QUEDÓ contada en otra parte la emoción que sintió uno cierto día al descubrir en los archivos de la Fundación Pablo Iglesias la lista de pasajeros del Sinaia y en ella aquella única y misteriosa línea, en medio de casi mil pormenorizadas biografías: "Ramón Gaya Pomés: todo desconocido".
Acaba de aparecer esta ficha, documento relacionado con aquel tiempo, hecho horas después del desembarco en Veracruz, el 13 de junio de 1939 . Y cuánta emoción ver la foto del amigo en ella y recordar las penosas circunstancias personales en las que viajó en aquel barco. Y saber que del pasado vienen estos papeles como pecios a la playa de nuestras vidas para recordarnos que todo en ella es atención y espera.
Y aunque todo lo que rodea a este trozo de papel fue sufrimiento en estado puro para nuestro amigo, su aparición nos alegra en lo más íntimo, pues supimos que después de aquel 1939 aún le esperaban muchos días felices, algunos de los cuales quiso la vida que los compartiéramos con él.
Qué joven y qué delgado, aunque en la ficha aparece que su constitución es robusta.Pintor, español...y aún hoy tan poco apreciado y conocido en este país " de intratables cabreros".
RépondreSupprimerVictoria.
Sí, un país de intratables cabreros... Se ha avanzado tan poco en estas décadas de falaz "amejoramiento" de la "raza", que pienso a veces que seguimos siendo, efectivamente, una tribu (muchas tribus) de cabreros, pero de unos cabreros más bárbaros que aquellos de mendrugo y corteza de queso en el zurrón, porque hemos perdido hasta la noción de lo que es la dimensión humana: vivimos como el ganado, ya no somos ni siquiera los pastores.
RépondreSupprimerMe inspira la anterior invectiva ver a nuestros incultos gobernantes decir en los medios las mayores barbaridades y los embustes más escandalosos..., sin que exista la correspondiente y proporcionada respuesta de la gente. Nunca antes tropa más despreciable e ignorante había llegado a puestos tan altos. La extrema derecha que nos sojuzga no tiene parangón con la facción conservadora de otros países con los que nos toca compararnos. El latrocinio insufrible, la inhumanidad de las medidas que toman, la desfachatez insolente con que se tapan los unos a los otros..., hablan mal de esta tribu de pastores que tal permite.
Sobre todo se sufre comparando con el anterior gobierno. Es lo que tiene estar tan mal acostumbrados a la eficiencia y el paroxismo. Q.e.p.d., diría la no menos inteligente Mariló marilú.
SupprimerPero, a diferencia de Cristo, no tengo por qué elegir entre dos ladrones.
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