ASÍ es como se le llama en estos papeles: "El asunto González Ruano". La paliza que le dieron es lo de menos.
Todo lo que se haya dicho de Ruano es poco, cuanto se diga acaso no será nunca suficiente, y "el asunto Ruano" apenas es nada comparado con "el enigma Ruano". Por supuesto que podremos decir de él lo más ignominioso. Por decir que no quede. Los candorosos, o sólo los oportunistas, hacen con él de vez en cuando moralina de salón y se lucen a su costa con lo que hizo y dicen que hizo en el París de la ocupación (y qué poco se supo de todo aquello, nos dijo Llop, y qué poco se sabe, habladurías aparte, su leyenda maldita!: apenas una carta del propio Ruano a Mary, su mujer, hablando desde la cárcel de Cherche-Midi de "esos policías tan atentos de la Gestapo"). Y con lo poco que sabemos, basta. Pero pocos escritores españoles tuvieron como él la llave de su tiempo, ni su talento. A la diabla, echado a perder, pourri, si se quiere, dandismo con los puños de la camisa sucios, pero con algo genuino y fascinante.
Hace unas semanas María Sintes Olivar, lectora de este almanaque, me envió, primero por correo electrónico y luego ordinario, esta "Nota sobre el asunto González Ruano".
Todo lo que se haya dicho de Ruano es poco, cuanto se diga acaso no será nunca suficiente, y "el asunto Ruano" apenas es nada comparado con "el enigma Ruano". Por supuesto que podremos decir de él lo más ignominioso. Por decir que no quede. Los candorosos, o sólo los oportunistas, hacen con él de vez en cuando moralina de salón y se lucen a su costa con lo que hizo y dicen que hizo en el París de la ocupación (y qué poco se supo de todo aquello, nos dijo Llop, y qué poco se sabe, habladurías aparte, su leyenda maldita!: apenas una carta del propio Ruano a Mary, su mujer, hablando desde la cárcel de Cherche-Midi de "esos policías tan atentos de la Gestapo"). Y con lo poco que sabemos, basta. Pero pocos escritores españoles tuvieron como él la llave de su tiempo, ni su talento. A la diabla, echado a perder, pourri, si se quiere, dandismo con los puños de la camisa sucios, pero con algo genuino y fascinante.
Hace unas semanas María Sintes Olivar, lectora de este almanaque, me envió, primero por correo electrónico y luego ordinario, esta "Nota sobre el asunto González Ruano".
"Si tiene que citar a alguien, cite a mi padre, Francisco Sintes Obrador, que tiene más entidad que yo (...) No es que tuviera un cargo importante en la administración franquista, pero estuvo involucrado en todo lo que hizo Ruiz Jiménez..."
De los archivos de Sintes Obrador proceden estos papeles.
De los archivos de Sintes Obrador proceden estos papeles.
Aun teniendo delante el original, un montón de folios mecanografiados y varias copias del servicio de microfilmes de la Hemeroteca de Madrid, todo ello en un estado de avanzada descomposición micótica, es difícil determinar con exactitud el propósito con el que fueron escritos y la fecha, aunque no el motivo. ¿Denuncia judicial, libelo, informe de la policía, obra de maniacos? Acaso todo a un tiempo.
El documento fue redactado alrededor de 1950, poco después de la publicación del libro de Ruano Siluetas de escritores contemporáneos, aunque "la afrenta", tal como se la califica, pudo ser anterior, cuando los capítulos de ese libro se publicaron en el diario El Alcázar. Y que tiene que ver con dos de los retratos aparecidos en él esta fuera de dudas.
"César González Ruano, gravemente ofende en libros y periódicos, con carácter continuado de verdadera campaña, la memoria de figuras simbólicas de los Ideales que hoy España mantiene", comienza, y sigue: "Es de sobra conocida la conducta de escándalo y abyección de esa persona, lo que hace que unánimemente se la señale por doquier como prototipo de degradación y delincuencia; así como sus antecedentes, tanto de incendiario de conventos como de difamador en la Prensa y en el Libro de las más altas esencias, con grave escarnio para la Iglesia, el Ejército y la Tradición.
"Expulsado, por inconfesables motivos, de las empresas privadas en que ejerció antes su profesión periodística, este hombre goza hoy del encumbramiento y del favor de los órganos estatales de Prensa, Radio y Propaganda. Y esos respetabilísimos instrumentos oficiales son dóciles en sus manos para que denigre e insulte la memoria y significación de dos figuras que son tenidas como representación del Pensamiento español: Ramiro de Maeztu y Ricardo León".
(...)
"Como reacción lógica a insultos dirigidos contra su padre desde El Alcázar, los hijos de Ricardo León le propinaron una paliza. El juez del Juzgado nº 7 en los Considerandos de la sentencia dice textualmente sobre el asunto:
“… No cabe desconocer, para graduar la pena, las circunstancias que han dado origen a tales hechos, pues si siempre es censurable la ingratitud de un hombre que se ha arrastrado ante su protector, en este caso el ilustre académico Don Ricardo León, modelo de caballeros, resulta menos digna la actitud despectiva con que el Sr. González le trata en sus artículos si se tiene en cuenta que quien lo hace no ha recibido más que beneficios del ofendido, cosa que realmente no puede extrañar en un escritor que maneja su pluma ofendiendo a los caidos, cuando ya no pueden defenderse por sí mismos…” Esta es la opinión de un juez sobre González Ruano.
"Este individuo, que desgraciadamente goza de las simpatías que en ciertos sectores despiertan todos los truhanes y hombres de vida picaresca, se encuentra actualmente tan apoyado, que esta misma persona que declara que los conventos los quemaron los propios frailes, cuando los incendios, con fines propagandísticos, (Heraldo de Madrid, 13-V-31) que ha llevado a cabo una campaña contra el Ejército, (Heraldo de Madrid, varias fechas) que ha escrito a propósito de la Dictadura del General Primo de Rivera: “Con la fusta africana se cruza la cara al pueblo español” (Heraldo de Madrid, 25-IV-31) que ha sido expulsado de Alemania por la policía por delitos comunes, que en Francia sus andanzas son harto conocidas, que constantemente se ha valido de medios de vida ilícitos y escandalosos, que su mujer ha tenido que separarse de él, que el debido respeto impide exponer detalles de su vida sexual, etc. etc.; puede actualmente afirmar impunemente en un libro que las ideas de Ramiro de Maeztu son tan absurdas que hacen reír (Siluetas de escritores contemporáneos, Editora Nacional) e intenta rebajar su talla en las Memorias que publica en El Alcázar".
Los informantes, en un país que vive bajo el terror de las delaciones, quieren y saben cómo hacerle daño. El pasado. El pasado es elocuente, si habla con sombras, entre brumas. Buscan los delatores una depuración, aniquilarlo. Aportan pruebas concluyentes, artículos del periodista anteriores a la guerra. ¿Qué dice en ellos Ruano? Incluso para ser de Ruano resultan asombrosos.
(Continuará mañana)
Los informantes, en un país que vive bajo el terror de las delaciones, quieren y saben cómo hacerle daño. El pasado. El pasado es elocuente, si habla con sombras, entre brumas. Buscan los delatores una depuración, aniquilarlo. Aportan pruebas concluyentes, artículos del periodista anteriores a la guerra. ¿Qué dice en ellos Ruano? Incluso para ser de Ruano resultan asombrosos.
(Continuará mañana)
Documento original Asunto Ruano. Archivo Sintes Obrador. |
No sé, no sé, señor Trapiello. Eso de "genuino y fascinante" me parece un poco exagerado. Para mí no era más que un literato, con talento, sí, pero sólo un literato. Y si no piensa usted igual que yo, indíqueme aquí alguna obra maestra suya, de esas que cuentan de verdad. O un sólo poema de esos que te tiran de espaldas.
RépondreSupprimerHablaremos de ello en la tercera y última entrega de este mismo asiento. Un saludo. AT
Supprimerson las 18 y 20 y no puedo esperar -casi- a mañana. El asunto Ruano me tiene en vilo.
RépondreSupprimerDesconozco quien era esta gente pero la sentencia resulta bochornosa y que unos jóvenes hermanos den una paliza a un mayor me parece una cobardía, hablando de obras maestras españolas en la dictadura echo de menos que nunca se habla de Ramón J Sender, llevo casi un año en internet y nunca he leído su nombre en ningún post, leí varios plastas de la época y Sender era una excepción , era muy bueno, en fin. Sañudos
RépondreSupprimerImpagable errata la que clausura este post de Manuel...
SupprimerQue tiempos aquellos de delaciones, traiciones y palizones con la excusa del honor mancillado que no eran sino el reflejo de imperio del miedo. No conozco a Ruano y mucho menos a Ricardo Leon, evocador de cruzadas. La serie promete mas que los seriales de radio de la epoca.
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