OÍ que una mujer mayor le decía a otra más joven: “Ese es de los que arrima el agua a su sardina”. Pudo haber dicho también que llevaba el ascua a su molino. Como Sancho. La lengua viva. Y no hubiera podido adivinarse si lo decía con admiración o con desdén.
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ASEGURARÍAMOS que César Vallejo citaba de lejos a la vida cargando la suerte y adelantando la mandíbula, como al torear vemos que hacía Juan Belmonte.
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HAS perdido un papelito con dos o tres palabras, y te has vuelto loco buscándolo, más y más desasosegado cada hora que pasa. Pusiste la casa patas arriba. ¿Qué sucederá cuando pierdas la vida? ¿Dónde te dejarán ir a buscarla? ¿Qué podrás poner patas arriba?
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DE este vídeo, su autor advierte: abstenerse impacientes, dura doce minutos. Pero valen la pena, mira la vida por nosotros, y al mismo tiempo que la impulsa, la detiene, como aquellos caballeros del punto fijo que medían meridianos y ecuadores.
Foscorescente.
RépondreSupprimerMe ha parecido una maravilla.
RépondreSupprimerEnhorabuena al autor.