SE TRATABA el otro día aquí de las hiperbólicas necrológicas que leemos a diario. Esta, que merecería serlo, lo es a medias, porque se habla en ella de otra cosa.
Demostró Suárez que él tenía razón y no nosotros (quienes lo llamaron "tahúr del Misisipí" –¡Alfonso Guerra!, que años después él mismo hubo de dejar el gobierno "por do más pecado había" y hoy se deshace en alabanzas del finado– y quienes no quisimos admitir sino hasta pasados los años que un Secretario General del Movimiento, neto franquista, podía, contra toda ciencia política, pilotar el cambio democrático ni ser tan generoso (su generosa dimisión, que precedió al 23F, tuvo mucho de inmolación patriótica, cosa rarísima entre políticos); por no mencionar la vergüenza que decíamos sentir los "progres puros", poco demócratas al fin y al cabo, por alguien que no creíamos que hubiese leído un libro, a diferencia de ¡Felipe González! que hablaba a todas horas de libros, sin haberlos leído).
A ningún político se le debe tanto, y a ninguno se le pagó peor, siendo acaso el más importante que ha tenido España en todo el siglo XX, a tenor de la colosal e imposible tarea que tenía por delante y lo fácil y tentador que hubiera sido equivocarse. Basta pensar en algunos de nosotros, los puros, los listos, los "clercs" que llegábamos de las trincheras del antifranquismo ("contra Franco vivíamos mejor", Montalbán dixit), despreciando a todos cuantos no eran como nosotros, ni leían los libros que leíamos ni habían sido todo lo revolucionarios que fuimos algunos (en partidos stalinistas, desde luego) ni sabían que de ningún Secretario General del Movimiento se podía esperar nada bueno.
Según su hijo, Adolfo Suárez Illana, su padre, Adolfo Suárez, aún lúcido, hacía ya tiempo que había perdonado el desprecio y las malas artes de cuantos fueron sus enemigos por carecer de talla política para ser sus adversarios.
Que España le sea leve.
Según su hijo, Adolfo Suárez Illana, su padre, Adolfo Suárez, aún lúcido, hacía ya tiempo que había perdonado el desprecio y las malas artes de cuantos fueron sus enemigos por carecer de talla política para ser sus adversarios.
Que España le sea leve.
El Príncipe de Asturias saludando a un Suárez cualquiera en un campamento de la Oje, antes de 1975. |
Como aquí Alzheimer, que Mnemosina nunca lo olvide allá.
RépondreSupprimerHizo muchas cosas bien pero tuvo que bregar con el terrorismo de Eta, que entonces asesinaba un guardia civil o militar por semana (a veces más). Esto le granjeó el rechazo del ejército (y de ahí el runrún golpista), lo que finalmente le llevó a dimitir creyendo que así evitaría el golpe de Estado (y en realidad puso el escenario, pues el 23-F tuvo lugar durante la investidura de su sucesor -Calvo Sotelo-). A mi modo de ver, Suárez debería haber tenido más interlocución con militares y guardia civil, explicándoles (podía hacerlo: en las distancias cortas era impresionante) que hacía todo lo que podía, e implicando a los militares en la lucha antiterrorista.
RépondreSupprimerDe todos modos, la caída de UCD y el advenimiento del PSOE eran inevitables, pues la sociedad española quería "probar" qué era un gobierno de izquierdas, en lo que gran parte de la población trabajadora tenía puestas grandes expectativas (finalmente frustradas).
En el año 1975 yo era compañero de viaje de un partido estalinista, en 1965 estuve en un campamento de la OJE, en Chipiona, y veía natural llevar prendido en el ojal de mi camisa parda la insignia del yugo y las flechas. Cosas de la vida que nos hacen tener los pies en el suelo.
RépondreSupprimerPara los nacidos en democracia la transición se nos presentó desde pequeños como un tótem, el mayor logro de la historia reciente de España. Pero la historia, cómo un péndulo, empuja ahora a muchos de mis "quintos" a declarar que fue la semilla del diablo, el origen de todos los males. Supongo que es la propia pulsión juvenil la que empuja a rechazar todo aquello que no sea revolución (y transición es su antítesis). Leer cuál era su postura en aquellos días (y cómo ha evolucionado) me ayuda a comprender que podemos soñar con algo mejor sin depreciar el pasado, valorando lo que se consiguió pues, viniendo de nosotros, todo pudo haber salido mucho peor.
RépondreSupprimerTodos se meten
RépondreSupprimerabrazados a Suárez
en su ataúd.
Y cuando Alzheimer
Supprimerse despida, ninguno
podrá salir.
Me agrada muchísimo que mis líneas del viernes anticipándome al desenlace de Suárez no sean tan diferentes a las que hoy nos ofrece AT.
RépondreSupprimerLa tarde de ayer frente al televisor fue muy triste porque era rebobinar la película de mi lejana juventud, y entre melancolías y nostalgias volví a sentir vergüenza por haber integrado el numeroso grupo de irresponsables hostigadores que todo lo encontrábamos insuficiente, sin comprender que ya estábamos recibiendo mucho más de lo que el pérfido traidor podía ofrecer en aquella época de intransigencia rabiosa y plomo a granel. Creo que no está mal el arrepentimiento, sobre todo si el confesonario no tiene puertas y se nos escucha todo.
Corte de AB en la radio esta mañana: “… Un homenaje importante… ” (sustituir Aeropuerto de Barajas por Aeropuerto de AS). Luego, por la calle apunté lo que capté del cruce con una pareja (practico este deporte). El señor a la señora, literalmente también: “… Yo, para mi boda y eventos…”.
RépondreSupprimerImportante, eventos. Frente al doble horror, AS en el SPP de AT mejor que en el del Congreso. Y uno en su mesa hasta pasado mañana.
Lo más sincero que he escuchado fue lo que dijo en tve un Gregorio que cuando vio las cámaras echó a correr en dirección opuesta, luego parece lo convencieron para que testimoniara, un amigo de infancia, dijo: "no lo trataron bien", no dijo, lo maltrataron, pero avisó que él de política no podía opinar. Un hombre de su pueblo, Cebreros, que lo conoció jugando en la calle cuando eran pequeños. La mezquindad terrible es saber que en el 2003 fue que perdió la memoria, cuántos años pasaron sin que su trabajo, su coraje y su valor fueran apreciados públicamente y un ejemplo para los políticos actuales. Un periodista contó que durante una de sus giras europeas dijo que los periodistas no viajaban con él en el avión presidencial, que el Estado no pagaba el trabajo de empresas privadas. Honesto, con sentido de Estado y del interés general. Seguro las leyendas de que no leía las fraguaron los periodistas, pero ojalá los que han venido después "leídos y escribidos" hubieran tenido el sentido del bien público y la austeridad de su administración.
RépondreSupprimerSuarez era director de TVE y esa fue clave en su ascensión y posterior refrendo popular . Eran políticos más valientes que los de ahora , siguieron un camino marcado por Europa que puso unas condiciones . Otros vendrán que te harán bueno , en su caso también se dio . Suarez y Felipe tenían carisma y no se decir quien fue mejor presidente , en aquellos tiempos era más fácil salir de la crisis que hoy ( al ser ahora una sociedad acostumbrada al exceso , el bucle se cierra y el capitalismo nos tiene que quitar para contentarnos luego con alguna concesión ; la crisis es consustancial al ser humano )
RépondreSupprimerFelipe avanzó triunfalmente por la alfombra que le había colocado su antecesor dejándose por el suelo los riñones y la dignidad. Lo que entre unos y otros se hizo con Suárez fue de una cobardía repugnante. Al traidor lo encadenaron los suyos para que lo crucificara el adversario. Insólito...hay que remontarse al año cero de nuestra civilización.
SupprimerHice la mili en Madrid en el 80 y los militares estaban sobre todo obsesionados con el terrorismo , recuerdo que a los pocos días de llegar al cuartel me llamaron en presencia de un jefazo que me dijo : nos hemos fijado en ti y por el apellido y la pinta de delincuente que tienes : hemos llegado a la conclusión de que eres un terrorista y te vamos a vigilar de cerca , yo aduje que no era vasco pero no me creyeron . De hecho me hicieron oficinista para rebajarme de usar armas , y cuando robaban algún arma o aparecía algún pasquín a favor de ETA ( éramos 1200 ) me interrogaban como si supieran que yo sabia algo , me sentí maltratado e incluso llegue a las manos con un sargento ( el me agredió de mala manera en el water y tuve que defenderme , aunque salí peor parado ) . No me sorprendió para nada el golpe ; aunque sabia eran unos cobardes , si Adolfo Suarez se hubiera plegado , la tragedia se habría consumado .
RépondreSupprimerJose : Suarez no tenia un partido de base , el partido era él y por eso no pudo sostenerse a pesar de su impronta , por otro lado su caballo de Troya era Alianza Popular de M. Fraga , luego PP , que ocupó su espacio . La historia de la política es la historia de infidelidades y traiciones , Ricardo III es el espíritu que más se ha reencarnado . El reconocimiento a Suarez es unánime y como siempre tardío , reconocer a las personas en vida cuesta mucho y está mal visto , la familia estará sorprendida y agradecida por la repercusión y su muerte ha infundido unión entre los españoles .
RépondreSupprimerCompartimos día a día las emociones de este blog . Haya acuerdos o disensiones deben agradecerse las palabras cuando son inequívocamente positivas y amistosas.
Supprimer