12 août 2011

En nombre de Germán Rubiales y Cía.

SE han venido diciendo desde hace años algunas cosas sobre la decisión de utilizar X, en lugar de nombres propios, en el Salón de pasos perdidos, sin pensar acaso que la cosa no variaría mucho si esos nombres propios fuesen ficticios. Algunos incluso han querido darle la vuelta a la cuestión, y  amantes de circular anónimos, piensan para justificarlos, al igual que sucedía en la Urbajosa de Doña Perfecta, o ahora en internet, que escribir “X es idiota. Firmado: Germán Rubiales”, es lo mismo que escribir “Germán Rubiales es idiota. Firmado: X”.
Y sí, también lo ha dicho uno desde hace mucho tiempo. Basta que alguien escriba: “X es idiota”, para que se postulen al título de idiota dos docenas de voluntarios idiotas iilusionados y agraviadísimos. Ahora bien, cuando un X cualquiera le llama a Germán Rubiales  idiota, y cosas peores, le da pie a este para pensar en todos y cada uno de los idiotas, y no se equivocará atribuyéndolo a este o al de más allá (suele haber idiotas de sobra donde escoger), porque tratándose de tontos, son todos ellos intercambiables.
Y hasta aquí lo que iba a ser el asiento de hoy. Pero ya escrito, llegó un correo de F., como suyo sagacísimo y oportuno: “Querido A., he visto en tu blog que ya te has estrenado con el psicópata inevitable. A mí me han entrado varios. Consejo de veterano: creo que lo mejor es que no le hagas caso ninguno: ni publicarle, por supuesto, los comentarios ni referirte a él. Es la única manera de hacerlo desistir. Como le des carrete, se te queda de huésped fijo”.
Le respondí que llevaba razón, pero que de todos modos publicaría la entrada que le adjuntaba, porque a estas alturas ya estamos curados de espantos y de X, y le pedía permiso para publicar su carta, a lo que accedió, añadiendo unas líneas no menos discretas a la anterior: “Tu réplica al loquito es estupenda, pero hay un problema de fondo: que es precisamente la réplica a un loquito, y lo normal en los loquitos es que no estén dispuestos por nada del mundo a dejarse replicar, porque ellos viven en la lógica de su locura, que suele ser mezquina, aparte de sorda. Si no te importa que el sujeto en cuestión te incordie, adelante. Pero lo mejor, insisto, es no hacerle ningún caso. El loco quiere respuesta a su locura, y no hay que dársela. Hazme caso. Un blog es una cosa pública, pero muy privada, como una casa. Y no hay que abrirle la casa a cualquiera”.

Y así es, y porque este almanaque es como una casa podemos hablar tranquilamente de los idiotas un rato, de puertas para adentro, porque ¿en qué casa no se habla un rato, sólo un ratito, claro, de los idiotas? 
(De izquierda a derecha, o de menor a mayor: Mona, A.T. y E.S.R., Gibraltar, 2007. Foto: M.M.)

7 commentaires:

  1. Creo que soy idiota,¿qué relación tiene la foto con la entrada?

    RépondreSupprimer
  2. Yo también debo ser idiota. No quiero perderme lo del "psicópata inevitable", réplica y contrarréplica o lo que sea, pero no consigo encontrarlo. ¿Me daría alguien alguna pista para poder saciarme de psicopatías y loquitos?

    Sigo disfrutando estos días "Troppo vero". Páginas y páginas de felicidad lectora. Gracias, A., si se me permite la confianza.

    RépondreSupprimer
  3. Muy divertido.
    Opino que debemos hacerles caso.
    Son un espejo que nos ayuda a detectar nuestras propias bobadas.
    Creo también que el asunto daría para escribir una historial universal de la estupidez.
    De las últimas idioteces leídas, destaco esta frase profundamente cretina.
    "A Japón no voy porque no como pescado"

    RépondreSupprimer
  4. El idiota psicópata: Dostoievsky en rebajas.Ocurre que hay demasiado zumbado suelto. Saludos

    RépondreSupprimer
  5. Claro que tiene relación la foto: podrá haber seres idiotas, pero de ellos nos protege la animalidad (la naturaleza) y la inteligencia.

    John Rock

    RépondreSupprimer
  6. Manuel Cañedo Gago12 août 2011 à 19:51

    Avisados quedamos, para ignorar al psicópata cuando se cuele en el blog.

    RépondreSupprimer
  7. La idea de q este espacio es como una casa donde se pueda entrar a echar un vistazo, saludar, pegar la hebra, me parece magnífica. Pero sin abusar, ehhhh

    RépondreSupprimer