24 octobre 2014

Oscar Wilde

El Libro del desasosiego no es exactamente literatura, o lo es en la medida en que consideramos que no ha desperdiciado su vida quien la ha consagrado al estudio y la literatura. Por esa razón, cuando se tropieza uno en él con algo "literario", nos hace sonreír. 
Y eso en un libro y con un autor en el que es difícil rastrear humor. Lo hay, y mucho, en esa frase, una de las pocas que puede considerarse a la altura de las más felices del autor irlandés: "Hablar es tener demasiada consideración con los demás. Por la boca muere el pez y Oscar Wilde".

Pierre Henri de Valenciennes, Louvre 10 de octubre de 2014

6 commentaires:

  1. Es verdad.
    Pasa mucho.

    RépondreSupprimer
  2. Donde sí existe mucho humor es en sus cartas a Ophélia Queiroz, que leo en una recopilación de Ed. Funambulista. Se ríe de sí mismo con un sarcasmo ciertamente british, sobre todo cuando se describe a sí mismo como una especie de hipocondríaco mimoso y despegado a un tiempo. Son graciosísmos los nombre que le da a su novia (?). Hubo un paréntesis de nueve años de vacío en la relación de ambos y, cuando la reanudan, trata a Ophélia unas veces con displicencia y otras le suplica amores. Único este Álvaro de Campos.
    En su "Livro" es otro Pessoa el que se nos muestras (casualmente lo estoy leyendo ahora); es la obra de muchos años y pienso que no hay por qué pretender leerla de un tirón, como si fuese un relato. Lo mejor, abrir al azar una página y leer unos minutos: otro día, más.

    RépondreSupprimer
  3. No es un párrafo humorístico, y de hecho corresponde al Libro del Desasosiego, pero a mí me hace gracia:

    ""Encontré hoy por la calle, por separado, a dos amigos míos que se habían peleado el uno con el otro. Cada uno de ellos me contó la historia de por qué se habían peleado. Cada uno de ellos me dijo la verdad. Los dos tenían razón. Los dos tenían toda la razón. No era que uno viera una cosa y el otro otra, o que uno viera un lado de las cosas y el otro un lado diferente. No: cada uno veía las cosas exactamente como habían pasado, cada uno las veía con idéntico criterio, pero cada uno veía una cosa diferente, y cada uno, por lo tanto, tenía razón."

    (Sandra Suárez)

    RépondreSupprimer
  4. Rehojeando el desasosiego también por aquí… Fragm. 153, trad. Ángel Crespo, Seix Barral 1982:

    “He construido, mientras me paseaba, frases perfectas de las que después no me acuerdo en casa. La poesía inefable de esas frases no sé si será parte de lo que fueron, si parte de no haber sido nunca (escritos).”

    Sic, justo así. Con problemas seguramente el propio original, la última frase se pregunta, parece claro, si la inefable poesía de esas olvidadas frases nació con ellas… o más bien con el hecho de no haber sido nunca escritas. ¿Alguien con el original portugués a mano?

    En cualquier caso un consuelo, aunque sea pobre, para tanto mal poeta como en el mundo habemos.

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. ―No te preocupes, Fernando. Si los versos eran buenos, ellos solos volverán.

      JRJ

      Supprimer
    2. Y con "Ferrán" en lugar de Fernando, rima con "volverán". Gracias.

      Supprimer