NOS había convocado para hablarnos de sus Huellas de escarabajo en la cripta de la librería Rafael Alberti, nuestro refugio. Susana Benet, menudita, risueña, de punta en negro, la mirada más bonita del mundo, dos trozos de ámbar con el mundo dentro, incorruptible, nos habló de los haikús, de los clásicos y de los suyos. De los suyos lo hacía con el tono del que espera el autobús, del que mueve una cuchara de palo mientras cocina, llena de gracia, quitándole importancia a lo que hace sabiendo que por mucho que quiera quitarle, en sus haikús habrá siempre gracia para dar y tomar. Se diría que se los encuentra ya hechos, por ahí, en el camino, como guijarros, naturales y supremos. Bellísimos, los que leyó, los clásicos, los suyos, trozos de ámbar también con un pleistoceno en cada uno. El haikú es lo que está más cerca de una pintura, de la poesía pura, inmediata, lo que mejor podemos comprender en un golpe de vista. De una vez y sin juzgar, como el presente eterno, como el eterno retorno. El haikú, como el átomo, la unidad más pequeña con sentido del universo poético. Algunos ilustres haijines allí presentes, Emilio Gavilanes, José Cereijo, Jesús Munárriz, Ricardo Virtanen nos ilustraron a los profanos, tras la lectura, con los pasos de la poesía japonesa, de tantos palos como el cante flamenco. Antes de desaparecer, Susana Benet, risueña, pequeñita, de punta en negro nos dejó llenos de su gracia señalando para nosotros en los rincones de Madrid ese prodigio de los secretos que se pliegan en tres. Aquí van algunos que nos dejó, inéditos, para abrirlos ahora.
En el papel, Tras la tormenta,
aquella letra tuya cómo alumbra el más débil
que yo imitaba. rayo de sol.
Saqué del agua Roza el paraguas
a la avispita muerta la rama del naranjo.
… y estaba viva. Lluvia de azahar.
Museo de Arte Antiguo, Berlín, noviembre de 2011 |
Buenos días Andrés, cómo me gusta el haiku de la avispita muerta que estaba viva. Un abrazo
RépondreSupprimerPrimitivo
El pleistoceno es una era geológica reciente. El ámbar fósil, con las eventuales incrustaciones de su mundo de artrópodos y restos de vegetación, parece datar de eras muy anteriores. Millones de años.
RépondreSupprimerPleistoceno
es ayer
el ámbar de hace un mes
vale, intentémoslo
RépondreSupprimeren el confín de lo oscuro
los contornos de su rostro
...y el miedo se esfumó
"En este mundo,
RépondreSupprimerencima del infierno
viendo las flores".
(Japonés, de tiempo ha).
Fue un placer asistir.
RépondreSupprimerEstrellas de la noche . Historia del pasado . Destino del Futuro. saludos, Manuel Eugenio
RépondreSupprimerQuería haber mostrado mi apoyo a Susana Benet en persona, pero circunstancias personales me impidieron asistir al acto. Una pena perderme el encuentro con su dulzura y su luz que irradia más allá de las palabras.
RépondreSupprimerAdemás, por lo que he leido en el blog de Susana Benet, asistieron al evento dos grandes haijines, referentes imprescindibles del haiku actual en castellano, me refiero a Isabel Pose y Manuel Díez Orzas. No es por nada, pero ¡todo un lujo! Seguro que fué una velada interesante, con mucho jugo y con sabor a haiku.
Saludos, Mercedes.