Fue el semanario más anormal que ha habido jamás en España, y el más fascinante. Decíamos la semana pasada que su lectura manchaba las manos de sangre, es cierto, pero también de literatura: hay más literatura en El Caso que en muchas de las novelas que se publicaron en la España realista de la posguerra. Aunque todo es opinable: “Eso de que chorreaba sangre es mentira. Además en aquella época se mataba poco y mal”, le dirá Eugenio Suárez, editor y propietario de El Caso, a Juan S. Rada, autor del apasionante El Caso. Semanario de sucesos. 60 aniversario, que incluye una gran antología facsimilar.
Recuerdo la primera vez que le habló a uno de Suárez Eduardo Haro Tecglen. Se refirió a él con admiración, cierto, pero con alguna reserva. No creo que envidiara su talento de periodista, Haro pensaba que no le hacía falta envidiar eso, y él diría que tampoco envidiaba la fortuna fabulosa que hizo Suárez, pero habló mucho de millones para no pensar que Haro no pensaba en ellos. Quizá la envidia venía de otra parte: Suárez se limitó a contar España y lo hizo mejor que la mayoría de los que decían querer salvarla.
Empecemos por los millones. Llegó a vender medio millón de ejemplares. Todas las semanas. Lo nunca visto hasta entonces. Causaba verdadero furor entre las clases populares, que lo buscaban abiertamente, o en aquellos que lo hacían de manera vergonzante... Berlanga o Fernán Gómez, que pertenecían a una clase social que encontraba El Caso de pésimo gusto, se dejaron de tonterías y se sumergieron en sus páginas con avidez, buscando en ellas temas para sus películas, como Flaubert sacó de la costilla de un periódico a su madame Bovary. De esas incursiones salieron El Verdugo, de Berlanga, y El extraño viaje del Fernán Gómez.
yo veo en el éxito de El Caso, como en el de las sepias del diario AS, la pervivencia entre las clases populares de cierta admiración hacia la palabra escrita y la devoción hacia una cultura libresca que a través de la palabra a ellos en ese nivel sí les era accesible y que conseguía removerles pasiones y hondas conmociones internas. Los medios audiovisuales al dar directamente hoy, sin mediación escrita, es decir, abstracta, la pringue misma de los sucesos envilece al usuario. Habría hoy material de sobra para siete Casos diarios, mas la cultura dominante hoy, es la mugre Tarantina. Y sí, al lado de eso, lo de El Caso, su hechura de palabras vibrantes, parece alta literatura. Es todo lo que va de El Caso al Sálvame... de luxe, claro.
RépondreSupprimerPido permiso para poner un anuncio en este espacio. No hace falta que recomiende ver El Verdugo (una de mis pelis favoritas), pero a lo mejor no hay mucha gente que haya visto El Extraño viaje, les conmino a que la busquen donde sea, o sea que nos la pierdan. Ahora con los adelantos que hay no puede ser tan difícil y si no que escriban a TVE pidiendo que la echen ya.
RépondreSupprimerA mí me encantaba el Caso y ahora me entero de que fue como un "germen" de esas dos magníficas películas, pues me alegro. Gracias por la información.