CONOCEN bien los lectores de este Almanaque cuánta importancia se dan en él a las cosas curiosas, ligeras y de interés general dudosísimo. Sin muchas de ellas nuestra vida sería mucho más monótona y triste.
Por los mismos días que su autor, el historiador de la ciencia Juan Pimentel, nos regaló su libro El rinoceronte y el megaterio, (Abada Editores, 2010), tentador y me dicen espléndido ensayo de morfología histórica, encontraba en el Rastro este Álbum de Historia Natural, con láminas para uso de los niños, de don Antonio Pirala, que sería años después el célebre historiador de las guerras carlistas. Se publicó en Madrid en 1852, se anunciaba como "obra de lujo" y se vendía encuadernado a 4 reales de vellón.
Su rareza (ningún ejemplar en mercado y sin referencia en las bibliografías exiguas de la wikipedia) sólo es comparable a su tosca y encantadora belleza, proporcionada en parte por los grabados de boj que lo ilustran profusamente. En su estilo es uno de los libros más bonitos que haya visto uno del siglo romántico. La conservación de la encuadernación original de época, en papel moaré, le añade aún más encanto, si cabe.
El haberse destinado a los niños explica seguramente que no hayan llegado demasiados ejemplares hasta nosotros, pintarrajeados, rotos o devorados por quienes de todos modos debieron fascinarse con esta pequeña arca de Noé, como espero se fascine el lector de esta ventana.
Estimado Andrés: hay un error en el título del libro de Juan Pimentel. Es "El rinoceronte y el megaterio" (en alusión a un famoso megaterio cuyo esqueleto fue encontrado en Argentina y ahora se exhibe en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid). Magnífcio ensayo, por cierto.
RépondreSupprimerUn abrazo y buen fin de semana a todos.
Gracias, Paco. Trastadas del corrector automático.
Supprimer¿"Historia natural" y editado en 1852? Es curioso, porque esa locución "historia natural" parece hacer referencia a la evolución de la naturaleza, y esto parece una idea darwinista (pero Darwin publicó "El origen de las especies" en 1859). Antes de Darwin se afirmaba sin sonrojo que los dinosaurios eran animales "antediluvianos" y ello porque su extinción se debió a que Noé no consiguió meterlos en el arca por su gran tamaño. En fin, estaremos atentos a lo que don Andrés nos diga en próximas entregas.
RépondreSupprimer(Sandra Suárez)
Me encantan estas cosas. Una pena no haberte visto en la feria del libro. Ando detrás tuya hace tiempo para entre otras cosas agradecerte los grandes momentos de lectura que he tenido leyendo tus textos y también para conseguir tu firma.
RépondreSupprimerCompré hace muchísimos años atrás un ejemplar de El gato encerrado, primera edición, que conseguí en la librería Soriano de Valencia, frente a la plaza de toros. Lo leí y me engatusó y desde entonces no dejo de leer estos magníficos libros.
Saludos
Precioso el álbum este de "Historia natural". Me acuerdo que en una subasta tras el fallecimiento de un bibliófilo mi padre compró un lote de libros en el que estaban los tres tomos de D. Antonio Pirala sobre la guerra civil en España, con unas láminas iluminadas muy sugestivas. Vuelvo a decir que es un libro precioso. A disfrutarlo.
RépondreSupprimerLáminas entre las que podían estar algunas de las dedicadas a Río Dulce.
RépondreSupprimerDesde que cayó el meteorito de marras hasta que se extinguieron los dinosaurios , lo mismo pasaron diez años que diez mil ;
RépondreSupprimercuriosa la cara repetida de la orla , se parece al Osama