26 juillet 2012

Al son de rancheras

NOS hundimos, sí, pero al son de rancheras.
Aunque alguien nos explicará, sin duda, qué hacen trece mariachis mexicanos (¿o son dublineses, como sugiere San Patricio?) cantando rancheras en el Cervantes irlandés a cargo (en parte al menos: personal del Instituto, alquileres, instalaciones, luz, agua, cenas, etc.) de unos presupuestos españoles.
#porlacultura.

Recibido el 25 de julio de 2012

13 commentaires:

  1. Nos estamos comportando con un grado de irresponsabilidad que no puede merecer el menor respeto ni del juez más benévolo.
    Si al menos el batacazo nos sirviera para cambiar la actitud...Pero no, en el lejano futuro, cuando escampe, volveremos a ser los mismos, con esa alegría vital que tanto nos enorgullece.
    Unos cantándole a YPF y a lo mejor los mariachis a Pemex, tan negro está todo.

    RépondreSupprimer
  2. Otro buque insignia del amiguismo y el derroche , un despilfarro para un fin que no interesa a nadie ni genera beneficio alguno . El caso es que hay 80 bichos cervantiles y varios por engendrar . Toda empresa creada por la casta politica ha de ser clausurada ( teles autonomicas incluidas ) y por supuesto reducir al 25% los cargos públicos . Nadie entiende tanto fuego de artificio si como dicen se acabo la fiesta y lo que toca es encarcelar corruptos .
    Saludos

    RépondreSupprimer
  3. Es la lógica de un idioma común y universal que trasciende nacionalidades.

    RépondreSupprimer
  4. Como se dice que pasó en el Titanic, esto se hunde (con nosotros dentro) y mientras tanto la orquesta "España", al compás del despilfarro y el derroche, sigue tocando.

    RépondreSupprimer
  5. yo creo que es por lo de... con dinero o sin dinero hago siempre lo que quiero... que choca muy bien con el hispano desprecio formal del vil metal, en el fondo una brutal canción protesta ese mariachi de El rey contra el brutal capitalismo, que brutal is the word.
    saludos

    RépondreSupprimer
  6. No deja de ser algo dadaísta,en el fondo bastante "Joyciano".
    En todo caso mejor música para estas mañanitas en lugar de los desayunos con "primas de riesgo".
    ¿para cuándo el "Himno de Riesgo"?

    RépondreSupprimer
  7. Con todo lo trágica que es esta maldita época,creo que la mayor herida que sufre nuestra sociedad es haber llegado a la conclusión de que nada ni nadie ofrece la menor credibilidad. Ese brutal escepticismo produce un desánimo aplastante del que va a ser muy difícil recuperarse.

    RépondreSupprimer
  8. Hace unos meses me topé con las instalaciones del Instituto Cervantes en Dublín. Bonitas oficinas en un edificio de un barrio muy moderno. Me gustó la elegancia del edificio y su anagrama esmerilado en los cristales de su ventana. Eran las tres de la tarde, sentí un cierto orgullo pero no pude entrar por dos razones:

    1 - Estaba cerrado
    2 - Mis amigos, nacionalistas de una periféria Comunidad ni se interesaron y tuve que correr para alcanzarlos.

    No me extraña pués la foto.

    RépondreSupprimer
  9. Esto es como el Titanic pero con melodías más populares. Tal vez, porque hace tiempo que viajamos cerca de las bodegas, allí donde ya se padece el estruendo de la sala de máquinas. Saludos

    RépondreSupprimer
  10. No es que me interese a mí en demasía el mariachi, pero pensaba yo que un Instituto Cervantes no sólo está para patrocinar lo español de España, sino también lo hispánico en general. Iluso yo... ¿Hubiera habido crítica si cuatro iluminados hubieran hecho una mesa redonda sobre Octavio Paz durante una hora para un público de tres personas y luego se hubieran hinchado a comer jamón y buen vino durante en el vernissage, amén de echarse al coleto un cheque por 600 leuros? Y es que lo de verstirse de mariachi en vez de llevar gafas de pasta le quita disimulo al desfalco general...

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. Efectivamente el despilfarro sería el mismo pero, eso sí, vestiría mucho más...

      Supprimer
  11. Yo intenté entrar en el Instituto Cervantes de Abidjan varias veces... y todas y cada una de ellas me lo encontré cerrado. Qué raro, ¿verdad?

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. No te hubiera ocurrido eso si hubieras visitado el Instituto de una de esas Comunidades Periféricas a las que se refiere nuestro amigo Gibreel. Culpa completamente tuya ese ramalazo patriótico.
      Viendo tu nombre recuerdo haber conocido a un López-Peláez arquitecto...

      Supprimer