CONOZCO a ÀS. desde hace treinta años. Nuestra relaciones son excelentes, pese a no vernos nunca, en realidad una vez al año, desde hace diez, unos minutos, el 6 de enero. Coincidimos en la primera planta del hotel Ritz de Barcelona, él como jurado del Premio Pla y yo del Nadal. Aunque no tenemos mucho tiempo para decirnos nada, nos lo decimos siempre con una sonrisa cordial, tras la cual nos despedimos hasta el año siguiente. Algunas de las cosas que ha hecho como editor o promotor cultural merecen respeto y encomio (magníficas sus ediciones en la editorial Columna –Marià Manent, J.S.Pons, entre muchos–, o la relativamente reciente y memorable exposición de Gaya en la Pedrera).
La vida le ha llevado a la dirección del Institut Ramon Llull y estoy convencido de que estas declaraciones suyas, que acaso pudieron tener su origen en este otro artículo mío, fueron hechas en broma y sacadas de contexto, pues cuesta imaginar que ni siquiera en Cataluña haya quien piense que el Instituto Cervantes o el Ministerio de Cultura deben ir a pachas con quienes organizan congresos como España contra Cataluña, malversando el dinero no sólo de los catalanes, sino el de los aborígenes.
En lo otro, en lo de los espías, no me meto, aunque a mí particularmente me haría ilusión pensar que la tarde que estuvimos esta primavera pasada con el propio ÀS. presentando en París una traducción francesa de El cuadern gris de Pla, en un acto organizado conjuntamente por el Llull y el Cervantes de París (y si el Institut no se ocupa de los escritores catalanes que sólo escriben en castellano, seguro que lo están no-haciendo en buen plan), me haría ilusión, digo, pensar que los que trataron esa tarde de boicotear el acto con la megafonía de dos casetas vecinas, una de prestímanos belgas y otra en la que actuaba un grupo punk de cámara ucraniano, eran en realidad agentes del Cni. Yo no lo creo y respeto a quien lo crea, pero, a día de hoy y no pudiendo haber sido catalán, habría sido bonito y una de las cosas más extraordinarias que le hubiese sucedido a uno en esta vida. Sobre todo para contarlo, como el torero.
En lo otro, en lo de los espías, no me meto, aunque a mí particularmente me haría ilusión pensar que la tarde que estuvimos esta primavera pasada con el propio ÀS. presentando en París una traducción francesa de El cuadern gris de Pla, en un acto organizado conjuntamente por el Llull y el Cervantes de París (y si el Institut no se ocupa de los escritores catalanes que sólo escriben en castellano, seguro que lo están no-haciendo en buen plan), me haría ilusión, digo, pensar que los que trataron esa tarde de boicotear el acto con la megafonía de dos casetas vecinas, una de prestímanos belgas y otra en la que actuaba un grupo punk de cámara ucraniano, eran en realidad agentes del Cni. Yo no lo creo y respeto a quien lo crea, pero, a día de hoy y no pudiendo haber sido catalán, habría sido bonito y una de las cosas más extraordinarias que le hubiese sucedido a uno en esta vida. Sobre todo para contarlo, como el torero.
Original publicitario de la editorial Ambo, Madrid, 1944-45. Encontrado en el Rastro el 9 de febrero de 2014. Mañana se hablará aquí de la tipografía canalla. |
El enlace a las "declaraciones" no funciona.
RépondreSupprimergracias. creo que ya.
SupprimerEl enlace a las declaraciones del señor A.S. parece que no funciona... Saludos.
RépondreSupprimerJurado, convidado, conocido, saludado… ¿Amigo? No ya el nacimiento, la nación, la nacionalidad…; a la amistad, la propia materia, la madera, madre, suele ponerle difíciles las cosas.
RépondreSupprimerEl enlace a la presunta respuesta del suyo catalán, VV, a “¿Va a durar mucho este 2014?”, no responde, al menos en este ordenador. Gràcies.
Es que claro, como tenemos déficit fiscal pues claro no sé que hacen el Instituto Cervantes ni el CNI que no organizan una campaña en Ogilvy comunicando lo negativo que es para Cataluña que el español sea vehicular en Secundaria y por la tarde pues mire usté... un módulo de 4 horas para famoseo y futbolistas catalanes a ver si aprenden de una vez a ponerles nombre a sus hijas ...Todo molt fort!!
RépondreSupprimerEn cuestiones de espionaje, servicios de inteligencia es un sinsentido, se ha visto cosas de una estupidez pasmosa, parece que en este aspecto los desaparecidos servicios secretos de la Stasi se llevaron todos los premios. Sería ridículo pensar que lo que declara el Sr. Susanna sea verdad. Pero si pensamos como actuó R Mercader al servicio del NKVD durante la guerra y la postguerra española puede dar crédito a cualquier disparate por increíble que parezca.
RépondreSupprimerNi la dama se libra de aquellos sombreros en la portada del novelón. Las falsas pieles no le contagian sofisticación alguna. ¿Y enmarcada su cara con hábito de monja por ejemplo? Al otro lado de la STAR GALGO, la escena ganaría mucho con una religiosa colgada del hombro del preocupado señor. En la misma sección de caballeros, casi todo el edificio de la dura época, sí que podía el bigotillo proyectar mala sombra en las ventanas. En realidad, ni ellas ni los bigotillos entonces de moda tenían culpa de nada los pobres. Parecen mentira aquellos años de guerras y horrores tan cerca.
RépondreSupprimerRamon Mercader asesinó a Trotsky clavándole un piolet en la cabeza por orden de la NKVD ( la KGB a posteriori ) .
RépondreSupprimerEl independentismo catalán es imposible , nos conduciría a una irremediable invasión según dicta la Ley . Con este tema quieren librarse de su culpa en la crisis y quien sabe si de la corrupción y blanqueo .
Estos novelistas de quiosco mantuvieron la afición a leer pero . El perfil de Cecilio es alucinante , dicen que tenia una fantasía atípica para su época y que tocaba todos los palos aunque parece se volcó en la exaltación y bondades de la guerra civil española con una pomposidad inigualable , el tío desilusionado como falangista por la deriva que tomo la postguerra acabó asesorando al fascista Juan D.Perón en Argentina . La pistola es una Star española pero apostaría a que la pareja de la foto no lo eran .
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