LA alegría de leer un libro y tenerlo con nosotros, a veces tantos años, no es, claro, comparable a la alegría de verlo partir, pero no por ser esta algo melancólica, deja de ser alegría, bien al contrario. Que en eso se parecen los libros a los barcos, barcos veleros que entran y salen y cruzan el horizonte dejando en nosotros estelas no por invisibles o efímeras menos hondas. Y como los barcos, muchos libros son más bonitos de lejos. De lejos, ay, no hay barco feo ni ninguno deja de ser feliz. Incluso muchos de ellos mejoran en la inmensa lejanía del mar, en la memoria, o dejan de parecernos impertinentes, por aquello que se suele decir: no hay libro malo que cien años dure.
Y si entristece desprenderse de los libros compañeros aunque los hayan escrito manos ajenas, ¿Qué sentimiento traicionero se puede experimentar al hacerlo de los planos elaborados por uno mismo con mimo artesanal durante horas y horas bajo los cien vatios de un flexo? ¿Es de verdad una suerte que artilugios informáticos almacenen en insignificantes contenedores de pocos gramos el trabajo de toda una vida? No sé...la gubia, el cincel, el formón, ¿también a la basura?
RépondreSupprimer¡Menos mal, no está el mío!
RépondreSupprimer¡Qué barbaridad! Dan ganas de hacer balconing...
RépondreSupprimerParábola en el aire sobre el agua, seca palabra caída en un libro: tragedia, oh fuego, no solo del alma.
RépondreSupprimerA fin de cuentas, son muy pocos los libros que he releído en mi vida. La inmensa mayoría los leí sólo una vez, y no es probable que vuelva a leerlos. Si siguen en casa, están ocupando un sitio inútil. Ésa es la verdad.
RépondreSupprimerComo dato curioso, mi hija de 16 años ha leído los siete (creo que son siete) libros de Harry Potter unas diez veces cada uno. Y dice que todos los años va a releerlos de nuevo. Puesto que se lo pide el cuerpo, supongo que hace bien.
Alegría de leer , alegría de vivir
RépondreSupprimerEl infierno de tu gloria
ha pasado por mi
ahora siento y pienso adentro
alegría de leer
cuando estás cerca de mí
ahora siento y miro dentro
lo que habrá dentro de mí
yo la busco y no la encuentro
mi alegría de sentir .
Conjuntaría este tema de Ray Heredia ( vivir por leer ) con lo que produce la lectura de Vida de Juan Ramón Jimenez , por poner un ejemplo .
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Las palabras verdaderas fluyendo del libro, como la savia del árbol, por goteo. Leer y releer sólo lo necesario, una y otra vez, siempre el mismo libro, uno y múltiple a un tiempo:
RépondreSupprimer«En general -- escribió Kafka en 1904 a su amigo Oskar Pollak -- creo que sólo debemos leer libros que nos muerdan y nos arañen. Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un mazazo en el cráneo, ¿para qué molestarnos en leerlo? ¿Para que nos haga felices, como dices tú? Cielo santo, ¡seríamos igualmente felices si no tuviéramos ningún libro! Los libros que nos hacen felices podríamos escribirlos nosotros mismos si no nos quedara otro remedio.(…) Un libro debe ser el hacha que quiebre el mar helado dentro de nosotros. Eso es lo que creo».
Libros, libros, libros: así comienza la entrevista aquella en la que Andrés Trapiello dijo que lo mejor sería pensar que todo lo que tenemos es en usufructo (también por salud mental). Entonces, cuando vayan a partir, como los hijos de la mar, habrá o no melancolía, pero nunca queja.
RépondreSupprimer...pero nunca queja por lo mio o lo tuyo.
SupprimerLibros, libros, libros: así comienza la entrevista aquella en la que Andrés Trapiello dijo que lo mejor sería pensar que todo lo que tenemos es en usufructo (también por salud mental). Entonces, cuando vayan a partir, como los hijos de la mar, habrá o no melancolía, pero nunca queja por lo mío o lo tuyo.
RépondreSupprimerSe de un niño de 13 años que ha leído o está leyendo La Hojarasca de forma clandestina , yo se lo regalé . Me comentó que leía a Harry Potter , y que no le gustaba , que no cree en lo que dice , que no le gusta leer mentiras , que era una decisión de sus padres y tal . Le dije ¿ Quieres un libro que cuando lo leas sientas que eres más listo ? , claro dijo mientras asentía, le regalé el libro de Gabo , me dio las gracias y me comentó : tendré que leer el libro a escondidas sin que se entere mi padre , me controla los libros que tengo que leer .
RépondreSupprimerCualquier niño está preparado para leer a los grandes maestros , Harry Potter al generar millones de nuevos lectores es una obra clave , pero para aprender hay que prodigar autores. Editorial Nórdica tiene unos libros de Tolstoy , Shelley y otros genios muy bien ilustradas y con unas traducciones muy actualizadas que invitan a leer a personas de cualquier edad
Y Marcial, maravillado lector, exclama:
RépondreSupprimer¡HOMERO en páginas de pergamino!
¡La Ilíada y todas las aventuras
de Ulises, el enemigo del reino de Príamo!
¡Todo encerrado en un trozo de piel
plegado en páginas de escaso tamaño!
Palabra: parábola muy poco matemática por suerte o por desgracia.
RépondreSupprimerMe gustaría tener esa biblioteca y el escaño que sostiene los libros...
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