DE un mechinal del patio. Llegaron una mañana de hace uno o dos meses. Con su zureo. Y el iris de esos cuellos que vale lo que un reino. Han venido por algo. Sin duda a que nosotros lo averigüemos. Si un día se van o nos fuéramos nosotros sin saberlo, qué vacío en nuestro muro blanco, quiero decir en nuestra alma y en la suya.
Madrid, 16 de febrero de 2014 |
Cinco renglones que son cinco regalos. Decir gracias cinco veces es decir la quinta parte de lo que el autor se merece.
RépondreSupprimerCasi purísimo
RépondreSupprimerJRJ, AT
con sus palomos.
La paloma bravía prefiere el adobe,
RépondreSupprimerel tapial de panochas, estiércol y agua,
enrasado con cal polvorienta y con yeso,
con mortero de arena y sudor de la tierra.
Huye al sol la paloma, y al viento;
se cobija en la grieta del grumo del barro,
a la espalda del norte, en el hueco de arcilla,
en la sombra caliente de un mundo sin tiempo.
Precioso y esencial.
RépondreSupprimerMechinal , zureo , desconocía estas palabras .
RépondreSupprimerVivo cerca del mar y desde hace tiempo se ven bandadas de pájaros , la clave está en que se han recuperado las marismas y de esa forma millones de pájaros hacen sus migraciones como antaño ( la actuación de SEO Birdlife ha sido clave en este milagro ecológico ).
A falta de viga en el mechinal, bienvenidas las palomas.
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