REPRODUCIRÍA por gusto muchas de las viñetas de este Álbum y los textos de don Antonio Pirala. Que Pirala no había visto la mayor parte de los animales que referencia no fue óbice para que los adjetive de modo magistral. Al igual que estudia Juan Pimentel en su libro el caso de aquellos pintores que figuran animales sin haberlos visto (el caso de Durero y su célebre rinoceronte es ya referencial), podríamos seguir el rastro que muchos de estos animales han dejado en la caracterización humana, no sólo entre los fabulistas como La Fontaine.
Veamos un ejemplo. Ignoro por qué razón algunos de mis hermanos mayores dieron en llamarme "Gorila" con siete u ocho años, cosa que me mortificaba y desesperaba lo indecible. Por suerte para todos, la moda pasó y se olvidaron pronto del mote, como me olvidé yo, hasta ver el primero de los animales que comparecen en esta obra y leer el texto que lo acompaña. Cierto que el orangután no es de la misma familia que los gorilas, pero leyendo lo que Pirala dice de este parece que estuviera hablando del que yo era entonces, y aun hoy mismo, cincuentaitantos años después: "gusta de las caricias y de vivir acompañado: es inofensivo".
Para mí lo raro es que, antes de Darwin, nadie cayera en la cuenta de que venimos de un mono. Viendo a los gorilas, chimpancés, orangutanes, bonobos... es difícil no reparar en ello, pues su forma y facciones son muy similares a las nuestras. Y por ejemplo, nadie llamaría "patas" a las extremidades superiores de un mono. Todo el mundo cuando las ve las llama "manos", pues su configuración, disposición y movilidad son casi idénticas a las humanas. Eso por no hablar de su mirada y su inteligencia. Se dice que durante milenios nadie planteó esto en Europa porque aquí no había simios (Sócrates o Arquímedes probeblemente no vieron nunca un mono). De lo contrario es muy probable que se hubiera planteado mucho antes.
RépondreSupprimer(Sandra Suárez)
“O happy orangutan!”, horro de la muerte y el amor de Cleopatra o Marco Antonio.
RépondreSupprimerDel mono no podemos venir , somos una especie , un primate humano que llegó a convivir e incluso a mezclarse con otras especies humanas , especies que salieron de Africa 400 mil años antes que nosotros , no creo que hace medio millón de años hubiera los simios que existen en la realidad . Somos frutos de un milagro , de un cumulo de coincidencias . Ayer leí en el Pais un estupendo articulo sobre Atapuerca y ya se datan neardentales de hace 300 mil años ; la cronología es clave en la búsqueda de los orígenes junto al ADN mitocondrial de los huesos .
RépondreSupprimerLa lamina mas que a un mono muestra un semblante humano .
La labor que puso sobre la mesa Darwin fue genial , pero es la ciencia quien tiene la última palabra , claro que hablamos del mayor de los misterios y cuanto más grande es un misterio , mayor es el numero de teorías posibles .