NOS reunió a unos cuantos amigos, la otra tarde, en el café Comercial, donde trabajó tantas horas, recordar al poeta. De todo aquel apretado corazón, en aquel corazón destartalado y un poco decrépito de Madrid, cercanos los retratos de Juan Ballester y la imagen y la voz del poeta, temblorosa como la de esa hoja de la que habla, que grabó Gonzalo Ballester
Hasta el fin
En el gran chopo frente a mi balcón
Tan seguro de sí y sin altanería
Tranquilamente vivo
Mientras amarillea ya por trechos
Su verde población
Qué claramente distinguimos
Las hojas pálidas que más agita
Desentendido el viento
Las que más sin querer se balancean
Las que más locamente giran
En torno a su peciolo
Las que van a caer más pronto
Hay una que hace días
Vapuleada más que todas
Tironeaba atropellada
Más que cualquier otra
Se aferra más que todas
Su voluntad entera convertida
En uñas, dientes, garras
También ella hasta el final resistirá
A este atropello sordociego
Que la quiere arrancar de la densa hermandad
De verdores de sueños de susurros
De inevitable don de amor
A la que tan del todo pertenece
27 sep 2011
Bellísimo poema, pero más aún lo es estar muriéndose como esa hoja y cantar la gloria del mundo, y dejarnos junto a él estos otros dos poemas, los últimos que escribió. Nunca un testamento pudo serlo tanto de vida ni ningún fin tan cervantino, desde aquel adiós, donaires que se nos dio en el prólogo del Persiles.
Andrés, me parece muy bien y muy justa tu entrada de hoy en el blog. Es admirable que Tomás llegara a las puertas de la muerte escribiendo esto poemas magníficos, llenos de fe en la poesía y en la vida hasta el último momento. Que emoción me producen sus palabras. No, no son un testamento, sino una partida de llegada al mundo.
RépondreSupprimerUn abrazo,
Eloy
Un buena forma de comenzar el día, descubriendo un poeta desconocido para mi, con un hermoso poema y una bella despedida.
RépondreSupprimergracias AT
Estremece...
RépondreSupprimeryo nada más tomé, del aire, literalmente, la referencia periodística y llegué aquí, cuando ya había perpetrado mi sentir, mi agradecimiento a todos, pero en especial, al ánima entera del poeta
RépondreSupprimersaludos sinceros, desde Méjico...
http://manosdegato.blogspot.com/2012/02/la-valentia-de-escribir.html