PRESENTAMOS antesdeayer en la hospitalaria espelunca de la librería Alberti Gabriele Morelli (responsable de la edición), Juan Manuel Bonet y yo mismo el facsímil de Nueva Revista, editado por Abelardo Linares, quien ya ha publicado antes otras importantes revistas literarias españolas: Renacimiento, Mediodía, Ley, Cántico, La caña gris, Los cuatro vientos y muchas más.
De Nueva Revista se publicaron seis números en 1929 y 1930. Es de formato tabloide, como un periódico. No era especialmente bonita, pero a los ochenta años los papeles suelen ponerse bonitos. Los años tienen eso: excepto a las personas, lo mejoran casi todo.
Era una revista hecha por unos cuantos universitarios, reunidos por José Antonio Muñoz Rojas, Leopoldo Panero, José Antonio Maravall y José Ramón Santeiro. En esta colaboraron muchos jóvenes desconocidos entonces como ellos, Maruja Mallo, Vivanco, Herrera Petere, Ramón Feria, Díez del Corral o Alfaro; otros que ya eran conocidos y aun consagrados, a pesar de su juventud, Salinas, Aleixandre, Cernuda, Alberti, y algunos otros, en fin, que gozaban del estatuto de maestros, como Villalón (casi) o Azorín (aquí con un texto bellísimo).
En aquel momento en España había muchas revistas parecidas. De hecho había una en cada ciudad, y en todas colaboraban más o menos los mismos. España era una revista que leían pocos pero en la que estaban todos. El modelo fue La Gaceta Literaria. Como si se pasaran la vida de guateque en guateque. Luego todo cambió, la política los separó y cada cual se marchó de lo más jovial a matarse a la guerra. Su núcleo directivo y la mayor parte de los de esta revista mataron con los nacionales.
Leyéndola ahora constató uno estas cosas:
1. Que a los poemas publicados en ella se les nota mucho la época: fililíes, lorquismo y estupefacientes surrealistas (JMBonet llamó nuestra atención sobre el "Poema urbano" de Javier de Echarri, un poema sincopado que habría incluido de haberlo conocido en su antología de poesía ultraísta, que acaba de aparecer). Y que lo de época vale lo mismo para los poetas famosos que para los desconocidos, para los Santeiro, Bouthelier o Luelmo y para los Aleixandre o Alberti. Al ser estos más conocidos, parecen algo más plastas, quizá porque habiéndose circulado más, parecen más tóxicos. Pero no. Unos y otros, en lo poético, apenas pasan aquí de hacer placebos. Por fortuna Cernuda o Panero tenían la poesía por delante.
2. Que mucho más interés tienen las prosas de batalla, las reseñas de libros, las crónicas, que se leen como se lee un episodio nacional. Hemos aludido a la de Azorín, hay más. Estas le garantizan a uno una buena tarde.
3. Que los anuncios de sastrerías, jamonerías, agencias de negocios, tiendas de gramófonos y cajas registradoras o reclamos de "peinados elegantes" son acaso la parte más viva de la revista, demostrando con ello que la vida se queda donde se queda, y que, como dice Manuel Bonilla, hombre de campo: "no sirve querer". Se refiere él a que "no sirve empeñarse en lo contrario".
4. Que pasados ochenta años acaba uno contagiándose del espíritu jovial de sus responsables, y que ya que nos libramos de la guerra, podemos dedicarnos al menos a pasear entre esos nombres como hacen los muchachos entre las lápidas de un cementerio: todas les parecen iguales, sí, pero a esos años pasear abre el apetito.
5. Que no quiere decir lo dicho hasta aquí que tenga uno en poco, ni mucho menos, el trabajo de Abelardo, de Morelli, de JManuel o el mío propio. Bien al contrario. Pero que lo Cortés no quita lo Cuauthémoc, que decía Villaurrutia, y que a estas alturas tenemos ganado, al menos nosotros cuatro, no ser solemnes hablando ni de nuestros negocios ni de unos iconoclastas vanguardistas que hicieron bandera de reírse de todo el mundo. Que nos ríamos un poco con ellos tampoco es grave.
y 6. Que hay algo que emana de estos papeles, y que sólo por eso vale la pena buscarlos y comprarlos (supongo que tampoco valdrán mucho, a pesar de lo bien hecho que está el facsímil; lo nuestro ha sido siempre miseria y compañía): el aire libre y la ilusión que se ve tenían entonces los poetas en el porvenir. Un porvenir que nosotros no hemos conocido nunca. Claro que por suerte tampoco tenemos su pasado. Váyase lo uno por lo otro.
Nueva Revista. Facsímil. Estudio de Gabriele Morelli. Editorial Renacimiento |
lo q demuestra q incluso en el mismo año funesto del crack, ese en el q los banqueros volaban desde los tejados de los rascacielos, podían los poetas encontrarle alguna poesía a la vida.
RépondreSupprimersaludos
Muy buena idea, el surrealismo nació contra la crisis y es muy necesario, más que humor derrocha ingenio y critica, lo cual es cierto nos hace sonreír , aunque hay que tener un cierto nivel para entenderlo, tampoco mucho
RépondreSupprimerEl cine de Tarkosky, Bergman, Herzog , Lynch o Jodorowsky está volviendo a relucir
Se puede leer todos los números de la revista hermano Lobo en Hermano Lobo digital, el humor de Chumy, Forges, OPS etc , sigue siendo actual , pasaron 35 años y nadie supera sus viñetas, es lo que hay