"Desde que has escrito El vengador ya podemos tratarnos de tú a tú", Ernest Hemengway. No sabrá uno nunca qué resulta tan triste de esa faja, medio siglo después, si el kikirikí de una frase tremebunda y ver al aborigen haciéndole el dúo o saber que las cosas en materia de vida literaria están poco más o menos igual que entonces.
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Y, por cierto, el Drae nunca dejará de sorprenderle a uno: ¿Por qué habrán querido escribir "quiquiriquí" en una de las pocas palabras castellanas en las que podemos escribir k hasta hartarnos, resarciéndonos de su rareza en nuestro léxico, y atentando de paso el comportamiento económico del lenguaje? Al fin y al cabo quiquiriquí tiene tres letras más que kikirikí.José Luis Castillo Puche, El Vengador, 2ª edición, 1960. |
A lo mejor era una sublime ironía: ya no le trato de usted porque escribiendo esto te he perdido el respeto.
RépondreSupprimer¿El inefable Hem precursor de Zane Grey y Sergio Leone? Y eso que Castillo Puche no es el retrato de Clint Eastwood precisamente.
RépondreSupprimerLa frase es disparatada, desde luego; pero independientemente de eso y de cómo se comportara en la guerra (¿cuántos se comportaron con dignidad?), "Fiesta", por ejemplo, sigue pareciéndome una novela estupenda.
RépondreSupprimerUnai
Recuerdo que en casa de mis padres había un libro escrito por Castillo Puche sobre las estancias de Hemingway en España. La portada era una fotografía famosa de EH que se popularizó en la edición de "El viejo y el mar".
RépondreSupprimerMi impresión es que la actitud de Hemingway respecto a España es similar a la del occidental que va a África, dispara a los leones, se conmueve con la vida de los aborígenes (a quienes saca fotos ataviados con taparrabos y encendiendo fuego con palos)... pero luego se retira a su confortable hotel de Nairobi para pasar la noche con todos los lujos europeos.
RépondreSupprimerPues algo así fue Hemingway. Vino a España, vio sin despeinarse la guerra civil, gozó del "typical spanish", escribió "Por quién doblan las campanas" (donde describe a los españoles como bárbaros y maniqueos), se alcoholizó en los sanfermines... pero luego marchó a su hotel o a su confortable estudio a desquitarse. Salvo la epidermis folclórica y cañí, España le importó un pimiento.
Así que dudo que llegase a leer la novela del autor español.
La estancia de Hem en España durante la guerra civil produce vergüenza e indignación. Se comportó como un histrión estúpido. Si tienes interés en conocerla a fondo lee "Idealistas bajo las balas" de Paul Preston. Ahí descubrirás la capacidad para mezclar infantilismo y cinismo en un mismo cerebro.
SupprimerTambién se podría escribir cocorikó
RépondreSupprimerEl perfil de Hemingway está muy por encima del " bon vivant " , vino como corresponsal de guerra , con el significado que queramos darlo , no solo escribió poemas y relatos sino grandes novelas , el escritor del siglo XX más celebre . Hay por ahí , un documental de varias horas que presenta el artista John Palin , que creo refleja con exactitud lo que hizo en España ( nada de lo que se tuviera que avergonzar ) , Era un hombre que no conocía el miedo y en Africa tuvo un doble accidente de aviación ( el avión que lo rescató cayó a tierra y fue rescatado por segunda vez ) , esto es algo que solo le ha pasado a él , era único , nació para ser el astro de la literatura universal . A España es el escritor que más bien la hizo , e incluyo a todos los españoles ( solo faltaba que se hubiera suicidado en un acto de osadía , mientras los demás ni estaban ni se les esperaba ) .
RépondreSupprimerPerdone pero está usted absolutamente desinformado. Ya va siendo hora de desmitificar a los farsantes. Supongo, por ponerle un ejemplo, que tendrá conocimiento de la postal que muchos años después de terminada la guerra escribió el infame Alberti al periodista y escritor Illya Ehrenburg (de quien ahora se publican sus memoria) y en la que refiriéndose precisamente a aquella época de sufrimiento infinito escribe literalmente: "Los mejores años de nuestra vida". Muchos demócratas, por lo que se ve, se divertían de lo lindo mientras otros morían
SupprimerRepugna que tantos impresentables hayan llegado a nuestros bajo una aureola de integridad ética. Y si duda usted, que dudará, busque en "Las armas y las letras" y encontrará la mencionada postal.
Pues no soy ninguna experta, pero tengo la impresión de que Hemingway no se esforzó nada en comprender el conflicto socioeconómico e histórico que había detrás de la guerra. Veía la saña con que se luchaba en los frentes, asistía a las brutalidades del día a día (me refiero obviamente a las sacas, paseos, chekas, paredones...: todo ese repertorio nauseabundo de las dos Españas), pero no se esforzó por entender la terrible trastienda subyacente que llevaba a la gente a realizar esas acciones.
SupprimerLa ridiculez del campechano (en París quiso ser hasta boxeador) era tal que algunas mañanas, cuando empezaba a superar la resaca de la noche anterior (casi diaria) lo iba a recoger un coche al Hotel Florida y debidamente custodiado lo trasladaban al frente, le cargaban un fusil y el petimetre disparaba a los cochinos fascistas a un kilómetro de distancia mientras los insultaba. Mire, Sandra, ni me quiero extender ni es mi pretensión desacreditar a un reconocido escritor, pero su actitud humana fue miserable. Y en cuanto a su contrato como corresponsal se dejó de rogar cuando vivía a todo lujo en Florida y solo consintió acceder a venir a Madrid cuando le ofrecieron una cifra astronómica, desde luego muy superior a la recibida por otros corresponsales americanos cuyo prestigio en esas labores estaba largamente contrastado. Un perfecto cretino, desde mi punto de vista.
SupprimerEn todo caso, me temo que los términos en los que califica Silvio a su admirado Hemingway dejan claro el tipo de interés que para él tiene la literatura ("el escritor del siglo XX más célebre", "el astro de la literatura universal"), a la que parece ver como algo semejante al Paseo de la Fama de Hollywood. No sé si Kafka, Pessoa, Borges o Kavafis, por citar sólo unos pocos, serán "astros" o sólo algo más humilde y mucho más difícil, simplemente hombres; sí sé que, como escritores, nada tienen que envidiarle, todo lo contrario. Incluso alguien tan "desconocido" y con tan poco glamour como Juan Rulfo... Pero no sigo; yo estoy hablando de literatura; me temo que el amigo Silvio, aunque él crea lo contrario, en realidad hablaba de otra cosa.
SupprimerDe literatos
RépondreSupprimerpasa el gallo bastante:
¡Quiquiriquí…!
Cabría añadir que si se pudieran comparar con los de hace medio siglo, los quiquiriquíes de los gallos que hoy sobreviven en los campos quizá denotaran cierta inquietud en materia de vida natural. Pase usted, señor don Gallo, de literatos todo lo que quiera. Pero a lo que en su conjunto puedan no muy tarde apañar los seres humanos, tan proclives a estabular no solo gallinas y tiernos pollitos, le aconsejo que esté muy atento.
ALMT
EH es un escritor y por eso pasa a la historia , no era un Dios que podía hacer milagros ni era Vicente Ferrer , los escritores y artistas en general suelen ser gente genuina , un poco diferentes pero no son héroes , los héroes mueren jóvenes y la primera obligación que tenemos los humanos es cuidar el esqueleto . Insisto en el documental de Michael Palin para ver sobre Ernie .
RépondreSupprimerPasa con Bukowski o Burroughs entre otros , que son geniales y se habla mal de ellos sin conocer , de oídas . Hay un relato burlesco que Bukowski escribe a cuenta de EH genial , me recuerda mucho por su excelencia al que Chejov hizo a cuenta de Verne , el relato se llama Clase .
Comparar a Chéjov con Bukowski... Buena diarrea mental.
SupprimerSí, decid todo lo que queráis, pero su relato "El viejo en el puente", de página y media, es, para mí, el mejor que leí nunca.
RépondreSupprimerhay que tener más que diarrea mental , para sentenciar de forma anónima contra Silvio , algo que denota un ideario casposo , el caso es que leen los comentarios de Silvio con ansiedad , todo vale para ir contra el que destaca y dice cosas que ni siquiera dicen los escritores de postín . A mi me encanta Bukowski poeta , nunca le verás una traza hortera o cursi , como pasa en la mayor parte de la poesía que se hace en España . Mucho Lirili y poco Lerele , es lo que hay en la cultura española .
RépondreSupprimerPero ¿no habíamos quedado en que "el escritor más célebre del siglo XX" era otro que se acaba de morir?
RépondreSupprimerDavid Fdez.
Y si todo fuese por decir algo, que el señor Puche había pillado a Hem ejerciendo de vengador, y este luego se lo recordaba.
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