12 juin 2013

De la amistad

SE hablaba ayer aquí de madres y de regalos y tesoros. Los hijos también traen los suyos. Acaso el primer gran regalo de un hijo a sus padres, en su paso a la edad adulta, sea el de compartir sus amigos con ellos. Claro que un padre y una madre se colocarán un poco a distancia, por no interrumpir esa relación que tienen los jóvenes, por lo mismo que dejan que los hijos tengan entre sí sus apartes, a veces para ocuparse de las excentricidades o incomprensiones parternas. Con los amigos de los hijos sucede algo singular y muy grato, pues amigos y padres se diría que quisieran agasajarse y agradecerse mutuamente, los amigos hacia los padres por haber engendrado a aquellos con los que comparten tantas cosas, y los padres por ver cómo los amigos cuidan y mejoran a sus hijos. A ese desinterés puede dársele también el nombre de camaradería. Una camaradería diferente a la que tienen entre sí los jóvenes, una camaradería respetuosa, como no podría ser de otro modo entre viejos y jóvenes. Lo dice alguien de sesenta años.


Sebastián Taberna. El Rastro, 9 de junio de 2013


9 commentaires:

  1. Muy bueno Andrés y grande Monsieur Taberna que se parece a un Quevedo cubista.

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  2. Nos descolocan esas gafas asimétricas porque estamos evolutivamente condicionados a favor de la simetría. Al igual que la proporción (o cierta idea de ella), la simetría informa el canon instintivo de la belleza, pues revela que el ser vivo está sano y carece de malformaciones.

    Por eso nos gustan las personas simétricas. Y una ausencia o déficit de simetría (nariz torcida, falla a un lado de la cara...) los codificamos como defectos físicos.

    De ahí también que en arquitectura los edificios se diseñen simétricos. Y lo mismo en diseño: coches, electrodomésticos, etc.

    Llevamos zapatos iguales, pendientes parejos, calcetines o guantes del mismo color, etc. Para guardar la simetría.

    Yo no sé si es bueno o malo, pero deberíamos intentar, más a menudo, llevar la contraria a nuestros instintos (entre los cuales -no lo olvidemos- están la territorialidad, el tribalismo nacionalista de Eta y Artur Mas y la agresión bélica entre los clanes humanos).

    Así que ¡¡¡ enhorabuena al señor de las gafas !!!

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    1. Al hablar de tribalismo nacionalista olvida reseñar que el más bestia es el españolismo ultramontano que tiene al Toro de Osborne como a dios mismo. Y que el más rancio, claro.

      Para hacer el ridículo, el zUmO ridículo, no hace falta fingirse literato.

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  3. Pasa igual que con el óptico: unos lo ven "optómetra" y otros "optometrista"; llamándole como le llamemos, no sobraría su opinión aquí. Exhibicionistas cubistas molando hasta la muela, también hemos de ver la parte práctica. La opinión del óptico y la del propio don Sebastián Taberna sobre todo. A ver si se pasa por el casino.

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  4. EUGENIO Hernando12 juin 2013 à 19:53

    La clave está en como se llevan y que acompañe la suerte , supongo
    Yo que usted pararía lo del troll ( un claro enemigo suyo , un envidioso ) , acabo de ver en el post anterior un insulto muy feo a una señora que ni siquiera es anónimo y que raya en lo obsceno y el delito. Busca minar su prestigio .
    Me resultó chirriante que alguien con esta catadura nombrase a Pessoa para darse importancia . Todos somos responsables y aqui queda lo que hacemos , esto es un mundo real y también tiene leyes que obligan , nadie somos anónimos y la cárcel para delitos de internet es la misma que la real .

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    1. Insulto, feo, obsceno (!), delito, cárcel, (¿?) Eso es Imaginación desatada. Decir ironía, sarcasmo, ordinariez, provocación, quizás sí.

      No cabe ser más papista que Francisco. El administrador de este blog ejerce siempre el legítimo derecho a la aprobación o a la censura previa de los comentarios, como se advierte actualmente al cursarlos. Y podría eliminar la opción de "anónimo" y aceptar solamente los provenientes de lectores registrados. Por otra parte estoy seguro, muy seguro, que no necesita ayudas para saber lo que ha de hacer.

      Tal vez y aunque entrado en la madurez plus, aprecia que las plácidas y edulcoradas aguas de la tertulia no se avienen siempre con la realidad, la vida, el Rastro. Y que a menudo la cursilería pasa a ser dominante, empalagosa, incómoda y aburrida.

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  5. Sólo quiero decirle que leí Miseria y compañia y que me gustó mucho,pero preferiría que volviese usted a los tomos voluminosos.Desde La cosa en sí viene
    adelgazando "los salones",en parte,por las sugerencias de los críticos.No les haga caso,sus mejores críticos somos sus lectores.

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  6. jeje..., me parece que empieza a gustarte en el fondo eso de «los sesenta»... (por ahí leí que hay incluso una página feisbuquera llamada «no somos cuarentonas, somos cuarentañeras»..., pues eso... ;¬P)

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