NO pensaba uno, de vuelta de Sevilla, hablar de este asunto (un escritor rechaza un premio oficial porque, parece, no lo necesita: las razones que da son inconcretas, ya que no se muestra contrario a los premios oficiales, sino sólo de estos), pero ya que estaba a mano, me pareció oportuno buscar este viejo artículo, publicado en El País el 2 de diciembre de 1994 y recogido en libro, Todo es menos, en 1997; aquí las fechas son significativas, y es probable que ese autor conociera el susodicho artículo y que este le ayudara a cambiar de opinión en 1995, como reconoce, pero en cualquier caso y si fuese así, lo entendió mal. El escrito está, como suele decirse, de rabiosa actualidad.
La foto que subo, entre otras que pensaba subir y que aparecerán aquí mañana, no tiene absolutamente nada que ver con lo tratado, contra lo que pensaría un malicioso.
Sevilla, 25 de octubre de 2012 |
O falta el enlace o no sé encontrarlo.
RépondreSupprimeren mi ordenador sale, al menos:
Supprimerhttp://elpais.com/diario/1994/12/02/opinion/786322811_850215.html
Gracias por el enlace.
SupprimerEl caso es que para bibliotecas públicas no hay un duro . No veo un ministerio español a la altura de Lynch , más bien a la de Ed Wood ( aunque en 1994 era un desconocido ) , por lo demás estoy de acuerdo con el articulo .
RépondreSupprimerSaludos
Javier Marías sabía que era uno de los candidatos. ¿Por qué no rechazó formar parte de la terna? Ha perjudicado a cualquier otro escritor que de buen grado habría aceptado el galardón. Además, me parece incoherente que aceptase el Premio Nacional de Traducción y ahora rechace el de Narrativa. ¿Acaso no son ambos institucionales? Quizá entonces necesitaba darse a conocer y hoy, ya consagrado, sólo busque generar polémica.
RépondreSupprimerEstimado Sr. Cañedo:
SupprimerAl parecer no hay tal terna. Cada uno de los miembros del jurado (once personalidades del ámbito de las letras)recibió una petición previa de nombrar dos obras candidatas (excepcionalmente tres), con lo que el número máximo de obras, que no autores, sería de treinta y tres, pero el número total de candidatos fue de "entre quince y veinte nombres" (cito textualmente). Tras siete votaciones quedaron dos nombres y en la última votación se alzó la candidatura de Marías por amplia mayoría.
Tras cotejar esta información, ¿no desea usted rectificar?
Tres obras candidatas nombradas por cada uno de las once personalidades... Supongo que usted cita textualmente del blog de Javier Marías, digo supongo porque no adjunta la fuente de información. No obstante, precisiones aparte, me cuesta creer que el señor Marías no supiera de sus posibilidades para ser elegido ganador. Debería haber desactivado esa propuesta desde el principio, sin esperar a la resolución.
SupprimerEl Nobel también es un premio institucional, veremos si JM se atreve también a no aceptarlo en caso de que se lo dieran.
SupprimerDisculpe si accedo como anónimo, el ordenador no me permite otra opción.
SupprimerNo, no cito el blog del Señor Marías, pero le agradezco el apunte, lo visitaré de inmediato. La información se encuentra fácilmente en cualquier medio de comunicación que haya cubierto la noticia.
Entiendo que no rectifique, tal y como sugerí, ya que imagino que al no cotejar la información, no haya siquiera reflexionado al respecto. También compruebo que no me expresé bien al decir que excepcionalmente tres obras podían ser citadas por cada candidato. Le ruego disculpe mi falta de concreción.
Por último decirle que me gustaría admirar su capacidad de enjuiciar con los datos disponibles de la que yo carezco, pero no, con toda sinceridad no soy capaz.
Por último, cómo se puede "desactivar" una propuesta. Al parecer el jurado discutió sobre la eventualidad de que el galardonado no aceptase el premio habida cuenta de que Javier Marías ya había manifestado su intención y, parece ser, que resolvieron que su deber era elegir el galardonado sin consideraciones ajenas, pero si usted aún sabiendo esto mantiene su opinión, me parece estupendo.
Salud y buena suerte.
Diego Álvaro Moncada.
Señor Moncada: Desconocía que el jurado tenía intención de elegir al galardonado sin consideraciones ajenas. Rectifico y le pido disculpas. Un saludo.
SupprimerSr. Cañedo:
SupprimerNo suelo participar en estos diálogos, pero algo me decía que su búsqueda de posición era sincera.
Un saludo.
Diego ÁLVARO MONCADA.
En esto, como en lo demás, lo frustrante es que a pesar de lo que dicta la razón (en este caso, hablando por tu boca) se imponen en sentido opuesto las inercias más arraigadas, ya sean administrativas, políticas o... naturales. De lo cual tenemos una lectura positiva en lo que dejó escrito Pessoa: el corazón, si pudiera pensar, se pararía.
RépondreSupprimergracias, Manuel Cañedo, por el dato aportado de que aceptó el Nacional de Traducción... acabáramos, entonces es sólo como el penúltimo número de la vedette de los cabarettes del todo Madrid.
RépondreSupprimersaludos
No tiene la menor importancia. Gracias por su amabilidad.
SupprimerQue yo sepa, el Premio Nacional de Traducción (por la de "Tristram Shandy") le fue concedido a JM en 1979. Su decisión de renunciar a los premios institucionales (no a los patrocinados por entidades privadas, que, como el artículo de AT indicaba, son otra cosa) es, según creo, bastante posterior. La acusación de incoherencia, si es así, es ella misma incoherente: sólo puede quebrantarse una promesa a partir del momento en que se la hizo, no años antes.
RépondreSupprimerNo es la primera ni la décima vez que al opinar sobre Marías lo califico de tan buen escritor como inconfeso demagogo. Por supuesto que las rentas del premio que ahora rechaza le llegaran por otros conductos multiplicadas por dos, adornadas de honores y salmos. Bien lo sabe y engaña a los incautos con este nuevo guiño.
RépondreSupprimerEs lamentable, además, que quien pretende invocar el derecho sagrado a su independencia ideológica se preste todos los domingos a cobrar unos euros de El País a cambio de lanzar el mismo vómito chabacano y monocorde contra la derecha, vertiendo argumentos de nula solidez y retórica barata, propios de un personaje callejero.
Sin olvidar que el orgullo con que en cada novela recuerda rencorosamente la purga sufrida por su padre me parece una actitud muy pobre, característica, otra vez, de ese mismo personaje popular que presume de no olvidar ni perdonar, como si de ese modo se agigantara su figura castiza.
Los otros escritores que sí aceptaron lo que él rehúsa eran menos íntegros y, desde luego, mucho menos inteligentes. La reacción, en definitiva, me ha parecido ofensiva y emborrachada de soberbia.
Javier Marias como escritor no me gusta pero los artículos del suplemento del País son la voz de los que no la tenemos. Los argumentos no serán sólidos, pero los hechos si lo son. Reforma laboral desastrosa para los trabajadores, ministro de cultura que representa a unos determinados intereses, y encima lenguaraz. Ayuda a los bancos (23.000 millones de euros a Bankia) que a su vez desahucia, a los que con sus impuestos colaboran a su saneamiento. Recortes en pensiones, sanidad,educación, subida de impuesto (IVA, IRPF)en algunas comunidades como en Madrid y Cataluña, supresión del impuesto de sucesiones. Si alguien quiere saber de donde viene la burbuja inmobiliaria que se lea la ley del suelo del año 1998 (con Aznar el señor de los ladrillos al mando) y más, muchísimo más. Lo realmente Chabacano es que te dejen en paro, que no puedas dar de comer a tus hijos, que te echen de casa y que La Iglesia Católica no salga a la calle a manifestarse por los que más lo necesitan.
SupprimerNo recuerdo haber leído a "Robin Hood" Marías vomitando la misma acidez cuando el anterior gobierno ponía los prismáticos para observar cómo el barco se hundía. Digamos que si los de ahora son malos los precedentes fueron nefastos. La historia tratará a ZP como el personaje irresponsable y siniestro que ha sido: una especie de Fernando VII iluminado por la certeza mesiánica.
SupprimerLe diré, por último, que somos muchos los que de diferentes modos aplicamos la solidaridad a diario, sin cobrar de El País y sin disfrazarnos de justicieros.
Tampoco piense que quienes discrepamos de la actitud de Marías somos indiferentes a la tragedia. Eso es hacer trampa dialéctica.
El hecho da lugar a versiones dispares , debería haber premios para no profesionales pero un patrocinador exige que el premiado sea conocido y un profesional también debe ser premiado , está claro que Vargas Losa nunca aceptaría un Planeta . Eso sí nadie rechaza el Nobel , ya que no hay Nobel malo ( salvo fobias ) y supone la celebridad que al día de hoy no tiene ningún escritor español aunque les hay muy buenos .
RépondreSupprimerSaludos
"Colom" se muestra aquí bastante desinformado. MVLl fue premio Planeta (y lo aceptó) en 1993, por "Lituma en los Andes". Y, respecto al Premio Nobel, "dos personas, Jean-Paul Sartre (Literatura, 1964) y Lê Ðức Thọ (Paz, 1973), rechazaron el premio", como puede ver en la wikipedia, de donde copio. Conviene informarse antes de hacer afirmaciones como ésas; con internet no es nada difícil.
RépondreSupprimerGatoflauta , que prevalezca la verdad es importante . La opinión a veces es inmediata y para ser original se necesita consultar lo minimo en internet y hacer" afirmaciones " puesto que es necesario creer en lo que se escribe ( que no siempre es lo que pienso ) y ser lo más breve y surrealista posible ( de ahi viene el tag Vargas , una ocurrencia ) . Lo de Sartre no lo sabia , solo he leido frases de él pero no deja de ser una excepción que no quita veracidad a la regla que expuse . Gracias por sacarme de un error
RépondreSupprimerSaludos
No estoy de acuerdo en que "para ser original" se necesite informarse poco; eso es, en mi opinión, confundir la originalidad con la ignorancia. Una cosa es que, respecto a las propias ideas, uno pueda ser tan libre como desee, y otra que respecto a los hechos no hay más que una verdad, lo que efectivamente ocurrió. Se puede ser originalísimo valorando la literatura de VLl; afirmar, por ejemplo, que nunca recibió el Nobel (o que no nació en Perú, o que nunca se ha casado) no es una originalidad; es una tontería, o al menos un error.
RépondreSupprimerVaya desbarre , la gente que tergiversa no merece respuesta. Nunca te veo abriendo opinión y siempre dando sermones a toro pasado con unos razonamientos de perogrullo enmascarados de no se sabe que . Yo no necesito maestros , he opinado y opino en blogs donde los propios escritores responden comentarios y no conozco ningún genio . De hecho muchos escritores no entran al trapo de compartir opinión porque saben que meten la pata y todos tenemos carencias y errores . No se trata de mirar la Wiki , opinar es una disciplina literaria nueva . Hay que ser originales como lo somos algunos aquí y dejarse de tonterías y formalismos baratos
RépondreSupprimerCuando un blog deja de tener opinantes el escritor lo cierra , no puede soportar la perdida de algo tan fundamental por eso te recomiendo no te metas mucho con los generosos opinantes , aunque yo seguiré . Me gusta ser polémico pero no me gusta polemizar con gente poco ingeniosa y malhumorada , como es natural
Saludos
El artículo de AT impecable. El Estado está para otras cosas que para conceder premios literarios.Al amigo M le diría que no leo a Marías pontificar desde hace muchos años, así que no puedo opinar de lo que escribe ahora y respecto a la burbuja inmobiliaria creo que su origen es muy anterior-aproximadamente en el 87 y con altibajos hasta hasta la criis actual-
RépondreSupprimerJavier
Amigo Javier un par de cosas sobre la burbuja. Cuando el PP hizo la ley del suelo del 98 hubo dos cosas trascendentales que se le escaparon?La primera que toda España era urbanizable y la segunda que no había plazos para poner el suelo urbanizable a construir. Como toda España era susceptible de urbanizarse aparecieron muchos albondiguillas en los ayuntamientos que se encargaron de hacer lo rustico urbanizable y una de las consecuencias es la ruina de las autopistas que expropiaron como rustico lo que luego, gracias a la ley y ha avispados abogados se convirtió en urbanizable. Ruina que, cómo no, pagamos entre todos. La segunda cuestión fue que como no había plazos, cuatro avispados promotores con nombres y apellidos acapararon el suelo y el precio del mismo subió y subió y su... Y ahora ¿Quién lo va a traga? pues sí, acertaste, todos nosotros a través del banco malo. Evidente la crisis actual es cuestión de malos políticos, pero unos más que otros. Lo de que el mercado lo regula todo lo decían, aunque ahora no lo nombren, los actuales gobernantes. ¡Por favor ZP no te mueras nunca! porque sino a ver a quién le echamos la culpa! Bueno a los de 1987 que casualmente también eran sociatas. Un saludo
SupprimerNo exonero de responsabilidades a los populares. Solamente quería precisar temporalmente el comienzo de la búrbuja que incluso sería del 86 y no del 87 como decía en anterior comentario.En aquel entonces creo recorda que el dinero negro acudía en masa a al ladrillo, de ahí un primer intento de Borrel-por ciero qué pena que arrojase la toalla tan pronto pues me parece uno de los políticos más preclaros de estos años- , como Secretario de Estado de hacienda, con una ley- que finalmente no logro su obejtivo- que trataba de hacer tributar por el denominado valor real con independencia del valor declarado.
SupprimerEl gigantismo de la crisis actual está vinculado con la mala gestión de las cajas-gestionadas por gentes de los partidos mayoritarios- , el estímulo excesivo de la demanda de segundas viviendas y la falta de previsión de los gobernantes sobre el efecto demoledor que iba a generar el volmuen de endeudamiento de familias y empresas.
Javier
Parece, a juzgar por su desabrida respuesta, que "Colom" interpreta que yo trato de ofenderle o menospreciarle. Se equivoca. Le digo, simplemente, que hay cosas que están sujetas a opinión, y otras que, por ser hechos demostrables, no lo están. Y que la originalidad no consiste, como él parece creer, en ignorar los hechos, sino en opinar a partir de su conocimiento. No sé, por otra parte, qué quiera decir con eso de "enmascarar" mis razonamientos; al contrario, trato de hacerlos tan claros como me es posible. Le repito, eso sí, que la originalidad no consiste en preservarse del conocimiento, sino en asimilarlo y crecer a partir de él. Si cree otra cosa, he de insistir -con todo respeto, por supuesto- en que está equivocado.
RépondreSupprimerUn apunte, quizá banal. El Nobel, a diferencia de premios como el Nacional de Narrativa, se concede a una carrera, no a un libro.
RépondreSupprimerAunque no exento de polémica, si nos atenemos al artículo de Andrés Trapiello, tal vez el Nobel sería uno de los pocos premios que podría mantenerse o, cuanto menos, sobrevivir a otros, para acabar del mismo modo suprimido ante la evidente imposibilidad de premiar a todos.
Un detalle, para el último anónimo. El Premio Nobel no es un premio estatal; no se financia con los impuestos de los ciudadanos suecos, sino con el legado de un particular, Alfred Nobel, debidamente administrado por quienes él nombró para ello. No tiene, pues, nada que ver con los premios estatales a los que AT criticaba en su artículo. Es una iniciativa privada, que en cuanto tal puede, privadamente, hacer lo que desee con sus fondos.
RépondreSupprimerRazón de más para salvarlo, y para aceptarlo sin escrúpulos (económicos, que no sartreanos).
SupprimerGracias por el apunte.
Considero a Javier Marías gran novelista y articulista, y de igual forma, persona algo soberbia y egocéntrica. En la polémica con Andrés Trapiello en el Pais creo que pecó de agresivo a la vez que injusto, vamos, que se pasó tres pueblos. Pero uno es partidario de huir de bandas, camarillas, tendencias y opinar según parezca en cada ocasión. Por ello, abstrayéndome de todo lo anterior, entiendo las razones de Javier Marías. Creo que su rechazo es impecable. Pero más aún, oportuno. No quiero pensar el maltrato que hubiera recibido si hubiera aceptado el premio concedido por gobierno que se ha cebado contra la cultura.
RépondreSupprimer