itself. The Studley Tool Chest holds 300 tools, yet measures
only 9 in. deep, 39 in. high, and 18 in. wide, when closed (22.86 x 99.06 x
45.72 cm). Every tool has a custom-made holder to keep it in place, many with
beautiful inlay, and tiny clasps that rotate for easy access. As the
chest folds closed, tools from the left side nestle precisely between tools on
the right side.
|
Desde luego, con cualquier cosa (según y cómo) se puede crear belleza
RépondreSupprimerImpensable, hoy en día, encontrar este tipo de primorosos objetos que, una vez más, dejan en evidencia las frecuentes ramplonerias de la pragmática tecnología, sobre todo la desafortunada interrogación: "¿Y eso para qué sirve?". Debe ser que la mayoría de nosotros, perfectos inútiles, sobramos, sin más, aunque no nos resignemos a asumirlo.
RépondreSupprimer