3 février 2014

La pátina del tiempo


La Plaza del Grano de León no tiene casi nada, pero con lo que tiene, es suficiente. No la trazó ni el cartabón ni el compás, creció libre, como un sueño. Hubo muchas plazas parecidas en España, aún las hay en pueblos y pueblecitos, con sus casas pequeñas, viejas  y torcidas, un tramo de soportales, una iglesia rústica y una fuente donde antes abrevaban las bestias y ahora beben los pájaros que viven allí al lado, en tres o cuatro árboles copiosos y distinguidos que dan color, temblor y melodías al tono mortecino y parduzco general. Mientras León fue un pueblo, la Plaza del Grano, con sus ferias de ganado y de grano, no corría peligro, pero hasta ese casi nada que tenía se lo van a quitar, si no se remedia. 

¿Y qué es eso tan valioso, si es casi nada? Su carácter, su pátina, la suma sutil de muchas cosas intangibles:  memoria y vida, la hermosura de esos árboles en primavera, la soledad en la que casi siempre se encuentra, el glugluteo de la fuente, las campanas del convento cercano, el aire sentimental y agropecuario de paredes y tejados, el firme irregular de unos cantos rodados entre los que crece la hierba... ¿Hay algo más delicado, algo más poético que la hierba que crece en las llagas de unas losas, entre las piedras? En vista de que no lo hay, alguien ha pensado levantar un suelo que lleva siglos allí y “mejorarlo”.

En Burgos querían mejorarles también cierta calle, y los vecinos se sublevaron en algaradas famosas. ¿Qué podían hacer? Ya sabemos en qué consisten esas “mejoras”: concejales sin escrúpulos y  contratistas codiciosos de la mano. ¿Qué harán los vecinos de León? ¿Acatarán el trágala? De los leoneses se puede uno esperar lo mejor y lo peor. Tanto como una cosa vale su pátina, y acabar con ella es acabar con su  misterio y su encanto y con la cosa misma. “El tiempo también pinta” decía Goya, pero nada más frágil que la memoria. Que sigan en pie el Campidoglio o la Plaza de San Pedro en Roma es hasta cierto punto lógico, tal es su magnificencia, pero que hayan conseguido sobrevivir plazas como la del Grano de León, no deja de ser un pequeño milagro. Y sin embargo la belleza, que nunca se aleja mucho de la verdad, está en estas  plazuelas provincianas por las mismas razones que la poderosa poesía de Homero se halla también en el más sutil poema de Emily Dickinson. “Tienes unos ojos niña, / como piedras de molino / que muelen los corazones / como granitos de trigo...”, se cantaba en aquella tierra, acaso en esa Plaza del Grano, pero ¿qué le importa eso a nadie, y que se olvide? Es sólo pátina.
    [Publicado en el Magazine de La Vanguardia el 2 de febrero de 2014]

9 commentaires:

  1. "Las obras de rehabilitación de la plaza del Grano comenzarán previsiblemente en marzo del 2014 si se cumplen los plazos con los que trabaja la concejala de Urbanismo (Diario de León)". Si hablan de rehabilitación y concurso de ideas la plaza dejará de ser un espacio en el que "el aire sentimental y agropecuario de paredes y tejados, el firme irregular de unos cantos rodados entre los que crece la hierba" y pasará a espacio de suelos flotantes que conecten el paseo ciudadano con los lugares de ocio (bares), perderá su peculiar carácter de plaza de mercado de ciudad de provincias. En muchas pequeñas ciudades españolas hay ejemplos de los destrozos que han ocasionado la triste alianza de concejales, constructores y arquitectos urbanistas posmodernos. Esperemos que esto no ocurra en la hermosa Plaza del Grano de León.

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  2. De guijas eran casi todas las calles del pueblo, con su yerba, sí: sobre todo cuando el tiempo correspondía. Pero en los años 50 los cantos fueron arrancados y sustituidos por adoquines en formación militar. Sin carretón que rodar, algún niño se distraía a veces contemplando las obras. La última operación debió de llamarle especialmente la atención pues su película aún la tiene fresca en la cabeza: de otra más grande, con una lata pequeña un albañil sirve una sopa gris entre los adoquines. Y sobre ellos luego, capa tras capa el piso de las calles se soldaría como alfombra de los 600, 850, 1.500… y billones de coches, ruidos y cementos demasiado bien solidificados.

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  3. http://www.diariodigitaldeleon.com/Actualidad-Politica/lopez-benito-el-empedrado-de-la-plaza-del-grano-no-se-va-a-tocar.html
    ¿ Se entiende, según esto, que prácticamente quedará como está? Respecto a los leoneses, somos (incluidos los bercianos) reivindicativos pero poco decididos a la acción. Y no es lo mismo un sitio de todos (en esto pecamos todos los españoles) que algo muy de uno, como lo es el barrio de Gamonal, donde me pueden quitar mi lugar de aparcamiento. Sin ánimo de quitarles el mérito. Pero las cosas, claras.

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  4. Antes de Gamonal y con un ¡ Bravo ! a los vecinos , es bueno recordar o hacerles saber que la ignición de la defensa de los intangibles comenzó cuando unos jóvenes Cántabros asaltaron el palco de unos dirigentes corruptos , hecho que junto al plante de los jugadores del histórico Racing ha dado la vuelta al mundo y ha hecho ver de que los españoles combatiremos la fuerza de la corrupción con los métodos que sean necesarios .
    Participé en internet defendiendo al Racing y lo cierto es que hemos arremetido contra el poder judicial y politico con una violencia e ironía que se desconocía y el gobierno cambio de opinión sobre el aborto , no abrirá las Cuevas de Altamira y ha hecho una ley antifracking . Eso sí el Diario ya no deja opinar porque los políticos no podían soportar que se hubiera abierto la veda y ellos eran las piezas . Hasta entiendo que hayan presionado al periódico , pero el caso es que entre miles hemos resucitado a nuestro equipo , equipo que representa el espíritu de nuestros antepasados y descendientes ( ya que esta ha sido una revolución eminentemente juvenil ) .
    En resumen estoy alucinado de como se ha defendido y que unión produjo la defensa de algo tan intangible como el amor a unos colores .
    ¡Podemos!

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  5. La plaza de los" futuros financieros" pues el precio del grano lo marca La Bolsa de Futuros Financieros de Chicago con el control de Standar&Poors . Desde hace días Chicago dicta el precio del litro de leche que venden los ganaderos a las Lácteas así como el precio del kilo de leche en polvo para los países emergentes , los ganaderos están contentos aunque fue una imposición absoluta.

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  6. “Tienes unos ojos, niña,
    como piedras de molino
    que muelen los corazones
    como granitos de trigo.”

    Variante, no podía ser de otro modo, en ¡A LOS VERDIALES VOY! 531 LETRAS DE VERDIALES (Editorial Málaga Digital, 28 de diciembre de 1999):

    “Tienes los ojitos grandes
    como piedras de molino
    y partes los corazones
    como granitos de trigo.”

    De esas 531 letras y un par de fuentes más, otras niñas con sus ojos, el trigo, la canela, la caña, la culebra, la nieve en el barranco y la azucena en el campo.

    “Mi morena no es morena,
    que tiene el color trigueño,
    cuando me siento a su vera
    de alegría me da sueño.

    Tienes unos ojos niña
    de purísima canela,
    no me mires que me irrito
    y paso la noche en vela.

    Eres la flor de la adelfa,
    la hermosura de los ríos,
    eres tú la más bonita
    que mis ojos han conocío.

    Asómate a tu ventana,
    cara de piñón de oro,
    deja que encienda el cigarro
    en el fuego de tus ojos.

    Son tus ojos dos tinteros;
    tu nariz, pluma rizada;
    tus dientes, menudas letras;
    tu boca, carta cerrada.

    Eres más bonita, niña,
    que la nieve en el barranco,
    el clavel en la maceta
    y la azucena en el campo.

    Te comparo con la caña,
    que no tiene corazón,
    te vas con otro y me engañas
    y luego me das calor:
    por qué no me desengañas.

    La culebra venenosa
    entre dos piedras murió:
    ese castigo le daba yo
    a mujer que quiera a dos.

    Ven acá y siéntate aquí,
    tu en una piedra y yo en otra,
    para contarte mis penas,
    que las alegrías son pocas.

    Entre dos piedras nací,
    las tórtolas me criaron;
    desde que te conocí
    tus ojos me cautivaron.

    Niña de los veinte novios
    y conmigo veintiuno:
    si tós fueran como yo
    pronto no tendrías ninguno.

    Cuando te vi tan bonita,
    tuve ganas de comprarte
    un carro con dos mulitas,
    niña, para pasearte.

    Quisiera ser como el aire
    y atravesar tus paredes
    y entrar en tu cuarto, niña,
    para ver el dormir que tienes.

    A lo lejos que te veo
    se me alegra el corazón,
    donde candelilla hubo
    siempre ceniza quedó.

    Tienes unos ojos negros,
    más negros que al azabache
    y una carita más blanca
    que la leche que mamaste.

    Los ojos de mi morena
    son negros de punta a punta,
    el día que no los veo
    cielo y tierra se me juntan.”

    Y para eruditos, del primer libro:

    “(...) Ahmed ben Mohamed al Yemení, un reputado literato oriental, visitó los reinos andaluces en el año 406 de la Hégira (1014 d. C.). El ilustre arabista español Julián Ribera tradujo la memoria escrita de ese viaje. Cuenta Ahmed en ella que, al tiempo que visitaba la bella ciudad de Málaga, padeció una larga enfermedad que le obligaba a permanecer en la casa donde se alojaba, lo que acrecentó su dolor, al verse privado de la contemplación de sus calles y palacios:

    « (...) Al llegar la noche es cuando yo sentía más mi desvelo: oíase alrededor de mi casa el batir incesante de cuerdas de laúdes, de tombures y liras por todas partes; se oía también cantar en mezcla confusa todo tipo de canciones. Esto me causaba gran molestia (...). Hubiera querido encontrar una habitación o una casa en que no se oyeran esos ruidos; pero era extremadamente difícil encontrarla en Málaga, porque la gente de esta tierra está dominada enteramente por esa afición y es generalísimo ese gusto.

    »Una noche desperteme, después de conciliar un rato el sueño, y noté que todo aquel tumulto de voces odiosas se había calmado y habían cesado las tocatas turbulentas, y únicamente se oía una música leve, suave, bonita; (...) pero no era voz humana, sino música instrumental muy suave.

    »(...) Y dije para mis adentros: en cuanto a concierto instrumental, no cabe más perfección; pero, ¿cómo será la voz del músico que toca? ¿En qué parará esta música? Apenas había dicho esto cuando comenzó a cantar una mujer unos versos con voz clarísima y dulce.

    (...) La esclava cantora estaba sentada aparte y tenía el laúd en el seno, y todos los presentes la miraban embelesados, escuchándola atentamente.»”

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    1. "La bella ciudad [andalusí] de Málaga". En el mismo siglo de Mío Cid en toda hora ciñendo espada y así, claro, “por el cobdo ayuso la sangre destellando”.

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  7. "Vamos a organizarlo"

    Su artículo me recuerda a Anthony de Mello - La oración de la rana 1

    Según un cierto relato, cuando Dios creó el mundo y quedó extasiado ante la bondad del mismo, Satán compartió su arrobamiento -a su manera, por supuesto-, pues, mientras contemplaba una maravilla tras otra, no dejaba de exclamar: “¡Qué bueno es! ¡Vamos a organizarlo...!”.

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  8. Lo de " glugluteo de la fuente " , sorprende no referir glugluteo a los patos , el caso es que tiene sentido y causa cierto impacto , un acierto sin duda .

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