YO sé que cuando nada parece en su sitio y uno ya no sabe ni qué hacer ni adónde ir, quedan al lado de la casa donde vives un puñado de calles, plazas y callejuelas que estaban ahí antes de que llegaras tú y que seguirán cuando te vayas, calles, plazas y callejuelas con sus comercios, oficinas y bares por las que podrás caminar hasta olvidar la razón que te llevó en ellas a mezclarte con unas gentes extrañas, que por extrañas no van a preguntarte nada, aunque todas ellas llevan pintado en su rostro, para ti, unos de forma risueña, otros adusta o distraída, la palabra vida.
Badajoz, 31 de octubre de 2014 |
Qué extraño me suena ese YO inaugural, y sin embargo tan íntimo.
RépondreSupprimerCon UNO en lugar de YO, es más difícil vivir y escribir. Vaya por Dios.
Supprimer“UNO sabe que cuando nada parece en su sitio y ya no sabe ni qué hacer ni adónde ir, al lado de la casa donde uno vive queda un puñado de calles, plazas y callejuelas que estaban ahí antes de que llegara y que seguirán cuando se vaya; calles, plazas y callejuelas con sus comercios, oficinas y bares por las que uno podrá caminar hasta olvidar la razón que le llevó en ellas a mezclarse con unas gentes extrañas, que por extrañas no van a preguntarle nada, aunque todas ellas llevan pintado para uno en su rostro, de forma risueña unos, adusta o distraída otros, la palabra vida.”
Didáctico, el anónimo sintáctico, pero con el ventanillo torcido. Vaya él con dios, y a mi no me dé contienda el que no me entienda.
SupprimerAnonimo 9:28:
SupprimerMejor, sabe usted, haber empezado así su ejercicio: “UNO no ignora que cuando nada parece en su sitio y ya no sabe ni qué hacer ni adónde ir..."
Maestro, hoy ha estado bien. Gracias.
RépondreSupprimerBuenos días. En estos párrafos del “Libro del desasosiego” (traducido por Ángel Crespo), las palabras “vida” y “muerte” aparecen cada una tres veces. Empate inevitable.
RépondreSupprimer“La muerte es una liberación porque morir es no necesitar a otro. El pobre esclavo se ve libre a la fuerza de sus placeres, de sus aflicciones, de su vida deseada y continua. Se ve libre el rey de sus dominios, que no querría dejar. Los que han sembrado amor se ven libres de los triunfos que adoran. Los que han vencido se ven libres de las victorias para las que su vida fue predestinada.
Por eso ennoblece la muerte, viste de galas desconocidas al pobre cuerpo absurdo. Es que allí está un libre, aunque no quisiera serlo. Es que allí no está un esclavo, aunque llorando perdiese la esclavitud. Como un rey cuya mayor pompa es su nombre de rey, y que puede ser risible como hombre, pero como rey es superior, así el muerto puede ser deforme, pero es superior, porque la muerte lo ha liberado.
Cierro, cansado, mis contraventanas, excluyo al mundo y durante un momento tengo libertad. Mañana volveré a ser esclavo, pero ahora, solo, sin necesidad de nadie, receloso tan sólo de que alguna voz o presencia venga a interrumpirme, tengo mi pequeña libertad, mis momentos de excelsis.
En la silla, en la que me recuesto, olvido la vida que me oprime. No me duele sino el que me haya dolido.”
Crespo había traducido antes la Divina Comedia. ¿En qué ha mejorado la nueva traducción?
RépondreSupprimerEn el comentario 7º y último a la entrada del pasado 2 de noviembre se alternan las traducciones de las primeras frases de un fragmento del “Libro del Desasosiego”. No da para mucho, pero comparándolas sí parece haber mejorado el libro con la nueva traducción de Antonio Sáez. Usted mismo podrá verlo:
Supprimerhttp://hemeroflexia.blogspot.com.es/2014/11/fragmento-444-del-libro-del-desasosiego.html